NARRA JACKSON
-¿Qué? ¿Cómo que te volverás a casar? ¿Acaso nuestra opinión nos te importa? -espeté enojado.
-Lo siento, hijo. Pero ya esta hecho y estoy muy feliz por hacerlo.
-Ni siquiera conocemos al hombre. -negué con la cabeza- ¿¡CONFÍAS TAN POCO EN NOSOTROS!? -dije al borde del llanto.
No lo entiendo. De la nada mi madre dice que se va a casar. No estaba enterado que ella estaba en una relación. Creí que tendría confianza en mi, pero al parecer estuve equivocado.
Ella me dedicó una mirada triste y suspiro.
Un silencio de varios minutos se formó en la habitación. Un silencio que yo no estaba dispuesto a romper. Necesitaba pensar.
Me levanté bruscamente de la mesa y busqué una chaqueta. Me dirigí a la puerta de mi casa y salí hacia el jardín.
-Jackson ¿a dónde vas? -quizó saber mi pequeña hermana.
-Voy a tomar un poco de aire. Tú quédate y ve a dormir. En un rato vuelvo. -me agaché hasta su altura y deposité un beso en su frente.
-Te quiero Jack. -mencionó e ingresó hacia casa.
Te quiero.
Uno de los pocos te quiero sinceros que me han dicho. Ese y el que ella me dijo.
Ella.
¿Cómo habrá pasado la navidad?
Tendría que haberla saludado.
Una idea cruzó por mi cabeza y la voy a realizar.
Comencé a caminar rumbo a mi destino. Mis manos en cada bolsillo, mi mirada estaba puesta en el suelo y mis pies seguían el mismo ritmo de siempre.
De un momento a otro ya había llegado.
Ahí estaba parado. De pie frente a la puerta del hogar de Mariana.
Ya vete de aquí.
¿Otra vez tú?
Siempre estoy contigo.
Okay Grillo. ¿Qué quieres decirme?
Vengo a darte un recordatorio y un consejo. Desde que llegaste al hospital -o donde volviste a tener conocimiento- no paraste de pensar en ella. Ella quiere jugar contigo, quiere que empieces a tener sentimientos por ella y cuando se los demuestres ella te humillará.
Ella tiene novio.
¿Piensas que va a ser fácil contigo? No. El novio es para que tú pienses que no quiere que sientas algo por ello más allá de la amistad. Si crees en eso estas cayendo en su trampa.
Puede que tengas razón. Algo está creciendo dentro mío, todavía no se bien que es, pero no quiero que llegue a formarse. Con ella no quiero tener ni una amistad. Ella no es nada para mi.
Ese es el punto. No le des el gusto de poder enamorarte de ella. Y recuerda: ella se arrepentirá de hacerte esto.
Cierto. Mariana Crowell, lamentarás querer jugar conmigo.
Escuché que unos pasos se acercaban a la puerta por lo que me escondí detrás de un árbol lo semejante grande para que nadie me vieran desde allí.
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¿Diferente Al Resto?
Teen FictionTodas las chicas enloquecen en la presencia de un chico. Se arreglan y coquetean. Yo no soy una de ellas, no soy de enamorarme de un chico. No entiendo porque la mayoría de las chicas ven a un chico una sola vez y creen que es el amor de su vida. Me...