Dylan es un chico de 19 años con padres recién divorciados y una hermana menor.
Él ha sufrido Bullying desde pequeño y a causa de eso, su personalidad es reservada.
El destino hace que el y su padre se tengan que mudar a otro estado, donde seria un...
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Dylan
Hoy es el día.
Diana y su hermano me citaron para salir a dar un paseo, o sea lo que sea lo que hacen los amigos.
Mi estómago y mi cabeza me empezaban a doler.
Supongo, que se debía a que apenas daban las 1:00 am, y yo ya me empezaba a preocupar sobre lo que pasaría el día de hoy.
No sabía por qué, pero siempre que me invitaban a salir, siempre hacia alguna ridiculez.
Hubo una vez en la tuve que aceptar, pero no era solo el hecho de no ser invitado a fiestas o salidas, y no era por querer hacer amigos. Lo hice por una pequeña e irritable razón.
Mi Hermana.
Cuando fuimos a comer, accidentalmente en el momento en el que me servía un vaso de refresco, con mi codo tire un vaso derramando el refresco en las piernas de la novia de uno de los amigos de mi hermana.
Cuando trate de ayudarla a limpiarse, me hizo a un lado mientras se iba gritando insultos. Claro, otra persona hubiera comprendido que fue accidental, pero no, desgraciadamente y para mi fortuna soy Dylan.
Claro, pensando mejor, no creo poder quedar más en ridículo después de lo que hice ayer.
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Son las 3:00 am y aun no puedo consolar el sueño.
No sé si se debía al nerviosismo por la "cita" o por el simple hecho de saber qué clase de estupidez iré a hacer esta vez...
Bueno, al menos no se en que momento me quede dormido pero lo hice.
Pero el poco descanso que sentí al despertar y al mirar mi reloj marcando las 9:30 am, fue lo suficiente para saber que hoy no sería mi día.
Me coloco mi almohada sombre mi cabeza, intentando alejar todo rastro de luz que entrara en mis ojos.
En algunas ocasiones, me parece injusto que los Koalas puedan dormir 20 horas al día y yo no.
Pero sabía que el hecho de levantarme e ir a desayunar era la única cosa por la que abandone a mi cómoda cama.
Bueno, una ducha con agua fría en las mañanas siempre lograba despertarme totalmente. Y si no funcionaba, tenía que resignarme a un día lleno de bostezos.
Pero bueno, en este caso dio resultado.
Al terminar, me coloque mi toalla alrededor de mi cintura, y camine hasta mi closet.
En esta clase de situaciones, sobre saber la ropa que llevaría puesta, no tenía nada que ver con salir con un par de hermanos no tenía por qué preocuparme....
Así que tome lo primero a la vista y sobretodo limpia, y camine directo a la cocina.
-Buenos días niño Dylan, ¿Qué es lo que quiere desayunar?-Me dijo Brenda.
