CAPITULO DIECISÉIS

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Narra Harry

Esta noche estaba mas inquieto y ansioso de lo normal, dormir bajo esta rara tormenta no me era fácil.. había querido preguntarle a Nia que es lo que estaba pasando pero al verla muy dispersa y algo preocupada decidí no hacer nada, si ella quisiera que lo supiéramos ya nos hubiera contado.. mire mi reloj y eran las 2 de la madrugada, odiaba tener insomnio ya que al dia siguiente me costaba abrir los ojos por el cansancio.. los truenos y relámpagos no cesaban, me sobresaltaba un poco cada vez que mi habitación se iluminaba por completo. Al fin había perdido todo rastro de sueño asique decidi levantarme a ver televisión en la sala, esperaba que a causa de la tormenta no se fuera la luz, me sente en el sofa y tome el mando de la tv.. para mi buena suerte-nótese mi sarcasmo- en cuanto encendí la televisión la luz se fue.

- ¡maldicion!-refunfuñe

Sabia que con la oscuridad no podría ver nada y me golpearía con todos los muebles hasta poder encontrar las linternas o velas, aproveche un poco la luminosidad de los relámpagos para ver por donde caminaba pero aun asi me di unos buenos golpes. Al fin llegue hasta la cocina en donde estaban guardadas las velas y linternas, tome una y la encendí pero solo duro unos segundos ya que lentamente se fue apagando..

- ¿en serio? Que jodida suerte..-dije con ironia

Me quede viendo por la puerta que vidrio que daba al patio, hacia unas horas que parecía que llovería en cualquier momento y no lo hacia.. en solo un segundo que parpadee vi como una luz cegadora descendía del cielo directamente hasta el patio, cerre los ojos con fuerza para no quedar ciego y cuando los abri nuevamente una figura humana comenzaba a dibujarse mientras desaparecía el resplandor.  Ya había presenciado esto antes cuando David el amigo de Nia había aparecido.

- que mier…-no alcance a terminar la frase de asombro ya que me quede asombrado por ver aquel angel tirado en el patio

Era una chica, y su cabello era oscuro.. era todo lo que podía ver, me debati en mi interior que debía hacer, si despertar a Nia o ayudarla.. creo que primero debía asegurarme de que estuviera bien, me puse mi abrigo y sali, con pasos vacilantes me acerque a ella, parecía que se había desmayado.. su rostro y brazos estaban cubiertos de raspones y su vestido rasgado pero algo mas raro me llamo la atención, en su mano llevaba una daga que estaba brillando y en su hombro reposaban unas fechas con el mismo resplandor, un arco colgaba de su brazo, me arrodille para saber si aun estaba con vida, lleve mi oído hasta su pecho para escuchar si su corazón latia..

- bum.. bum.. bum..-era lento y vago

Sin pensar mas la tome en mis brazos y la lleve dentro de la casa, rogaba que ni a Eleanor ni a Danielle se les ocurriera bajar ya que no sabia como reaccionarían si lograban ver a esta chica como angel.. la recosté sobre el sofá y comencé a caminar e un lado a otro por la sala pesando que hacer.

- definitivamente debo despertar a Nia-dije para mi mismo en voz alta

 Antes de poder marcharme de la sala su mano capturo mi abrigo haciendo que me quedara en el mismo lugar, voltee hacia ella y se encontraba apenas abriendo los ojos.. debido a la oscuridad sus ojos azules resplandecian aun mas, hipnotizándome y eran condenadamente hermosos.

- no te vayas..-susurro

Me arrodille junto a ella para poder estar a su altura y tome sus manos, estaban frias pero su tacto era suave y delicado..

- voy por ayuda.. Nia esta aquí-susurre

- lo se-dijo tratando de sonreir y una lagrima rodo su mejilla

El Angel De One DirectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora