Capitulo 11:

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Se dice que es mejor estar solo que mal acompañado...
Pero dime, ¿por que siempre quieres que estén a tu lado las personas que más mal te hacen?, ¿acaso somos masoquistas?, ó ¿buscamos cualquier forma de recibir "amor"?
Nadie sabe porque siempre damos segundas, terceras o hasta más oportunidades cuando se trata del amor. Sólo diré, si ya una vez no funcionó, ¿que te hace creer que a la segunda si lo hará? Y menos si ya van más de dos veces... Las personas nunca cambiarán.
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Estaba recostada boca abajo, pasó un rato y sentí como que algo ó alguien me vigilaba.

Me volteé lentamente, ya que la sensación se sentía cada vez más y más fuerte.
En el marco de la puerta vi a alguien, iba a gritar cuando ese alguien encendió la luz...

Me sonreía de una manera un tanto extraña, su mirada iba directamente hacía mí, traía los ojos llorosos y sus puños maltratados.
Duró unos minutos así, posó su mirada en mis ojos y pude observar dolor, coraje; estaba sufriendo.

Me levanté de la cama despacio, fui lentamente acercándome a él.
Tomé su mano y él me miró asustado.

-Han regresado ______, me estan atormentando.
-¿Quiénes?
-Mis demonios ~susurró llorando~ me haz echo mucha falta pequeña.
-Tranquilo, ya estas aquí conmigo, Oliver ~dije sonriendo.
-Te extrañé ~me abrazó.

Esas palabras, esas malditas palabras me hicieron sentir mil cosas en ese instante, más el abrazo, joder, ésto se sentía tan bien.

Se recostó en mi cama y yo hice lo mismo, pasó una hora, él no dormía.
-Oliver, debes dormir.
-No quiero, no debo.
-¿Por qué?
-Ellos volverán, en cada sueño aparecerán ~susurró.
-Estoy aquí contigo, nada pasará, duerme tranquilo ~sonreí.
-Promete que nunca te irás.
-Te prometo que nunca me iré, siempre estaré cuando me necesites.
-Gracias pequeña.

Y de la nada, me besó, sí, ¡me besó!
No podía creerlo, pero cuando comenzo a dar pequeñas moridas en mi labio inferior, volví a la realidad.
Metió sus manos debajo de mi blusa y comenzó a subirlas hasta mi sostén.
Quería seguir pero no debía, me separé de él bruscamente.

-¿Que sucede? ~dijo jadeando.
-Nada Oliver, vamos a dormir.
-¿No te gustó?
-No es eso, solo qué ~suspiré~ eres mi amigo y ésto no puede pasar.
-¿Por qué?, ser amigos no es un impedimento, así inician todas las relaciones, o bueno, en su mayoría.
-Lo sé, pero no, yo cuido de tí y te veo como eso, mi amigo.
-Esta bien.

Se volteó y cubrió con la cobija, lo que restaba de la noche me la pasé cuestionandome en sí debí seguir o hice bien es parar.
Oliver era mi amigo, quiero cuidar de él, pero estos sentimientos cada vez van creciendo conforme pasó tiempo a su lado.
No puede asegurar del todo si esto es amor, joder, estoy tan confundida... Necesito un maldito remedio para aclarar mis ideas, algo que me ayude a salir de esto ya.

Pero bueno, en algún momento tenía que aceptar que estaba locamente enamorada de Oliver Sykes, pero aún no sería ese momento.

No Me Dejes AhogarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora