—"De la magia sangrienta lo único que puede nacer es la obscuridad"—Jon murmuraba la frase que había encontrado en ese viejo libro una y otra vez, intentando descifrar el significado de las palabras de Melisandre, ambos habían pactado un trato, pero...el solo debía dar su vida a cambio cuando llegara el momento, no más, no menos...
—Es un tema peligroso para pasar el rato...—Jon no lo había escuchado llegar y había cerrado el libro de inmediato, pero el hombre, tan confianzudamente como siempre le había quitado el libro de las manos sin dificultad—¿Le preocupa lo que paso la última vez príncipe?—Jaime miro el libro gastado, muy seguramente se lo había prestado su amigo el maestre.
—Creí que nos llamaríamos por nuestro nombre Sir...—Dijo Jon sonriendo amable, tomando el libro de regreso y empezando a caminar, aún no estaba acostumbrado a la compañía de Jaime, que, de no ser por su entrenamiento con Arya estaría todo el tiempo detrás suyo, como una sombra—No es necesario que estés siempre vigilándome—Le hablo tuteándolo sin miedo a que lo escucharan, era respetuoso sí, pero también sabía comportarse con amigos.
—Lo es si quiero cumplir con mi palabra a la reina, tiene la mala fama de dejar en cenizas a sus enemigos—Hablo haciendo que ambos soltaran una risa corta—pero...—Jaime detuvo su paso haciendo que el otro lo mirara—es en serio lobo dragón, la magia es un tema peligroso—Por un momento se perdió en la mirada de Jon, no precisamente observándolo a él, más bien, recordando las profecías que se habían cumplido como promesas sobre el destino de Cersei.
—Jaime—Jon toco el hombro del rubio, haciendo que este despertara de sus pensamientos, parecía a verse perdido en ellos.
—Solo quiero dejar en claro que es un tema peligroso—Dijo mirando a la castaña Stark avanzar hacía ellos en compañía del Lord de Winterfell—No me di cuenta de que ya era hora de las miradas amenazantes de su hermano—se quejo burlón avanzando con Jon al encuentro de los hermanos Stark.
—No es mi hermano...—Corrigió sin malicia acercándose a ellos, notando los ojos fríos que dirigía Robb a Jaime. Los primeros días de su estancia había intentado ponerlo a hacer un sinfín de tareas, sin embargo, el Lannister se negó a cada una alegando la orden estricta de la reina y que no era un simple mozo como le había ordenado ser al Greyjoy—Robb—Jon hizo una pequeña reverencia cortes con el rostro, aún no había olvidado lo que había pasado con Theon, pero debía admitir que ya no estaba tan enfadado como en un principio, de hecho, estaba más preocupado por el constante cansancio que sentía y las marcas recurrentes que empezaban a aparecer en su cuerpo.
—Es hora de que entrenes a Arya en sus deberes de la guardia real—Habló Robb solemne, mucho más serio y tajante desde que Jaime se había hospedado en su castillo.
—Me doy cuenta, ¿Qué otra excusa tendrías para alejarme del príncipe?—Atestó sin importarle la hostilidad venidera después de su honestidad. Empezaba a acostumbrarse a sus encuentros con el Stark.
—No abuses de mi hospitalidad Lannister—Robb pasó a su lado y como si de un intercambio se tratara Jaime quedó a un lado de Arya y Robb de Jon, caminando en diferentes direcciones.
—El empieza a parecerse cada vez más a mi padre—Comento Arya caminando al patio, apenas recuperada de su última herida, ella misma había insistido en continuar con sus tareas a pesar de la herida sin cicatrizar, excusándose en su entrenamiento para vigilar su casa y averiguar de que había tratado el asunto con la sombra que intento matarla.
—Un hombre honorable...—Continuó Jaime y Arya le lanzo una mirada dudosa, sabiendo bien el rechazo que tenía el rubio por los Stark, o al menos la mayoría de ellos—...honorable, más no de mi agrado...—guiño un ojo a la menor, dando una última mirada a Jon.
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Matrimonio de Lobos
Hayran KurguLa guerra por el trono de hierro ha concluido gracias a que Jon Snow y Daenerys por fin se unieron para enfrentar los últimos Lannister, sin embargo de no ser por la ayuda del Norte y de un renacido Robb Stark no abrían logrado la victoria. Ahora Da...