Parte 5

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Violeta

Maldición, nunca se me pasó por la cabeza que Julieta pudiera ver lo que pasó. No se que hacer, por un lado es cierto, no soy la mejor en cuanto a relaciones serias, pero me siento muy distinta estando con ella, además de que ella es muy especial, no es como nadie que haya conocido antes.

Violeta: Tengo que explicarle.

Renata: ¿Explicarle qué? Debes de decidir, estas dispuesta o no a tener una relación seria?

Violeta: Yo... podría intentarlo.

Theo: Hazlo o no lo hagas, si lo vas a intentar probablemente falles y termines lastimando a mi amiga – no me di cuenta en qué momento Theo se había integrado a nuestra conversación.

Yaz: ¿Disculpa? Esta es una conversación pri-va-da.

Renata: Alto, no discutan, Theo tiene todo el derecho de opinar, es su amiga y así como nosotras nos cuidamos entre nosotras es natural que Theo quiera cuidar a Julieta, y lamento decirlo, pero en este caso coincido con él, Violeta, si no vas a estar como se debe con ella mejor cada quien jale para su lado.

Violeta: ¿Creen que no lo se? Yo... yo solo tengo que hablar con ella. – Después de eso cada quien se fue para sus casas. Tenía una fiesta en la noche, pero decidí no salir para quedarme a pensar qué iba a hacer con Julieta, me gusta, y me gusta mucho, pero nunca he tenido una relación formal, no se si estoy lista o si esas cosas me van, además de que no tengo experiencia y seguro lo arruinaría todo. Y también está el asunto de Liz. Supongo que lo mejor será alejarme de ella, pero se lo debo dejar claro, aunque no quiera.

Al otro día salí hacia su casa y me detuve justo fuera de su puerta, invadida por los nervios, de pronto comencé a escuchar música y una bella voz cantar, cuando terminó me decidí por fin y toque el timbre.

Sentí horrible ver que tenía lágrimas en los ojos, en ese momento lo supe, no quería ser yo quien la lastimara, así que definitivamente tenía que alejarme, comenzamos una plática normal pero ella insistía en preguntarme por qué estaba en su casa, le expliqué que lo de aquella chica no había sido nada, tenía las intenciones de decirle como me sentía con respecto a ella, pero era difícil explicarle, así que tuve un gran impulso de besarla, la puse contra la pared y estaba a punto de besarla, pero me arrepentí, ella pensó que era por rechazo, cuando en realidad era para que yo no le hiciera daño, así que tuve que aprovechar.

Violeta: ...vengo a despedirme.

Julieta: ¡¿Cómo?! Que... de qué hablas, ¿por qué? – no podía verla a los ojos.

Violeta: Mira, me salvaste la vida y te dije que te debía una, así que por ese favor que te debo te voy a decir la verdad, solo jugaba contigo, hago eso con las personas hasta que logro tener lo que quiero y luego las desecho, pero luego comenzaste a encariñarte conmigo y mejor antes de que pase algo más te dejo las cosas claras, no quiero nada contigo.

Me sentí una basura cuando le dije eso, pero a pesar de ser una mentira, sabía que sería la única manera de hacer que se alejara de mí, por qué personas tan bondadosas como ellas insisten en acercase a rescatar a personas tan podridas como yo, ella no merecía pasar por más sufrimiento.

Julieta: Ya... ya veo – dijo con un nudo en la garganta, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, nos quedamos en silencio por un momento que se me hizo eterno – gracias.

Violeta: ¿Cómo?

Julieta: Gracias, por decirme la verdad – tragó saliva y dio un gran suspiro – creo que... necesito que te vayas de mi casa. – su expresión más que de tristeza era de seriedad o enojo, no sabría descifrar exactamente qué estaba pensando en ese momento.

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