Encuentro

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- Capítulo 2

Y entonces, me dejé embriagar por el profundo sueño..

La oscuridad de aquella casa inundaba por todos lados la habitación. Empezé a sentir miedo, dónde estaba? Me preguntaba una y otra vez. Y entonces alguien tomó mi mano, conocía esa suave piel y la ternura en el calor; pero aún desconocía al dueño de tan maravillosas cualidades; y de pronto me embargó una tranquilidad, me dejó de importar donde estaba; lo único que sentí fue bienestar por estar con él.

Me estrechó contra su cuerpo, y me abrazó con calidez; su varonil y dulce aroma se metía por mi nariz y llegaba hasta mis nervios interiores dándoles calma. Acomodé mi cabeza quedando perfectamente acoplada en el hueco de su cuello y su hombro; miré en dirección recta y atrás de él, en la pared, había un interruptor de luz; estiré mi mano para poder alcanzar aquel botón y poder por fin conocerlo..

-No lo hagas.

Y mi mano se detuvo a sólo centímetros de distancia por su aterciopelada voz.

-Que?- musité confundida.

Él apartó uno de sus brazos de mi, lo estiró y bajó con delicadeza el mío que se encontraba estirado.

-Algún día lo sabrás.. Pero no hoy

-susurró.

-Aaaahh!- gruñí.

Miré la hora.. 5:32. Genial, ahora me había despertado antes. Me levanté con suma pereza; no tenía pensado volver a dormir, no por ahora, así que decidí mejor levantarme.

Me bañé disfrutando del tiempo de sobra y esperando que el agua que caía sobre mi espalda desnuda hiciera desaparecer la frustración de aquel sueño. Desayuné algo simple, en las mañanas no me da mucha hambre que digamos, así que sólo me preparé un emparedado y salí al encuentro con Kendall.

-Woow! Temprano esta vez- musitó el chico mirando su reloj.

-Que? Prefieres llegar tarde?

-Y de mal humor de nuevo.. -dijo levantando las cejas.

Miré por la ventana hasta que llegamos al instituto; justo a la hora adecuada.

Las clases empezaron, tan aburridas y monótonas como siempre.. un ligero sueño empezó a vagar por mis párpados. Maldición! ahora la media hora que me había negado a dormir empezaba a pedir cuentas. Mis ojos comenzaron a arder por el intento de mantenerlos abiertos a pesar del sueño que se había vuelto inmenso y hacia caer mis párpados..

-_____!-susurró Hanna detrás mío palpandome la espalda-_____!!-repitió al ver que no contestaba.

La inconsciencia me permitía oír pero me prohibía reaccionar.

-_____!!!-insistió Hanna.

-QUÉ???- y al final de cuentas, no reaccioné del todo bien.

Mi voz sonó por todo el salón apagando la voz del profesor de Biología. Lo miré espantada mientras todas las miradas atónitas de mis compañeros se posaban sobre mi.

-Señorita Evans. Veo que tiene un "entusiasmo" especial por la clase. Así que le daré la oportunidad de que el próximo lunes nos exponga el tema que continúa.

-Pero Señor!

-Algún problema, Señorita Evans?- enarcó una de sus canosas y gruesas cejas.

-No, ninguno, señor.- bajé la mirada y suspiré.

La campaña sonó justo en ese instante anunciando la hora del desayuno. Kendall me alcanzó y se posó justo a mi lado para ir por las charolas de comida.

-Ok, aparte de sueño, tienes una expresión de enojo.. puedo preguntar porqué?- dijo mientras hacia selección de la comida que nos ofrecían.

-Tengo que preparar una clase acerca del paramecium- fruncí el ceño.

-Y eso qué es?- preguntó mientras nos sentábamos en la misma mesa en la que solíamos hacerlo siempre.

-Y yo que se?

-Tendrás que trabajar mucho entonces- musitó con aire de burla y sacudió levemente la cabeza.

-Tendremos- remarque la palabra- Tu me acompañarás a la biblioteca.

-Sabes que si. Pero al menos podrías pedírmelo, "por favor"?

-Kendall, ahora no tengo humor para regaños. Irás verdad?

Él suspiró y sacudió la cabeza con expresión seria; no era como negación, sino como un reproche.

-Ire- dijo pero mantuvo su mirada en la bandeja de su desayuno.

Conocía esa expresión en Kendall; apostaría lo que fuera a que pensaba ¿qué hacer conmigo? Con mi comportamiento. Lo sé, y hasta yo misma lo he notado; yo no soy la de antes. Pero.. La gente cambia ¿no?

¿Kendall espera que siga siendo la niña que a los seis años hacía berrinches si no conseguía lo que quería?. He cambiado, Kendall también, ahora ambos tenemos 19 años. "No tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a acepta que los amigos cambian". Yo acepto a Kendo, ahora que Kendo me acepte a mi.

Las clases terminaron. Y en el auto de Kendall nos dirigimos a la biblioteca de la ciudad; donde seguro, encontraría una amplia información mejor y más precisa que en Internet.

Me gustaba ir a la biblioteca, tenía un aspecto antiguo y clásico tanto en su fachada como en su interior. Kendall no era muy fanático de las bibliotecas, para él, el único libro que se ocupaba en leer con suma atención, era la Biblia; igual como yo debería hacerlo.

Me senté en una de las mesas de madera dejando en ella el montón de libros que había seleccionado para mi tarea.

-¿Por qué no lo haces mañana ____?

-dijo Kendall con voz perezosa- Tu trabajo es para el lunes, y mañana es sábado, descansa hoy.

-Me conozco Kendall, sé que si dejo el trabajo para después lo acabaré haciendo a última hora. Además, exacto; mañana es sábado y quiero pasar el día con mi mejor amigo sin necesidad de vernos para algo que tenga que ver con la escuela.

-Buen punto, y eso me gustó, creo que es lo más agradable que te he oido decir en días- sonrió.

Lo miré con desdén. La sonrisa que esbozaban sus labios desapareció y se convirtió en un gesto cauteloso.

-Amm.. Creo que.. Iré a buscar un libro interesante- señaló con su dedo índice hacia los enormes libreros y sonriendo nervioso, fue hacia ellos.

Revisé cada libro buscando la información con la que pretendía trabajar en mi cuaderno toda aquella que me es relevante. Me paré para buscar otro libro que me diera la información que faltaba mientras se mantenía en los libros sobre la mesa para tratar de no tomar alguno parecido.

-Perdón- musité al chocar con alguien.

-Lo siento- dijo al mismo tiempo una aterciopelada voz varonil.

Mi nariz respiró su aroma.. era un perfume suave y dulce. Cuando levanté la mirada él ya se encaminaba de nuevo. Miré sus labios tenía esa sonrisa, pero me era difícil de verlo debido a la distancia en la que se encontraba.

Espero que les haya gustado el primer y segundo capítulo :)

CelesRusher.

Just a Dream (Carlos y Tu) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora