Capitulo 28:

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Las siguientes giras ya no pude acompañarlos, tenía que estar en la empresa de mi padre ayudando con lo que me pidieran.

Poco a poco fui sintiendo como Oliver se fue distanciado de mi. No le tomé mucha importancia pues pensaba que era por que su mente se mantenía muy ocupada con todo sobre la banda.

Pero llegó un día, volvimos a discutir, de la nada él comenzó a reclamar cosas sin sentido, me terminó.
Yo no sabía que estaba sucediendo exactamente en ese momento, simplemente decidí quedarme en mi habitación, no entendía nada; pasó una semana y él no me hablaba, ni siquiera me miraba, apenas entraba ya sea a la cocina o la sala y él salía rápidamente, como en los primeros días que llegué a esta casa.

Estaba hablando con Lee sobre lo sucedido, le dije que estaba a punto de irme y salí de su habitación, en el pasillo me encontré a Oliver y éste me abrazó, me besó y yo como tonta caí rendida a sus pies, terminamos en la cama, no me había dado cuenta antes pero sólo me utilizaba para el sexo.

Al terminar me sonrió y besó mi frente, se levantó de la cama y fue hacía el baño, yo sólo me quede completamente dormida.
A la mañana siguiente él no estaba en la habitación, entré al baño a darme una ducha y después bajé a preparar el desayuno para los chicos, nadie sabía donde se encontraba Oliver, lo llamé un par de veces y en ninguna contestó.
Suponía que estaba en su tienda viendo algunas cosas de la nueva mercancía, pero algo en mi me decía que no era así, tenía un mal presentimiento sobre esto.

Pasaron los meses, él se distanció completamente de mi, ya ni siquiera sabía que éramos o si teníamos algo aún, ahora no me buscaba ni siquiera para tener sexo, llegaba a altas horas de la noche, se la pasaba hablando por teléfono y cada que le llegaba un mensaje sonreía.
Me cansé de eso, pero esta vez no dije nada, pues tenía miedo, no me había llegado mi período desde hace tres meses y a veces tenía mareos, náuseas y vómitos, no tenía idea si la última vez que me acosté con él uso protección.

No quise decirle nada, si lo hubiera echo tal vez hubieran sucedido muchas cosas no muy agradables.

Fueron a una tocada a un local cerca de donde vivíamos, según llegarían en la madrugada.
Eran las 9:30 de la noche cuando regresé a casa, parecía que no había nadie y subí lentamente las escaleras, conforme lo hacía "ruidos extraños" comenzaron a llegar a mis oídos, no sabía quien era, pero cuando llegué al pasillo y vi la luz encendida de esa habitación algo dentro de mi se quebró, abrí la puerta y lo que vi ahí terminó de romper por completo mi corazón.
Oliver estaba teniendo sexo...
Con Hannah.

No podía creer lo que veían mis ojos, el me vio y sonrió, la atrajo hacía él y la besó. Mis piernas no reaccionaban y no quería seguir viendo aquella horrible escena. Cerré la puerta de un portazo y con todo el esfuerzo del mundo fui corriendo a mi habitación, hice las maletas y cuando bajé el estaba en la puerta.

-No me dejes _____, lo siento mucho no fue mi intención ~dijo llorando.
No dije nada, sólo trate de irme y él me tomó del brazo.
-No te vayas, dijiste que no serías como ella.
-Maldito sinico de mierda ~grité dolida.
-Ya dije que lo lamento y mucho.
-Eso no soluciona nada Oliver, me harté de todo, déjame salir.
-Eres una maldita, dijiste que no serías como ella.
-¿Por que mierda siempre tiene que salir ella en la puta conversación? ~grité~ esto se acabo.
-No ____, no, si me dejas caeré de nuevo, te necesito, no me dejarías ahogar, ¿recuerdas?
-Puedes salir sólo de todo, nunca me necesitaste, sólo fui tu diversión, déjame ir, no quiero saber nada más de ti, maldito idiota.
-Nunca encontrarás alguien como yo, que te ame como yo lo hago.
-No cariño, nunca lo encontraré, al contrario, será alguien mejor por el cuál si valga la pena todo.
-Cobarde, te odio por dejarme, eres igual a ella, ¿no soportaste mi mierda y por eso te largas como ella?, ¿o acaso también tienes a alguien más y te vas? Son la misma mierda -gritó
-No tienes derecho a decirme eso ~grité~ no después de lo que hiciste, maldito mal agradecido.

Tome las maletas y subí al auto. No sabía a donde ir pero si sabía que debía ir muy lejos, a donde nadie supiera de mi. Esta ya era la definitiva.

No Me Dejes AhogarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora