Epílogo.

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Me quede en Sheffield exactamente un mes y después me fui a vivir a New York, conseguí un trabajo en la empresa de mi padrino Joseph, en cuanto recibí mi primera paga devolví parte del dinero a mi hermano Lee.

A pesar de que tenía una hermosa vida por delante con mi niña, las cosas no iban bien en mi mente, no me sentía bien viviendo, quería acabar con todo y la decisión "ya estaba tomada" pero aún dudaba de que hacer.
No quería dejar a mi pequeña sola pero tampoco quería seguir sufriendo.
Mientras el tiempo seguía transcurriendo me daba cuenta que no podía dejarle, como madre necesitaba de ella y ella de mi.

Mi apariencia se fue deteriorando más y más, mis padres se preocuparon mucho y de no ser por ellos no sabría que hubiera pasado de mi hija, pues, estuve internada por más de un mes gracias a mi estupidez de que no me alimentaba ni dormía bien. Mi realidad era confusa, pues ya no sabía que cosas habían sucedido de verdad y cuáles se generaban en mi mente. Muchos de mis "recuerdos" fueron sólo pesadillas o eso creo. No sabía que me estaba sucediendo.

En cuanto salí los chicos fueron a visitarme, pensé que sólo serían ellos pero me di cuenta que en la entrada de la casa de mis padres estaba Oliver.
Un nudo en la garganta y en el inicio de mi estomago se hicieron presente.
Comencé a temblar y llorar, fui a mi habitación sin contestar a ninguna pregunta de los chicos y me deje caer boca abajo sobre mi antigua cama.

Mis padres habían salido con mi bebé, así que no habría el porque dar explicaciones sobre ella, gracias al cielo Jordan ni Lee preguntaron por ella.

Todos entraron a mi habitación, no me quise mover, preferí seguir dando la espalda, también estaba ella, Hannah estaba en mi habitación y no sabía el porque...

-No quiero hablar con nadie, estoy muy agotada ~susurré.
-No quiere verlos chicos, vámonos no pierdan su tiempo ~dijo Hannah.
-Tu cállate ~contestó Matt Nicholls.

Cerré los ojos con fuerza, quería que se fueran pronto, no podía soportar su presencia en mi habitación.

-____, ¿no vas a hablar? ~preguntó Lee preocupado.
-Sólo quiero descansar, perdón pero será mejor que vengan otro día, no tengo ánimos de nada ~dije sonando tranquila.
-Esta bien, cuídate mucho ____ ~dijo Jordan.
-Nos vemos pequeña ~susurró Matt Kean.

Seguí en la misma posición que antes y a los minutos sentí como en la esquina de mi cama se hundía, después sentí su mano sobre mi pierna, la cuál acariciaba lentamente, su tacto dolía, quemaba.

-¿Por qué te has echo esto? ____ tu no eras así, ¿en que te convertiste?
-Sabes perfecto que todo es tu culpa, debiste decir desde un principio que sólo era un pasatiempo para ti.
-Nunca lo fuiste pequeña.
-Mis recuerdos de esa noche no dicen lo mismo ~dije dolida.

Se quedo callado por un largo momento y después su mano tocó la mía, de inmediato la aparte.

-¿No vas a voltear a verme?
-¿Para que quieres que lo haga?, ¿para que te sigas burlando de mi dolor?
-Sabes que yo no haría eso.
-Lo hiciste antes, ¿por que ahora no has de hacerlo?
-Por que te amo.

Guardé silencio y volteé rápidamente a verlo, él estaba llorando, su mirada era suplicante y llena de dolor.

-No te creo ~dije llorando.
-Es la verdad, te amo como no tienes idea, desde que te fuiste comprendí que lo perdía todo.
-Entonces porque sigues con ella.
-Porque también la amo.
-No puedes amar a dos personas a la vez, si vas a seguir haciéndome sufrir, vete, no quiero saber más de ti Sykes.
-No lo hago por hacerte sufrir, me duele que estés así y más sabiendo que es por mi culpa, duele ver sufrir a la persona que amas con toda tu alma.
-Vete, te vas a casar con ella y vienes acá a decirme esto, ¿que acaso no te fue suficiente todo el dolor que me causaste esa noche?

Me levante, él hizo lo mismo y me besó, con todas las fuerzas que tuve lo saque de ahí, ¿como se atrevía a decir eso y aparte besarme después de todo el dolor que me había causado?

No sabía que hacer estaba muy desesperada, nerviosa y angustiada, no sabía el porque.

Faltaba sólo un día para su boda, en mi mente divagaban muchos recuerdos, preguntas y palabras de él.
No soportaría saber que él en unas cuantas horas ya estaría casado con ella, que compartirían el resto de su vida juntos.

Me acerque a la cuna y vi a mi hija durmiendo tranquilamente, las lágrimas no tardaron en salir y di un besito en su frente, caminé hacía la mesita de noche y saque una cajetilla, tome un cigarrillo y lo encendí, lo llevé a mi boca y di una gran calada, tomé un cuaderno, una pluma, salí por la ventana y subí al techo de la casa de mis padres.

La luz de la luna era la única que iluminaba las calles de aquella noche fría y solitaria.
Seguí llenando mis pulmones de aquél humo tóxico, lloré todo lo que mis ojos me permitieron.

Cuando me calme comencé a hacer una parte de mi plan.
Escribí una carta para Sykes.
En cuanto la terminé la guarde en un sobre, por la mañana esa misma carta estaría entre sus manos.

Entré en la casa y tomé las llaves del auto, subí a éste y fui a casa de ellos, aún seguían viviendo todos juntos.
Estando afuera llamé a Jordan y bajó, le entregue la carta y le pedí que se la diera a Oliver y que no la leyera, el sólo acepto y me despedí.

Regresé a casa y me dispuse a dormir al menos un poco, pues fue un viaje largo, mañana las cosas cambiarían por completo.
Mi decisión ya fue tomada y no creo que haya algo o alguien que la cambie por completo, tal vez les causaría mucho dolor a algunos a mi alrededor pero sería lo mejor, ya no quería seguir viviendo así.

Sólo esperaba que todo saliera bien.

No Me Dejes AhogarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora