Capitulo 21:

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Era un jueves por la mañana, nos encontrábamos en el consultorio del señor Mitch Henderson.

-Los medicamentos lo vuelven más agresivo, pero calman sus pesadillas y la ansiedad, ¿no habrá otra alternativa doctor? ~pregunté preocupada.
-No podemos quitarle los medicamentos tan pronto, sólo disminuirá la cantidad para que no caiga en una crisis y así irá hasta que no se le administre nada, es recomendable que esté al pendiente de él en estos días.
-Gracias doctor, no sabe cuanto me alegra eso ~susurró Oliver.
-Por cierto, debes de ir buscando formas para tratar tu ansiedad, como hacer algo que te guste mucho, para que distraigas tu mente y no dependa tanto del medicamento, también es recomendable que hagas ejercicios de respiración cuando esta vuelva.

Después de que terminara de escribir la receta y de despedirnos, salimos de ahí y abordamos el auto.

-______ ~dijo llamando mi atención.
-¿Sí?, Oliver.
-¿Te iras de casa? ~preguntó temeroso.
-No lo sé, no lo creo ~susurré.
-Perdona por todo, yo no quise lastimarte.
-Olvídalo Oli ~sonreí tomando su mano.

En todo el camino a casa hubo un silencio cómodo, en cuanto llegamos obligue a Oliver a tomar las pastillas y a que fuera a dormir.
Por mi parte salí al patio trasero a contemplar la hermosa tarde, las nubes se avecinaban, el viento frío comenzaba a hacerse presente, anunciando una pequeña tormenta.
Estaba tan concentrada observando el cielo cuando alguien cubre mis ojos, traté de quitarlo pero no pude.

En mis intentos absurdos lo golpee haciéndolo caer sobre mi, era Jordan quien ahora me estaba aplastando.
Reímos a carcajadas y cuando volteó a la casa, Oliver estaba observándonos con el ceño fruncido.
Sabía que tendríamos otra discusión, gire mi rostro de nuevo al cielo y deje salir unas cuantas lágrimas.
Jordan lo notó y me cuestionó sobre eso, yo le dije que n eran lágrimas, que eran pequeñas gotas que habían caído en mi rostro.

-Rayos, la ropa ~gritó corriendo y entró a casa.

Yo sólo me límite a sonreír y agradecer por la lluvia que ahora caía, entré a casa y subí a la habitación de Oliver, él se encontraba abrazando a su almohada.

-¿Qué sucede?, ¿te encuentras bien?
-Sólo, sólo no quiero que te alejes de mi, ______.
-Oli ya hablamos de esto, no tienes porque preocuparte.
-Lo sé, pero soy un maldito inseguro, no quiero perderte a ti también, joder, esto me pone muy mal.
-Tranquilo, Oliver, has lo que dijo el doctor, respira hondo y suelta el aire un par de veces, ¿sí?
-Vale ~dijo nervioso.

No podía darle más pastillas, necesitábamos encontrar una forma para calmar su ansiedad.
-Tengo hambre ~susurró tocando su barriga.
-Iré por algo de comida, ¿estarás bien?
-Sí ~sonrío.

Baje corriendo a preparar algo y cuando termine lo deje todo en una charola y subí, al entrar a la habitación Oliver estaba dibujando, se le veía tranquilo.

-Ya está la comida ~susurré.
-Oh, gracias ~sonrío levantándose.
Se acomodó en la cama y comenzó a comer.
-Gracias por todo pequeña bebé.
-No agradezcas Oliver, lo hago con amor.
-Lo sé ~me besó.

Terminó de comer y yo me levanté, abriendo la ventana para que entrara un poco de aire fresco, me quede ahí observando el agua caer.
Oliver se colocó al lado mio y pasó su brazo por mi cintura, lo volteó a ver y éste me roba un beso.

Creo que las cosas están mejorando entre los dos, espero y pronto pueda recuperarse.

No Me Dejes AhogarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora