–Reina Selene estamos listos para la batalla –exclamó Kunzite en voz alta.
–Así es querida mía, el momento ha llegado –agregó Endimión.
Todos los civiles que ahí se encontraban comenzaron a ser evacuados por las senshis mientras Ereshkigal observaba todo. Zuen uno de los comandantes de Marduk sin pensarlo envió a sus tropas, que realmente eran demasiadas, para exterminar a todo ser viviente en ese sitio. No obstante, en ese momento Nergal, por órdenes, de Ereshkigal detuvo a su compañero; ya que Ereshkigal dijo que ese era un acto estúpido y apresurado y que podría causarle lo mismo que a Enki por su falta de inteligencia. Zuen comprendió y a pesar de su enfado detuvo a sus tropas formando filas de manera correcta para así en un orden adecuado atacar a las senshis para más tarde exterminar a los humanos.
–Nergal, organiza a todas las tropas y a sus comandantes, y dispérsense de forma gradual y circular rodeando a las senshis lo mismo que a sus ejércitos –ordenó Ereshkigal.
Nergal, su máximo general y esposo obedeció, y de inmediato toda la zona de Juban quedó acordonada tal y como lo había ordenado Ereshkigal.
Moon hizo lo mismo con Endimión, quien puso a sus tropas en formación de cruz para de esa forma observar mejor los ataques y prevenir situaciones más graves ya que al estar en cruz podrían mirar desde varias partes y así no ser sorprendidos.
Toda la zona quedó evacuada dejando solamente a los combatientes, excluyendo al mismo ejército japonés de no intervenir, ya que esta lucha ellos jamás podrían ganarla.
Mientras eso ocurría en las calles de Tokio en el parlamento japonés el primer ministro de ese país no quería quedarse cruzado de brazos y aun con la advertencia de las senshis de no tomar partido en esa guerra, ordenó a sus generales y comandantes dar apoyo y atacar a los invasores. Pero en ese momento el encargado de llevar el sobre con la orden de atacar fue detenido por otro emisario el cual llevaba otro sobre proveniente del Kremlin. El primer ministro lo abrió y observo que era un mensaje del primer ministro y segunda al mando de Rusia, la señorita, Svetlana Kovalovna.
– ¡Es increíble qu la gran dirigente y diplomática, Svetlana Kovalovna, me pide deje todo en manos de esas jovencitas! –Exclamó incrédulo el ministro–. Está bien, si Svetlana tiene la confianza en ellas así lo dejaremos. De verdad es algo impresionante que la misma ministra de Rusia se encargue de pedirme que no intervenga, esto sin duda quiere decir que la situación está lejos del poder humano.
En la zona de conflicto, Moon y sus tropas estaban listos para defender al planeta Tierra.
–Ataca hermana, o, ¿Acaso no te atreves? –Preguntó retadora Sailor Moon.
–Nergal, comienza el ataque– ordenó sonriente Ereshkigal.
Nergal obedeció y envió a Zuen con sus tropas para ser los primeros en actuar. Por su parte, Endimión, envió a Zoycite con sus tropas para defender la zona.
La batalla inicio siendo un inicio impresionante en el cual de inmediato la sangre comenzó a correr por ambas partes mientras Zoycite y Zuen comandaban sus tropas de manera magistral sin darle espacio al otro para respirar siquiera.
Saturn observó que Helios estaba tranquilo y recargado en su corcel mientras miraba la batalla. El ejército de éste fue el único que se mantuvo alejado de las formaciones de batalla de sus aliados y se limito a observar al cielo ordenando a sus tropas no intervenir hasta que él diera la orden si lo creía necesario. Saturn camino en dirección a Helios mientras la batalla continuaba, dejando extrañadas a sus compañeras Mars, Júpiter y Mercury. Cuando caminaba en dirección a Helios una de las comandantes del ejército de Ereshkigal, la llamada, Ningal, lanzo un ataque por la espalda contra Saturn provocando el enfado de Ereshkigal pues sabía perfectamente que ocurriría después de la estupidez de su servidora.
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MKR-Sailor Moon Universe
FanfictionContinuación en crossover del Anime/Manga Sailor Moon con Guerreras Mágicas. Tiempo después de lo sucedido en contra de Sailor Galaxia y Debonair, las Sailors y Guerreras Mágicas, cada una por su cuenta, deberán enfrentarse a un enemigo en común y...