Parte 17 - Cartas y cuervos

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Fueron un par de horas acompañadas de una mañana brillante y prometedora a pesar de las ventiscas y la hiel. Todo lucia, aunque le damnificara admitirlo, un poco más reluciente que como lo dejo, tan promisorio, con un trono tan cercano, con Starks todavía rondando los pasillos, como fantasmas que se negaban a irse de una vieja tierra encantada, pero eso se podía solucionar, todo se podía...incluso la muerte...solo necesitaba paciencia, tiempo y un par de manos que se movieran en su nombre, y las últimas...bueno, ya estaba trabajando en ello.

Solo necesito una noche y el manto de la obscuridad volvió a tornar sus ojos en terror puro y extático. Realmente extraño verlo así.

¿Cómo fueron tus años sin mi? ¿La pasaste bien?—Su mano cubría su boca evitando un grito de silenciosa agonía, mientras miraba sus uñas clavarse en la cabecera de la cama, tan llenas de tierra y sangre—Oh, no me veas así, mi fiel...fiel siervo...—Paso una mano gentil sobre su mejilla adolorida sin despegar la otra de su boca—¿No creíste que me iría por tanto verdad?—Pregunto con una sonrisa tan sincera y podrida que poco o nada se parecía a un hombre cuerdo—Pero no te preocupes, no estaré aquí por mucho, no te...pondré la misma atención que antes, así que escucha bien, solo necesito que hagas esto, un ínfimo favor, algo insignificante a cambio de...bueno, terminar estos dulces encuentros entre ambos—Dijo acomodándose en la cama a un lado suyo, sonriendo cuando el otro se quejo por haberse acostado sobre su mano adolorida—¿Entonces...entiendes lo que debes hacer?—Theon asintió, lento, casi temblando y Ramsey supo que podía contar con él otra vez.

En cambio, dentro la torre de cuervos, la dama Stark no podía estar tan segura de sus propios aliados.

—¿Qué es esta vez lo que te atormenta?—Robb preguntó a su hermana, quien no solo mostraba angustia por los recientes acontecimientos, pues, ya había perdido la cuenta de cuantos días seguidos había estado esperando una respuesta de su hermano menor.

Brann, no hay una sola noticia suya, y tampoco recibo respuesta de los otros maestros—La sombra peso en ambos. Si Brann no contestaba tendrían que enviar a alguien en su búsqueda, era insensato que estuviera tan incomunicado en esos tiempos.

Los maestres están exiliados gran tiempo, puede que solo este enfocándose de más—Intento consolar, pero ambos sabían que era improbable.

Espera...mira—Ella camino hacia el frente, con la esperanza de una respuesta en el cuervo del horizonte, sin embargo, los cuervos detrás de la primera de las aves desvanecieron su sonrisa...algo estaba pasando.

Mientras tanto, en el patio principal, las espadas chocaban ensayadas y repetitivas, frente a la vista de Jon Snow, su hermana, postulada a guardia real y Jaime su supervisor personal, estaban allí, en uno de sus tantos entrenamientos.

Entonces...esa bruja es el principal problema—Arya. En el patio de entrenamiento, lanzaba a aguja hacia delante chocando con la espada de Jaime.

Arya—Jon, sentado tan solo a unos metros prudentes de sus ejercicios le advertía de sus palabras tan despreocupadas, pues se suponía, era un tema solo de familia.

Como si no hubiera regresado a escuchar—Se burlo de nuevo poniendo una mano en su espalda nuevamente, solo danzando con el león en un juego de golpear y defender.

Para tu sorpresa, no lo hice—Jaime le sonrió petulante. Entrenando casi con el mismo aburrimiento que ella, ambos consientes que por su herida no podrían hacer mucho más. Arya le devolvió la sonrisa—No me interesan las historias de fantasmas—Agregó para darse veracidad.

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⏰ Última actualización: Apr 28, 2020 ⏰

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