NARRA MARIANA
Luego de mi reencuentro con John decidimos de que nos iría a buscar a Sam y a mi a la salida del instituto.
Estamos en la última hora de clases. Ya había transcurrido el día escolar y estaba esperando que la clase de matemática terminara para poder ir con John.
En todo el día no volví a ver a Antonella, pero si a Jackson. Él me miraba de una forma diferente, no se describirla bien, igual no me interesa hoy saldré con mis dos mejores amigos a pasarla bien.
Sonó el timbre de fin de clases y empecé a guardar todo en mi mochila.
El salón estaba vacío, sólo quedábamos Sam, el profesor y Jackson.
El profesor salió y Sam se dirigió hacia mi.
—¿Qué haremos hoy? Estos días me aburro mucho.— dijo mi amiga pelinegra.
—No lo sé, creo que lo mejor seria ir a tomar unos helados y conversar que han pasado estos 3 años. Aunque nosotras dos ya sabemos que ha pasado por aquí.— dije sonriendo y guiñandole un ojo.
—Claro, bueno amiga voy al baño, espérame en la salida.— no pude responder que ya se había ido.
Termine de guardar mis cosas, tomé mi mochila pero cuando iba a salir alguien me impidió el paso. Jackson.
—Déjame pasar.— dije tratando de mantener la calma. No quería discutir con ese imbécil.
—No hasta que me digas quien es ese tal John.
Reí incrédula.
—¿Quién eres tu para pedirme explicaciones? A ti no debe importarte que hago en mi vida y quienes están en ella. Y te aseguro que tu no estas en ella. Pero si no te apartas y me dejas salir vas a ser el imbecil que deje sin bolas, ¿entiendes?— dije acercándome a él entrecerrando los ojos.
—O sino puedo ser el chico sexy que te besó—
¿Qué?
No pude responder que el ya estaba besándome con ferocidad.
¡EL MUY IMBÉCIL ME ESTÁ BESANDO! ¡Y NO ESTOY HACIENDO NADA PARA IMPEDIRLO!
Puse mis manos en su pecho y lo separé, antes de que pudiera decirme algo estampé mi mano en su mejilla.
—¡Ahora si déjame pasar imbecil!.— le grité mientras lo empujaba para pasar.
Llegué a la salida encontrándome con Sam y John.
—¿Donde has estado? Te esperamos hace rato.— mencionó la pelinegra.
—Luego te explico.— sonreí— hola John ¿todo bien?— lo saludé dándole un beso en la mejilla.
—Si, bueno chicas ¿A dónde vamos?
Con Sam nos miramos con una sonrisa traviesa —¡HELADO!— exclamamos ambas.
John empezó a reír. —Esta bien esta bien, vamos.
(...)
Bueno ahora estamos sentados en una plaza jugando con una pelota a "la llave". El juego consiste en que dos personas se ponen en frente con un considerable distancia y otra va en el medio de ambos. Los que están en los extremos se lanzan la pelota y el del medio tiene que tratar de atraparla. Si la atrapa, el que lanzó la pelota, tiene que ir al medio y así sucesivamente.
En este momento estoy en el medio. La pelota viene hacia mi.Por primera vez en tu vida vas a ganar algo.
Nicky, ahora no, estoy por ganar no arruines el momento.
Estaba por agarrar la pelota cuando escucho un grito.
—¡Sam! ¡Mariana!— dijo esa niña con la que ya he jugado muchas veces.
—Hola Abril, ¿Qué haces por aquí?— respondí mientras me agachaba para darle un beso en la mejilla.
—Es que mi mamá tubo que irse de viaje y me contrató un niñero.
—Y, ¿Dónde está tu niñero?
—Me fue a comprar un helado. Allá está, Nick, ven ven.— dijo la niña llamando a un chico.
OH MY GOD, ¡OH MI GOD!
Tiene un nombre parecido al mio, copia barata de mi.
Él es Nick y tu eres Nicky, no son iguales.
Lo mismo
Un chico castaño, el pelo revuelto, ojos marrones, cuerpo trabajado, y sonrisa perfecta creo que estoy exagerando ya.
Está levantando en sus brazos a Abril.
—Nick, ella es mi hermana Sam— dijo señanandola.— ella es Mariana, su mejor amiga, y él es...
—¿Ya no me recuerdas Brilsita?— dijo John agachandose a la altura de la niña.
—No, ¿quien eres?
—Cuando eras bebé yo siempre jugaba contigo, aunque eras muy pequeña para recordarme.
—¿John? ¡Si eres tú?— dijo abrazandolo.
—Si pequeña, soy yo.
Me acerqué a mi mejor amiga y le susurre en el oído— si este bombón es niñero de tu hermana voy a visitarte todos los dias.— ambas reímos.
—¿De que se ríen ustedes?— nos pregunta John viéndonos de manera divertida.
—De nada.— dijimos al unísono poniendo nuestra mejor sonrisa angelical
—Bueno basta de charla. Abril, ¿a dónde se fue mamá?— preguntó Sam.
—Creo que a Buenosaires.— respondió la pequeña.
Todos excepto ella empezamos a reír por lo que había mencionando.
—¿De qué se ríen?
—Cariño no es buenosaires, es Buenos Aires.— respondió Nick revolviendo el cabello de la niña.
—Está bien. Sam, Aylin me invito a jugar a su casa ¿puedo ir?— preguntó haciendo puchero.
—Bueno, Nick ¿la puedes llevar?
—Está bien, pero que alguien me acompañe porque no se donde es.— respondió el mencionado.
Es nuestra oportunidad de secuestrarlo.
Creo que si.
—Mari ve tú— dijo guiñandome un ojo.
—Bueno, vamos Abril, adiós John.
(...)
Estamos llegando a la casa de Aylin y en todo el trayecto hubo un silencio demasiado incómodo.
Llegamos y despedimos a Abril. En el camino de regreso me tropecé y Nick me sostuvo para no caerme; nuestros rostros estaban muy cercas, ambos mirábamos los labios del otro, decidí interrumpir ese momento.
—Gracias.— dijo con una sonrisa
—No hay de que bonita.— dijo guiñandome un ojo.
VOY A MORIR AHHHH PORQUE ES TAN HERMOSO.
Hormonas tranquilas.
Y seguimos caminando hasta mi casa.
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Nuevo capítulo espero que les guste.
A.L♡
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¿Diferente Al Resto?
Teen FictionTodas las chicas enloquecen en la presencia de un chico. Se arreglan y coquetean. Yo no soy una de ellas, no soy de enamorarme de un chico. No entiendo porque la mayoría de las chicas ven a un chico una sola vez y creen que es el amor de su vida. Me...