Normalmente la vida real supera a la ficción y no precisamente en los finales felices, sino que, como yo siempre había creído, llega un momento en que el bienestar se turba y comienza de nuevo una ardua escalada, que parece aún más angustiosa que cualquier ascenso a la cima previo.
No me equivocaba al tener miedo de que algo malo podía suceder, pues muchas personas viven para envidiar a otras y consagran su existencia a la carrera de la mala fe: criticar, intentar estropear la vida a los demás y provocar angustia son las asignaturas escogidas por los acosadores. Nuestra tranquila existencia dejaría de serlo debido a estas personas carentes de todo tipo de vergüenza y lo que es peor, carentes también de aquellos que deben imponérsela.
Tan desagradable tema la encontró al doblar la esquina, cuando una mano conocida le rozó el hombro mientras le indicaba preocupada: -tenemos que hablar contigo. Es importante. Ella se paró en seco, ¿sobre qué asunto debían hablarle? No tuvo miedo puesto que la voz pertenecía a una de sus amigas, sin embargo la dejó intranquila de todas formas.
-Sabemos que va a dolerte, Cecilia, pero tenemos que decírtelo. Ambas nos consideramos tus amigas, y suponemos que de estar nosotras en tu situación nos lo habrías comentado. Raquel habló con fingida serenidad, pues su estómago también se estaba deshaciendo a causa de los nervios.
-Id al grano,chicas. Les suplicó ella en ascuas. Necesitaba que le dijeran de una vez por todas que era lo que había venido a alterar su nueva vida, tan bella y feliz que en unas ocasiones le parecía un filme y en otras sentía como completamente real, aunque los dos sabíamos que, como yo bien decía, tal vez no duraría demasiado.
-Han vuelto las críticas en Internet.-Se adelantó de nuevo Olga.-Y en esta ocasión el objeto de sus burlas no sois únicamente tu padre y tú: sino él también. Cecilia intentó hablar pero solo consiguió despegar los labios emitiendo un leve sonido. ¿Fernando? ¿También tenían que criticar a alguien a quien ni tan siquiera conocían? ¿Por ser su pareja?
-No...No puedo permitirlo. ¡No puedo permitir eso! Consiguió decir pasados unos minutos mientras se hacía cruces de pensar que la estabilidad se había roto. Otra vez volvía a suceder lo mismo. ¿Sería por qué la historia se compone de crisis cíclicas, totalmente previsibles por tratarse siempre de lo mismo?
-Nosotras no pretendemos disgustarte,Cecilia, pero tampoco podíamos permanecer calladas sabiendo una cosa semejante. La susodicha asintió agradecida agarrando el mentón con una mano. Gracias a ellas podría poner remedio al asunto, aunque la solución fuese casi más dolorosa que las propias críticas. No eran más que viles infamias éstas últimas, puesto que todo lo que algunas personas se habían empeñado en reflejar escribiendo en una red social no eran más que puras mentiras, patrañas inventadas por individuos cuya vida carecía de valor alguno y se sentían inferiores a su blanco.
Raquel prosiguió con su explicación. -Si lo hiciéramos no podríamos considerarnos amigas tuyas. Bien sabes que estamos en contra del maldito bullying, por lo que es lo mínimo que podemos hacer: avisarte de algo tan grave. Además, hemos traído las pruebas con nosotras. Si te sientes con fuerzas de contemplar tan absurdos pero dañinos comentarios, te los enseñaremos aquí mismo...
Los comentarios estaban formados por un conjunto de palabras, conectadas con muy mal gusto entre sí y subidas a la red, por las manos de unos demonios de instituto incapaces de olvidar a la persona a quien tanto daño habían hecho durante años. Esos diablos con ratón y teclado no dudaron en invertir sus primeros momentos de vacaciones en calumniar a diestro y siniestro. Como muy bien nos había explicado Olga, no dejaban títere con cabeza cuando alguien no compartía su modo de ver la vida.
-Nunca los creí capaces de llegar a meterse con Fernando por ser tu novio, Cecilia.-Se indignó Olga hasta el punto de comenzar a patear el suelo desesperada. No alcanzaba a comprender la envidia, estúpida motivación y deporte nacional, que había llevado a sus antiguos compañeros a seguir erre que erre, tras su salida del centro de estudios secundarios.
-¿No pueden comprarse una vida propia qué ya hablan de Fernando? ¿No les bastábamos Papá y yo? Muchas gracias por haberme avisado,chicas. Sé como poner fin a todo ésto por mucho que me duela.
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La chica del banco.
Teen FictionCecilia es una chica con la que nadie habla.La causa, una historia que circula en la ciudad:su padre es un vampiro que ha matado a su esposa,la madre de Cecilia. Todo es igual hasta que comienza la Facultad.Momento en que las cosas empezarán a camb...