―Háblame de ella ―le pedí suavemente, cuidando de no parecer demasiado curiosa, pero la verdad es que moría por saber de ella― pero si no quieres, o duele demasiado, no tienes por qué hacerlo. Lo entendería, de verdad.
Llevábamos una hora estirados en su cama mirando el techo en silencio. Sentía que algo había cambiado entre nosotros, yo le había contado mi vida y él me había contado su vida. Ninguno había tenido una vida fácil y feliz, pero seguíamos aquí. Aun no habíamos perdió la fe en que podía mejorar.
―No... no te preocupes, me gusta hablar de ella ―dijo, tragando duro― a veces temo olvidar algo de ella, su voz, su sonrisa, su mirada o simplemente el color de sus ojos. Ella... era maravillosa, tenía un corazón de oro, como nuestra madre, pero lamentablemente ella murió al dar a luz a Des. Le encantaba bailar, desde muy pequeña había tomado clases de ballet en una academia de baile y lo hacía muy bien, todos sus movimientos eran delicados y elegantes. Le encantaba que la viera bailar y siempre iba a todas sus presentaciones. Le regalaba girasoles siempre que podía, eran sus flores favoritas.
>>Ella siempre decía que cuando fuera grande, sería una conocida bailarina de ballet y compraría una casa para que viviéramos juntos. En la casa habría muchas flores, de todos colores, el jardín tendría un gran parque lleno de juegos y en el patio trasero habría una piscina muy grande rodeada de pasto en la que todos los fines de semanas nos bañaríamos en ella. La casa estaría en el bosque porque así en las mañanas, podría oír a los pájaros cantar y el aire seria limpio.
―Como tú casa ―señalé sorprendida y a la vez enternecida.
―Como mi casa ―coincidió soltando un suspiro― La casa es tal cual como ella lo quería, la única diferencia es que ella no está para vivir en ella ―su voz destilaba tristeza al hablar de ella, pero también había orgullo y mucho amor. Me daba tanta pena oírlo y verlo así, porque nadie merecía perder a sus seres queridos de esa forma y verlos sufrir― Se llevaba bien con todo el mundo, todos la amaban. No había una persona que se resistiera a ella. En la escuela era la niña más inteligente del salón, la maestra siempre me decía que ella tenía un gran futuro por delante.
―Creo que ella era una niña maravillosa, me habría encantado conocerle.
―Le habrías agradado mucho, estoy seguro ―comentó con una sonrisa de costado.
Nos quedamos en silencio, mirándonos fijamente.
―Debería irme a mi habitación ―susurré pestañeando rápidamente, mirando hacia mis manos― es tarde, Lucy ya debe estar dormida.
―Tu habitación es la que preparé pensando en ella. Todo es tal cual como ella siempre soñó y quiso.
Me quedé en silencio. Por eso los peluches y el rosa en las paredes.
―Es muy linda. A Lucy le encanta dormir en ella.
―Lucy me recuerda un poco a ella ―murmuró de forma ausente― me gusta que ella pueda jugar y disfrutar de lo que mi hermana no pudo, a ella le habría gusta que así fuera. Destiny compartía todo lo que tenía con todo aquel que lo necesitara.
Me levanté para irme a mi habitación, aunque no quería irme y dejarlo solo. No se sentía correcto después de todo lo que habíamos hablado.
―¿Podrías quedarte? ―me preguntó, tomando mi mano y deteniéndome― si quieres yo puedo dormir en el suelo, por eso no hay problema.
¿Quedarme en su habitación? No me disgustaba la idea completamente. Sabía que él no iba a hacerme nada malo. Pero no, no era correcto, yo no era su novia, no podía dormir con él. No se vería bien. No era correcto.
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DollHouse
Action¡EN EDICIÓN! La familia perfecta... Eso es lo que el mundo cree, lo que ellos quieren que todos crean. Lamentablemente para mí, yo se la verdad. O al menos creía saberla. Detrás de cada familia hay secretos, buenos o malos, son secretos al final. P...