Capítulo 13

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En cuanto desperté me percaté de que estaba sola en la habitación. Bastante razonable a las 12:30, seguramente él ya estaría levantado hace bastante, no como yo.

Me di una ducha rápida y me vestí con un vestido sin hombros bastante hippy en tonos cafés y amarillos que encontré en el armario y unos botines cafés con algo de tacón.

Dejé mi cabello suelto como la mayoría del tiempo y bajé las escaleras.

Tenía un hambre horrible, el día anterior no había cenado ni almorzado y mis tripas no estaban contentas con ello.

Fui directamente a la cocina y allí me encontré con Alice y la pelirroja de nombre desconocido.

-Buenas tardes – saludé con una sonrisa.

-Señorita...

-Christine, llámenme Christine, me hacen sentir mayor cuando me llaman señorita – pedí suavemente.

-Christine, ¿se te ofrece algo? – preguntó la pelirroja con una alegre sonrisa.

-Sí, la verdad es que tengo algo de hambre – comenté – ¿Tendrán algo que pueda comer?, sé que es tarde, pero...

-¡Oh, no hay problema! El señor Anthony nos pidió que guardáramos algo de comer para usted – informó Alice.

Alice me dio una ensalada de frutas, un par de tostadas y un vaso de jugo.

-Gracias, no debieron molestarse, yo podría haber comido una fruta o algo – murmuré agradecida. En la mansión siempre habían muchachas preparando todo por nosotras, pero ellas lucían apagadas, tristes, la mayoría del tiempo lucían como un cascaron vacío, sin vida. Nada como Alice y la pelirroja, ellas eran todo sonrisas, vitalidad y amabilidad.

-No es molestia, lo hacemos con mucho gusto – dijo la pelirroja.

Decidida a dejar de llamarla "pelirroja" le pregunte su nombre.

-¿Cómo te llamas? – pregunté pinchando una fresa con el tenedor.

-¿Yo? – se punto a sí misma la pelirroja, asentí dándole la razón – Clarissa, pero puedes llamarme Clary, todos me llaman así.

-Y tú eres Alice – la mencionada asintió – ¿hace cuánto trabajan aquí?

-Pues... yo llevo aquí prácticamente toda mi vida. Mi madre trabajaba para el padre del señor Anthony y yo decidí seguir sus mismos pasos, pero con su hijo – explicó Alice – no teníamos el dinero suficiente para que yo estudiara y tenía una hija en camino. Necesitaba trabajar y el señor me ayudó mucho. Gracias a él terminé mis estudios y pude sacar a mi niña adelante. Su padre es un muy buen hombre, y su madre también lo era.

Ante la mención de mi "padre" me puse algo tensa, aun no me acostumbraba a la idea de Anthony como mi padre.

-Yo trabajo aquí hace tres años, estoy juntando dinero para pagar mis estudios – comentó Clary – cuando mi madre murió tuve que hacerme cargo de mi hermano sola. Necesitaba el trabajo para mantenernos y si es que era posible, poder juntar para pagar la universidad. El señor en cuanto supo mis razones me contrató.

A veces me enojaba mucho pensar que había gente que tenía dinero y lo despilfarraba, cuando había personas, que con mucho esfuerzo y sacrificios se ganaban lo poco y nada que tenían. Era injusto.

-Alice, necesito que vayas a mi habitación y limpies... - entró en la cocina Lilian, quien en cuanto me vio se calló abruptamente.

-Hola – saludé.

-Christine, que gusto verte – sonrió – ¿te gustaría dar un paseo conmigo?

-Si claro, solo déjame limpiar esto y...

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