Capitulo 29: Final.

174 14 10
                                    

Mi vientre comenzó a abultarse, sabía que estaba esperando un bebé, de todas formas necesitaba ir al médico para ver como iba mi embarazo.

Habían pasado ya seis semanas de lo sucedido con Oliver, de no ser por la nueva vida que llevo cargando en mi vientre, ni siquiera sabría que sería de mi, lo más seguro es que ya no estuviera viva.

Había descuidado mucho mi apariencia de nuevo y además aún sabiendo del bebé, ni siquiera me estaba alimentando bien, sólo quería acabar con todo de una vez.
No me había ido de Sheffield, sólo me mude casi a las afueras de la ciudad, aún no tenía los recursos suficientes para poder irme lejos y Lee era quien me proporcionaba el dinero, en cuanto nazca mi bebé me iré lejos y regresare todo el dinero a mi hermano.

Hace días me enteré que Oliver se iba a casar con Hannah. Me dolió mucho, como no tienen idea, es estúpido porque sigo sufriendo por alguien que ya bastante daño me ha echo y aún así no puedo olvidarlo.
Al momento que me enteré no pude soportarlo... primer intento de suicidio, corté mis venas.
Por casualidades de la vida Lee llegó a visitarme y me encontró medio inconsciente. Desde ese entonces me tienen vigilada para que no vuelva a atentar contra mi vida y para que pueda crecer sanamente mi hija.
¡Sí, estaba esperando una niña!

Los días pasaban lentamente, no sabía si iba a poder soportar esta amarga agonía, trataba de mantener mi mente ocupada en otra cosa que no fuera esa horrible escena o el matrimonio de Oliver.
No podía entender en como tan sólo días de su reconciliación ya se iban a casar, y yo que estuve años a su lado, lo apoyaba y estuve ahí en sus peores momentos, siempre me lastimó, me hacía sentir menos, me despreciaba; supongo que todo eso me lo gane por estúpida, por saber como era desde un principio y seguir aferrada a algo que me lastimaba y aún lo sigue haciendo.

Nunca pensó en mi, no como yo lo hacía en él. ¿En que momento me enamoré así de ti Sykes?, ¿por qué no puedo olvidarte?
Todos los días, a cada momento surgían nuevas preguntas que me atormentaban, no era posible que yo siguiera sufriendo y él estuviera feliz de la vida con la puta, digo, con Hannah.
Pronunciar sus nombres me daba un asco tremendo.

Los meses transcurrieron, trataba de mantenerme tranquila y pensando en un lindo futuro junto a mi pequeña hija, Lee cada que podía me visitaba, le había pedido que no dijera nada de mi y de mi pequeña.
No salía de casa a menos que fuera al súper que estaba a una cuadra de mi hogar; me aparte de las redes sociales, esta vez si que no quería que nadie supiera de mi y yo no saber de nadie.

Un viernes si no mal recuerdo salí para comprar lo necesario, pues estaba a días de dar a luz, caminaba por el centro comercial, compre muchas cosas y me encontré con Jordan.
Me acompaño a diferentes tiendas y estuvimos hablando, no pude negar lo ya notorio, también le dije que el padre era Sykes. Él me aconsejo que se lo dijera pero yo ya no quería nada y mucho menos de Oliver.

Seguimos caminando y al pasar por una tienda de vestidos de novia, vi a Hannah, se estaba probando un vestido.
Tantos meses me trataba de mantener tranquila, sólo para que en unos cuantos segundos todo esfuerzo se fuera a la basura.

Comencé a transpirar, sentía que el aire se me iba, Jordan lo notó y me llevó a sentar a unas bancas.
No estaba bien, mi vista se fue nublando y sentía mi corazón latir fuertemente.
A lo lejos los vi, las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas rápidamente, me levanté, fue un gran error, sólo di unos cuantos pasos y caí al suelo, ya no supe más de mi hasta que desperté en el hospital.

Gracias al cielo todo había salido bien, de ahora en adelante tenía sólo una cosa en mente, seguir adelante.
Sé que esto no lo superare pronto, pero con todo el esfuerzo saldré adelante. Ya no sólo pensaría en mi, tenía alguien más por quien hacerlo.

No Me Dejes AhogarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora