Me mantuve callado unos minutos mientras Roberto me miraba sin el afán de provocarme mayor disgusto. La vida de Cecilia ya me había dejado sin palabras, por lo que él no quería agobiarme más de la cuenta. Al cabo de esos minutos volví a hablar -ya se lo he dicho,pero tengo que volver a hacerlo: siento mucho todo lo que me ha contado...Pero aún hay algo que me come el alma. Sé que sino se lo digo no podré seguir viviendo con ello...
Roberto continuó-me parece que es el momento correcto para cambiar de tema. ¿No crees?
-Como usted quiera...
-Sé que lo que realmente te interesa es conocer el por qué de la desaparición de Cecilia. Tranquilo: está bien,aunque no se siente con fuerzas para volver a la facultad...Hoy mismo me ha dicho que tenía ganas de marcharse de esta ciudad y, debo decirte que la entiendo. Todo lo que ha vivido para su corta edad no es lo propio y, la ha aburrido.
-Lógicamente-Afirmé atento. ¿Quién no habría terminado por aburrirse? ¿Quién no habría sentido ganas de abandonar una ciudad en la que no ha hecho más que sufrir?-¿Pero y yo? Le pregunté sereno. ¿Había hecho algo yo qué había disgustado a su única hija?
-Ella te quiere, Fernando. Nunca lo dudes, nunca.
-¡Lo sabía!-Exclamé eufórico.-¿Cómo iba a dejar de quererme de la noche a la mañana? ¡Era imposible,un sinsentido!-Roberto rió y,seguro que por su cabeza pasó la solución. Como padre de Cecilia, ver a su hija sufriendo una vez más, no hacía otra cosa que quitarle un pedazo de vida a él también. Por lo tanto, si todo volvía a ser como antes tres personas recuperarían la felicidad perdida: Roberto, Cecilia y yo.
-Precisamente te abandonó porque te quería. Dos de vuestras amigas de la facultad le mostraron todo aquello que, sus antiguos compañeros habían hablado de ti. Y ella te quiere tanto que,no pudo soportar ni tan siquiera la idea de que sufrieras lo mismo que había vivido ella: ser criticado y vilipendiado como fuimos ambos. Según me contó, la inspiración le llegó en ese mismo momento. Te llamó,quedó contigo y,se fue directa al final de vuestra relación: había decidido dejarte. Así quienes nos criticaban se olvidarían de ti.
-¿Hizo eso por mí? ¿Renunció a la felicidad por mí?-Roberto asintió a la par que bajaba la mirada. -Sí, Fernando. Para ella tu felicidad es la suya ¡no existe ninguna otra! Y...ahora que lo sabes todo, en tus manos está el futuro. Eres libre para hacer lo que quieras. Espero que esta charla no te amilane, porque no se encuentra dentro de mis pretensiones.
Un vuelco del corazón me hizo sentirme la persona más egoísta del planeta. ¿Cómo había podido pensar que Cecilia se había burlado de mí? ¿Por qué no había intentado buscar más allá? Ahora que conocía la verdad, nada podría destrozar nuestra historia, no podría porque no estaba dispuesto a permitirlo.
-Pero tengo un problema, Roberto.
-¿Cuál?
-¡Cecilia no me coge el teléfono!
-Tranquilo, seguro que ahora responderá a tus llamadas. Sois demasiado jóvenes todavía como para renunciar a la vida que os merecéis y que, tal vez os tenga reservada el destino.
-Podrá tildarme de pesado pero tengo una pregunta más que hacerle, esta vez referida a todo lo que han dicho sobre su familia en las redes sociales.
-Como ya te he dicho-me recordó con amabilidad-no tengo nada que ocultar,así que también voy a responderte a esa pregunta, chico.-Mientras tanto, yo asentía expectante.-La primera vez que hablaron de nosotros, Cecilia tenía catorce años. ¡Lo que se dedica a hacer la gente de hoy en día a esas edades! Hasta no hace mucho tiempo, a los catorce años seguías jugando y divirtiéndote con asuntos muy distintos.-Comentó algo cansado, seguramente por todo lo que había tenido que ver y vivir a lo largo de su vida,aunque no parecía importarle demasiado de no ser porque se trataba de su hija.-A mí no me importa lo que me digan,pero nunca podré soportar las burlas y el maltrato hacia Cecilia. Hablaban de la muerte de su madre, me insultaban a mí y a ella le dedicaron todo tipo de palabras menos las bonitas...
-¿Y los denunció? Roberto negó con severidad. -No, y no porque no quisiera,sino por unos padres que no se merecían verse envueltos en problemas judiciales, a causa de "esos bichos" que tienen,para su desgracia,por hijos...
Se me escapó la risa tras su ocurrencia. Desde luego "bichos" era la denominación exacta,aunque una cucaracha seguro que habría sabido ser más bondadosa.
Salimos del establecimiento y nos despedimos cordialmente. -Espero que tengas suerte, Fernando. Creo que ya he hecho todo cuanto estaba en mis manos, ahora os toca a vosotros. Tomaos el tiempo que necesitéis, porque tal vez todas esas habladurías de verduleros os han dejado fuera de juego.
-Gracias a usted. Espero que no le haya parecido un atrevimiento mi visita,pero no podía hacer otra cosa.
-¡Hasta la próxima! Estoy seguro que volveremos a vernos. Rió y, acto seguido, me comentó que volvía al trabajo, sino a saber lo que podía suceder en la oficina.
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La chica del banco.
JugendliteraturCecilia es una chica con la que nadie habla.La causa, una historia que circula en la ciudad:su padre es un vampiro que ha matado a su esposa,la madre de Cecilia. Todo es igual hasta que comienza la Facultad.Momento en que las cosas empezarán a camb...