Min YoonGi se sentía agobiado. La cita que tuvo con su pareja, para celebrar sus tres meses de noviazgo, había salido como el demonio.
Todo comenzó con el simple reproche, por parte de la pareja del blanquecino, con respecto a que YoonGi no le quería dar su número de celular, a pesar del tiempo que llevaban de pareja, logrando que ambos se gritaran cosas que no tenían nada que ver con el origen de la discusión y terminaron hechados del lugar por pertubar la paz.
YoonGi entendía que el pobre ya estaba cansado de tener que llamar a su casa y ser atendido por la señora Min, teniendo que fingir que solo lo llamaba con cualquier motivo inventado al azar, puesto que la madre del blanquecino aún no sabía que tenía yerno y mucho menos que su hijo era homosexual.
YoonGi aún no le contaba a sus padres, ni siquiera a sus amigos sobre su noviazgo, solo había una persona cercana a él que conocía sobre su relación y eso desató la furia del menor que, hasta el momento, se estaba callando todo por el bienestar de ambos en la pareja, logrando que estallara y le hechara en cara una y mil cosas que, el blanquecino, hacia mal para con él y al final terminaron dandose un tiempo, para aclarar las cosas.
YoonGi, no quería ser un cretino con el menor. Era algo que se el escapaba de sus manos. Su pareja era muy sentimental y él, a pesar de ser acusado por uno de sus amigos de ser la pasiva más grande de toda Corea de Sur, en las relaciones se volvía un idiota insensible. Simplemente pasaba y eso cansaba a todos los que se le acercaban con intenciones de ir más allá de solo una noche.
Sumado a esto, la inspiración se le había esfumado. No sabía que escribir y cada vez más el buzón de mensajes se le llenaban con más y más peticiones de actualizaciones. Pero tampoco quería actualizar cualquier tontera.
Se sentía frustrado, ahora mismo ni siquiera podía pasar la comida por su garganta por sus preocupaciones. Lo único bueno que le venía pasando era él hablar con aquel muchacho de mejillas regordetas, que le parecía lo más hermoso y adorable del mundo.
— Buenas noches YoonGi — le dijo su padre.
— Buenas noches mi niño, que duermas bien — le dijo su madre luego de haber finalizado la cena. La mujer había notado extraño a su hijo, pero no quería agobiarlo con su instinto de mamá gallina de siempre. Además de que no quería llamar la atención de su esposo, que siempre le decía que lo mimaba demasiado.
— Buenas noches, que duerman bien — se despidió y subió a su cuarto.
Se duchó y se puso su pijama dispuesto a dormir, pero la notificación de un nuevo mensaje le hizo debatir entre leerlo o no.
Con toda la pereza del mundo tomó su celular de su mesa de noche y lo desbloqueó. Jiminnie... Pensó mientras una sonrisa se le dibujaba en su rostro.
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Jiminnie
Hola hyung, ¿Cómo está?
¿Está despierto?
YoonGi
Hola Jiminnie, no podía dormir ¿Y tú?
¿Aún te sientes mal?
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Realmente se preocupó. No conocía al que engaño y emborrachó a Jimin, pero sabía que lo golpearía por ello.
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'El Escritor' • YoonMin | Completo✔
Fiksi PenggemarMin YoonGi de 18 años, es un famoso escritor en el mundo de las fans de Kpop, en especial de las temáticas Yaoi. Park Jimin de 15 años es un fanboy del Kpop. Ama leer fanfics en la famosa aplicación llamada "Wattpad" en especial los de "TuAzucar-beb...