Dylan
Un ruido metálico hace que despertara enseguida, trato de visualizar el lugar donde estoy, pero no logro ver nada en la oscuridad, pero aun sin el brillo de la luz puedo saber que algo anda mal, ¿Y porque lo sé?, porque sin camisa y con los brazos alzados amarrados con una cadena tengo lo suficiente.
Trato de zafarme de las cadenas pero es inútil, soy un inútil, no puedo hacer nada por liberarme, lo único que puedo hacer es sollozar.
Estaba a punto de quedarme dormido cuando en eso escucho una puerta deslizarse ante mis ojos, pero la luz que en mana detrás de ella hace que no pueda ver de quien se trata.
Agacho la mirada evitando verle la cara sea quien sea.
-Buenos días, ¿Cómo amaneció mi invitado?- Joder, esa voz- Vamos, déjame ver esa cara tuya-.
-N...no...déjame ir Jorge- estaba tremendamente asustado.
-No...no hasta que me haya aburrido de ti-.
-Po...por favor...déjame- Empezaba a entrar en pánico
-Cállate, harás lo que yo te diga...-.
Eso me sobresalto enseguida, nunca me ha querido tocar y no lo va a obtener.
-Tranquilo, sabes que no te uso para el sexo, solo como saco de Box...-.
-AUXILIOO- Grite aun sabiendo que nadie me escucharía.
-Te dije que silencio-. Y sin más lanzo un puñetazo a mi torso desnudo...
Salte de la cama empapado de sudor, y esta vez con un grito, parece que lo he estado haciendo toda la noche porque sentía la garganta seca.
Me quede sentado en el borde de mi cama alumbrado con la luz de mi lámpara de lava que estaba en un pequeño mueble junto a mi cama.
Parece ser que nunca dejare de tener esas pesadillas, que lo único que me provocan es estremecerme y asustarme, y cada vez eran más constantes.
Baje a la cocina por un vaso de agua con el menor ruido posible, ya que no quería despertar a mi padre, aunque si mis gritos no lo hicieron mucho menos unos pasos por los pasillos.
Pero eso era raro en él, podía pasar un terremoto, una inundación, o cualquier catástrofe y no lo despertaría, pero sin en cambio, si llegaras tarde a casa y entraras en zancadillas el salía como perro guardián, eso le paso un día a mi hermana Sara. Un día llego tarde a casa debido a una fiesta a la que asistió, así que se le hizo fácil entrar a escondidas...Grave error, esa noche la castigaron con dos meses sin salir.
Así que lo mejor será actuar normal, ir por mi vaso de agua y regresar a mi habitación.
Tomo un vaso y lo lleno de agua de un jarrón, al beberla sentí como mi garganta se refrescaba enseguida, pero la sensación se acabó al sentir una lágrima correr por mi mejilla derecha.
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1.- El Último Suspiro: The Series
Novela JuvenilDylan es un chico de 19 años con padres recién divorciados y una hermana menor. Él ha sufrido Bullying desde pequeño y a causa de eso, su personalidad es reservada. El destino hace que el y su padre se tengan que mudar a otro estado, donde seria un...