EL CLAN BYUN ¤ ChanBaek.

Quédate conmigo (Final)

Los vidrios resistentes comenzaron a bajarse por alrededor del ring, BaekHyun sonó su cuello y miró al pelirrojo con una ceja alzada y sonrisa sobradora. El otro tipo sólo tragó duro y golpeó sus manos mientras movía sus pies para calentar.

─ Me había olvidado de mencionar... Si yo logro apagar tu fuego, harás lo que yo pida.─ ChanYeol frunció el ceño.─ ¿Te aterraste, cachorrito?

─ Hecho.

La voz del presentador sonó dando comienzo la batalla, y automáticamente, ChangHyun gritó fuertemente dándole porras a su hijo. BaekHyun estaba enterado de que en esta batalla se habían llevado a cabo apuestas sobre quién ganaría. Él pensó lo patético de esas personas.

─ ChanYeol, te liberaré de la serpiente.

BaekHyun sacó las dos espadas de por dentro de su chaqueta negra, las dio vuelta a cada una con un movimiento elegante de su muñeca, y con su dedo índice llamó a su contrincante para que le demuestre de qué estaba hecho el hombre al cual amaba.

El jefe de los Park aceptó el reto con un chasquido que hizo aparecer una pequeña llama de fuego, éste lo traspasó hacia su otra mano logrando que estas se llenen de un cálido fuego. Corrió hasta el rubio y con una patada apuntando a la cabeza, aunque el bajo estaba tan concentrado que fácilmente paró el ataque con su antebrazo, agarrando la pierna de éste haciendo que con el mango de la espada le pegue a ChanYeol en su rodilla, quebrándola.

El pelirrojo gritó cayendo al suelo y con ojos llorosos sus venas se hinchaban por el dolor.

─ Hijo de puta.─ En un susurro le dijo esto al chico que seguía parado con una sonrisa sádica.

─ Estamos a mano, te devolví el ataque de la pierna.─ Le guiñó el ojo mientras que agarraba la otra pierna del chico, arrastrándolo hasta la pared del vidrio, lo levantó del suelo colocándolo en esta. Su ojo se volvió blanco cuando su espada brilló clavando el jean negro de ChanYeol en la pared.─ Ahora me miras por debajo, tal y como debe ser, cachorrito.

El alto estaba boca abajo respirando hondo mientras que con sus brazos se mantenía estable apoyados en el suelo.─ Te voy a matar.

─ Sep, al parecer lo que dice es cierto. Perro que ladra no muerde, ¿no te parece, perrito?

Éste con ojos rabiosos y rojos inundó su cuerpo por una capa de fuego, expulsando la espada fuera de él con una pequeña llama que se disparó desde su palma. BaekHyun le aplaudió y vio cómo ChanYeol se sacaba su remera dejando una a tirantes por debajo. Con ésta se la ató en la rodilla para que trate de doler menos, luego se paró y sus ojos brillaron como si una especie de lava corriera por su retina. Ira, eso fue lo que BaekHyun distinguió al ver a Park fruncir el ceño y llenar el lugar con un calor abrasante. Los cabellos del pelirrojo flotaban en todo aquel fuego, al lado del rubio aparecieron dos grandes manos hechas de fuego, aunque antes de poder aplastarlo saltó y antes de caer cortó las dos manos con su espada.

Aunque se volvieron a regenerar, ChanYeol parecía un león que quería atrapar a su presa, sus ojos rojos brillantes parecían encerrarlo mientras aquellas manos lo perseguían por aquellas cuatro grandes paredes. Saltando entre ellas mientras las cortaba cada vez su piel se sentía más caliente y parecía quedarse sin aire.

En un tropezón cayó al suelo, Hwa chasqueó la lengua viendo que la gran mano lo iba a aplastar, aunque antes de eso, un gran escudo luminoso apareció por su cuerpo tratando de detener al fuego incontrolable, al ver que estaba perdiendo fuerza y que su escudo se iba rompiendo, cerró sus ojos esperando el final.

Todo se había vuelto negro y el ruido había desaparecido extrañamente, al abrir los ojos no se encontró debajo de aquel escudo, estaba en su habitación, adentro de la casa de los Byun, sus padres. En la ventana había una chica con un largo pelo rubio y un largo vestido blanco.