19.- «Verdad»

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          ¿De qué manera comenzar? ¿Cuál era la forma de iniciar? Dos personas que ahora se odian mirándose frente a frente. Uno odia por la traición, el otro de igual forma. La dulce traición, siempre rompiendo amistades ¿Que no?

Todo mundo ve la traición de uno con reproche y al otro le miran con pena siendo quién "solo salió lastimado aunque nada tenía que deber" pero no señores, no se dejen engañar alguien ya había traicionado y posiblemente de peor forma.

Pongamos las cosas claras sobre la mesa, como se debe, sin tapujos ni pesares. Uno le reprocha a otro que con su esposo se acostó, y el otro nada dice, solo lo acepta. Lo golpea, lo aturde, lo molesta pero entonces toca un punto que nunca debió tocar, uno remarca claramente quien traicionó primero, ahora si se lo piensan con un "se lo mereció"

—Tu maldito, te has metido con mi esposo, ¿Cómo cres que me siento? ¿De maravilla tal vez?— Contestó enojado el de cabellos grises a nada de volver a tomar al rubio para propinarle una buena golpiza. El rubio también harto intentaba contenerse, después de todo el maldito 'ejercicio' que Yuuri les había puesto no servía para nada.

—Ya mejor cállate viejo, de la rabia el cabello se te terminará callendo por completo— Replicó, golpeando donde sabía que la herida no sanaba. El ruso mayor pusó cara de tristeza y el más jóven de todos ahí sonrió de lado trunfante.

Después de estar triste unos segundos pensó realmente en algo para pinchar con fuerza el corazón de Yuratchka —Sin cabello y todo, pero siempre tendré algo que tú no— Sonrió, después se pusó a reír.

—¿Ah?— Le miró pensativo —¿Qué cosa una cabeza sin cabellos?— por las sonrisas de ambos parecía nada más que alguna broma entre amigos, pero los aires del lugar no dejaban duda de que realmente peleaban.
—No— Los ojos color cielo se encontraron con las preciosas esmeraldas denotando odio y trunfo —A Yuuri— una minima sonrisa de labios cerrados se coló en su rostro. El de ojos esmeralda con tristeza ladeó su cabeza intentando no mostrar su dolor.

Pronunció unas palabras casi inaudibles, el otro tocó el punto más sencible, no debía hacerlo.

—No te escucho, dímelo de frente ¿O es que me tienes miedo?— Se acercó un paso al rubio, él no retrocedió para nada, poco a poco volteó para mirarlo nuevamente.

—¡Viktor ya déjalo! No puede hacer nada sin molestarse, ya vimos que el ejercicio no funcionó, ya— Mencionó Yuuri al ver la cara destrozada y triste de Plisetsky, su corazón dolió, no quería ver a su amigo de aquella forma.

—No Yuuri, solo un momento— Le miró pidiendo permiso —No seas un cobarde Yuri, así como la tuviste para estar con Yuuri, tenlas para insultarme a la cara— Después se daría cuenta que debió terminar cuando Yuuri se lo pidió.

Le miró con odio infinito —¡¿Quieres saber que miérda dije, qué es lo que te quiero decir?! Te lo diré, yo tuve sexo con Yuuri y ya, casí me matas y no me defendí, pero ya me tienes harto, ¿Quieres saber? Pues mira, aunque estos años te trate como a un amigo te odio demasiado, tú idiota me robaste a Yuuri, yo no fuí quien se metió en su puta relación, fuiste tú quien se metió en la nuestra— Viktor comprendió y tragó saliva intentó calmarlo pero no lo logró —¿Ahora no quieres que hable verdad, pequeña mierda? bien sabes que Yuuri se enamoró de mi antes que de tí, bien sabes que yo también lo amaba y se lo diría, pero qué miérda hiciste, seducirlo en mi puta cara ese jodido día cuando sabías me declararía, el cayó en tus garras y se olvidó de sus sentimientos por mi, pensando que solo se había confundido y entonces se quedó contigo— Phichit se llevó su mano a la boca, el creía que Yuri jamás lo diría, pero ya lo había soltado como agua en casacada, Lee solo miraba la escena un poco molesto con Viktor al darse cuenta de lo que se había atrevido a hacerle a Plisetsky, mientras que Yuuri tenía los ojos agusos mientras se sorprendía más y más con cada palabra que escuchaba —¡Tú bastardo me lo robaste!— terminó para escupirle en la cara con odio, con el rostro rojo de rabia y algunas venas marcandose en su cuello. Jamás había estado así de enojado soltando tanta miérda sin importar nada.

—¿Es verdad eso Viktor?— Le miró Yuuri con un toqué de tristeza y otro de enfado.

El de cabellos grises intentó acercarse pero el nipón negó con la cabeza, se dio la vuelta y subió las escaleras rápido enfadado con el mundo. Phichit le siguió corriendo, para intentar calmarlo.

—¿Ves lo que hiciste?— Inquirió Viktor limpiándose el rostro con ira.

—Callate, fuiste tú quien me provocó, yo solo saqué la verdad— Enojado, le contestó. Tomó asiento de una vez al lado de Lee e intentó calmarse esperando a que Yuuri bajara en cualquier momento.

El peligris salió de la sala de estar y se dirigió a el cuarto de baño más cercano para limpiarse el rostro, esperando a que Yuuri bajara y entonces hablaran.

¿Cómo debía responder? ¿De qué manera? Ahora las cosas estaban más turbias de lo que se suponía debían estar. Él estaba embarazado y no sabía a ciencia cierta de quién, peor aun, ahora se enteraba de que Yuri también lo amaba en esos meses en los que se moría por siquiera estar cerca de él y decirle un bonito “Te quiero”, su Viktor había engañado a Yuri para quedarse con él y solo con ese engaño cambió completamente la historia.

Yuuri enfadado y con un tanto de tristeza intentó imaginar cómo sería su vida, si Viktor no lo hubiera enamorado. ¿Estaría con Yuri? ¿Cómo se le habría declarado? ¿Aun seguirían juntos?, ¿Cómo habría cambiado el cuento?

Imaginó, tal vez, al rubio declarándose descaradamente, lo dulce que habría sido el primer beso entre ambos, despertar al lado de Yuri, ser el dueño de sus sonrisas mas sinceras, vio en su mente incluso peleas que seguramente terminarían con besos. ¿Cómo habría sido estar con su hermoso Yuri? Suspiró un tanto melancólico.

—¿Estas bien Yuuri? No te debes alterar, podría afectar al bebé— Preguntó el tailandés tocando su aun plano viente a su lado, sentado también en la cama.

—¿Ya lo sabías?— Inquirió con los ojos muy abiertos, sorprendido.

—Yuri no dejó de gritar que tal vez sería padre— Rió suavemente recordado a su amigo.

—¿Él estába feliz?— Yuuri no se la creía, cuando hablaron por teléfono creyó que estába enojado o algo por el estilo.

—Demasiado, incluso leyó algunas cosas sobre el embarazo— Ambos rieron al imaginar a Plisetsky leyendo sobre el embarazo. —¿Ahora que sabes lo de hace rato... Qué harás?—

Suspiró y se levantó de la cama, demaciado calmado —Nada se puede hacer para cambiar las cosas ya, Phichit. Me enamoré de Viktor, no importa si estuve enamorado de Yuri, ahora lo quiero a él, con todo y sus estupideces— pasó sus manos por su cabello —Aunque me duele mucho por Yuri— salió de la habitación y tras el Phichit.

No habían tardado casi nada, afortunadamente para quienes los esperaban.

El nipón tomó las llaves de su auto y habló —Iremos con el doctor de una buena vez, pero al regresar hablaremos... Claramente—

...

"El hijo de Yuuri" | Yuuri on Ice |  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora