Detención

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- Capítulo 1

Amor, esa es una palabra que en mi diccionario no existe. Después de tres años, aún no hallaba la manera de desintoxicarme del pasado, un pasado que ni por la mayor fortuna del planeta tenía pensado volver a repetir, enamorarme de nuevo? y eso para que? La primera vez fue un grave error, y de los errores de aprenden no?. Estaba más convencida a que no me pasaría, no de nuevo.. Pero entonces él llegó y destruyo por completo aquellas paredes bien simentadas que había construido contra el amor, mis refugios resultaron débiles e insignificantes, el pudo traspasar toda barrera que me había planteado.

El bosque era verdoso, árboles y helechos por doquier; tenía un matiz frío, pero sus brazos brindaban un tierno calorcito. Estábamos justo en el centro de aquel verde paisaje, justo donde no había arbustos ni plantas, sólo un espacio empastado en donde él y yo nos encontrábamos sentados. Empezó a acariciarme la mejilla con la suave piel de sus dedos, entonces me di cuenta de que mi cabeza descansaba sobre su pecho y mi cuerpo se encontraba perfectamente acoplado a sus brazos; mire sus labios, tenía una sonrisa que no se comparaba a ninguna, era hermosa; sentí sus labios sobre mi cabello, y una paz me inundó por completo.

Mis ojos -que se encontraban cerrados- se empezaron a abrir lentamente y mi cabeza comenzó a elevarse para admirarle el rostro..

-Maldita sea!!- Desperté sobresaltada, mi respiración era agitada y un leve sudor perlaba mi frente. Miré el reloj, 6:18 de la mañana. De nuevo se me hizo tarde. Salí de la cama a toda prisa y me metí a la ducha, no tarde más de de 10 minutos y volví a mi habitación para vestirme; miré con pánico el reloj.. 6:32.

-Estúpido tiempo!- era la segunda vez que maldecía en el día; en ese instante dí gracias de que mis padres no se encontraron, o ya me hubieran dado un severo regaño al respecto.

Acostumbraban a hacer viajes de negocios, y la casa quedaba en mis manos hasta por 4 meses. No los extrañaba, llevaban haciéndolo desde que yo tenía cuatro años, y ahora quince años después termine asimilando y acostumbrandome a mi preferida amiga.. La soledad.

Miré por la ventana, Kendall ya me esperaba abajo, dentro de su auto. Odiaba ir con Kendall a todas partes; no por que el fuera una molestia, por supuesto que no; pero me daba pena hacerlo pasar del papel de mejor amigo chofer.

Como pude me cepillé el cabello húmedo y bajé a grandes zancadas por las escaleras hasta la sala, tiempo ya no tenía de desayunar, así que con mi morral al hombro salí para encontrarme con Kendall. Lo miré a través de la ventana del coche, tenía la cabeza reclinada en el asiento y su cabello medio despeinado. Abrí la puerta y él instantáneamente se incorporó parpadeando repetidas veces.

-Hola_____!!- dijo tallandose los ojos con el dorso de la mano.

-Hola Schmidt.

-Uuuyyy.. Alguien no está de muy buen humor hoy.

Kendall conocía cada gesto mío, y sabía cual era mi estado de ánimo con sólo verme o escucharme.. aunque bueno, cualquiera en este caso se hubiera dado cuenta; lo llamé Schmidt y no Kendall; en mi, eso es un claro indicio de molestia.

-Sólo un mal sueño Kendo- musité con el ceño fruncido.

Kendall condujo hasta el instituto, porque a estas horas de la mañana a donde más tenía que ir si no es a mi horrenda escuela.

Llegamos 5 minutos de retraso; la señora Wilson -directora de la escuela- se encontraba parada en la puerta.

-Maldición!..- mascullé al mirarla.

-______... ya hemos hablado sobre maldecir cierto? - musitó Kendall con aire de reproche.

-Lo siento Kendall.

Al bajar del auto, nos encaminamos para subir las escaleras y enfrentar nos a una enojada Sra. Wilson, quien nos esperaba con los brazos cruzados sobre su pecho.

-Tarde de nuevo? Señorita Evans, Señor Schmidt- enarcó una ceja y la severa expresión de su rostro se endureció.

-Mi culpa.. otra vez- admití.

-Y su culpa entonces de que el señor Schmidt la acompañe en detención- dijo entregándonos dos pases para el castigo.- Le aconsejo -miró a Kendall- que escoja mejor sus amistades señor Schmidt.

Kendall le dio una sonrisa de medio lado.

-Ahora vayan a sus clases.

Just a Dream (Carlos y Tu) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora