Capítulo 23

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El entierro de mi padre había sido bastante concurrido. Había cientos de personas desconocidas para mí, pero que al parecer, conocían muy de cerca de mi padre. Algunos lloraban, otros aparentaban interés pero la verdad era que no veían la hora de salir de allí y otros simplemente guardaban silencio con rostros inexpresivos.

Podía apostar a que más de la mitad de personas asistían únicamente por compromiso, así sucedía siempre, pero me daba igual. Por mí, como si hubiéramos estado solo nosotros. Por cada persona que ofrecía sus condolencias, mi corazón se resquebrajaba más.

No podía parar de llorar, sentía... sentía tanta desesperación, tanta pena, me sentía desconsolada.

Cada vez que veía el ataúd donde reposaba el cuerpo de mi padre sentía la irrefrenable necesidad de sacarlo de allí y llevarlo conmigo. No planeaba hacer caso de esa necesidad porque no era lo correcto, pero estaba allí, latente.

Nunca había sentido una pena como esta, ni siquiera cuando Rose murió y eso es bastante decir, porque yo amaba a esa mujer como a una madre. Pero esto era diferente, era como si hubieran tomado mi corazón y lo hubieran aplastado para posteriormente devolverlo a mi pecho.

También tenía que lidiar con la idea de que había matado a mi tía, no me arrepentía en lo absoluto, pero no podía evitar que la culpa me embargara. No era fácil cargar con la muerte de una persona.

Y por estúpido que sonara, necesitada a Dominik conmigo. Me sentía tan traicionada, tan herida, pero lo necesitaba tanto en estos momentos que sestaba dispuesta a olvidar todo lo que me había hecho por tenerlo cerca. Pero él no hacia el intento de acercarse, sabía que estaba tratando de darme mi espacio, pero no quería ese espacio, lo quería a él, conmigo.

Odiaba no poder odiarlo, porque quería hacerlo. Quería odiarlo por mentirme, por ocultarme algo tan importante como eso. Si él me hubiera dicho desde un principio las intenciones de Lilian nos habríamos ahorrado tanto y quizá mi padre aun estaría vivo. Pero no quería culparlo, porque él no tenía la culpa. Había cometido un error, como cualquiera, pero no era culpable de nada.

No había dejado de amarlo, y no creo que nunca pudiera dejar de hacerlo, pero dolía, dolía como el infierno.

En cuando volvimos a casa corrí dirección a mi habitación y me encerré con llave en esta. Quería estar sola, necesitaba pensar en todo lo ocurrido.

Mi padre había muerto.

Había matado a Lilian.

George, Sarah y Stephen estaban muertos.

George mató a Stephen.

Sarah mató a George y luego se suicidó.

Eran demasiadas cosas para digerir en tan poco tiempo. Quizá si hubiera muerto, si no hubiera escapado de casa de George y hubiera dejado que me mataran nada de esto habría ocurrido.

Stephen estaría vivo y aun tendría una oportunidad en la vida. Pero tendría que seguir atados a sus padres y probablemente eso igualmente lo llevaría a la muerte.

Mi padre seguiría vivo, pero sería infeliz al lado de Lilian, quien tarde o temprano habría terminado de corromper a mi padre.

Rose seguiría viva, viviendo una vida feliz junto a sus nietos.

Dominik seguiría con su vida sin haberme conocido nunca, quizá en un futuro sería feliz junto a una chica que lo amara como el merecía.

Al final, dos de las personas que habían pagado por los errores de otros sin importar que, habría sido infelices. Mi padre con Lilian. Stephen con sus padres.

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