-Si no tienes nada más para decirme... espero que me dejes dormir.
Esteban realmente no tenía palabras, tenía miedo de que cualquier cosa que dijera empeorara la situación pero los interrumpió el sonido de la tarjeta que anunciaba que alguien estaba por entrar a la habitación. Cuando Luciano entró y los vio, sintió la densidad de la situación.
-¿Está todo bien María?
-Sí, pasa. Esteban ya se va.Le asintió con la cabeza y una mirada que parecía indescriptible, pero tenía los ojos un poco nublados, como si estuviera a punto de llorar.
Miró a Luciano y le regalo un gesto de despedida para irse sin decir una palabra más.
-¿Todo bien mi Mari? -se acercó a saludarla con un beso para sentarse a su lado-
-Sí, solo que estoy muy cansada.
-¿Cómo fue la cena?
-Lamentable sin ti no tan buena, me hubiera encantado que vinieras conmigo.
-Lo siento, me hubiera gustado estar contigo pero ahora que ya puedo decirte te voy a contar... de paso me perdonas por haberte dejado sola con esas pirañas. Cuando recibí tu mensaje de que estaban todos ahí quise salir corriendo pero no pude.
-¿Por qué?
-Encontré al bellboy que vio todo lo que pasó el día que murió Patricia.
-¿Cómo? -se alarmó- ¿Dónde está, quién es?
-Vive en México. ¿Recuerdas que ese fue el único dato que pudimos conseguir pero nunca lo encontramos?
-Sí.
-Pues ahora que estoy aquí decidí retomar la búsqueda, no pensé que lo encontraría tan fácil.
-¿Pero pudiste hablar con él, pudiste verlo? Quiero verlo, por favor dime donde está.
-Si supieras las ironías de la vida... trabaja en este hotel.
-¿¡Qué!? ¿Está aquí, podemos hablar con él?
-No, ahora no está trabajando. Pero ya hablé con él y está dispuesto a declarar... me contó cosas que no sé si estas preparada para escuchar.
-agarró sus manos-Sabes que sí, ¿por qué no me lo dijiste antes?
-Porque no quería entusiasmarte con la idea hasta no encontrarlo. Te podría haber dicho pero creo que debes centrarte en tus hijos, en recuperar su vínculo.
-Que seas mi amigo posiblemente fue una de las mejores cosas que me pasó en mi vida.
-le sonríe-Se llama Andrés, también trabaja de bellboy aquí. Hablé con él por teléfono y mañana voy a verlo antes de que llegue a trabajar.
-Por favor, avísame quiero estar presente. Mañana voy a buscar una casa donde podamos vivir, es muy lindo este hotel pero creo que es momento de que empiece a asentarme. ¿No crees?
-Sí, me parece una decisión considerable, vamos juntos mañana después de que nos encontremos con él.
-Gracias, no sé qué haría sin ti.Una semana después.
-¿Así que te compraste una casa?
-Así es, fue muy lindo vivir en tu hotel pero era hora de dejarlo.
-Si hubieras seguido ahí seguro iba ser más fácil vernos.
-No sé todavía si vamos a seguir viéndonos, es más te digo que no sé cómo salir con hombres. Es la primera vez en muchos años que tengo una cita.
-Créeme que vas muy bien, uno nunca pierde la magia. ¿Te sirvo más?
-Por favor. Seguramente el vino me ayuda.María había aceptado la invitación de Andrés para salir a cenar. Al principio le dio mucha rabia verlo, es más dudaba de si podría aguantar la situación, es que verlo le había hecho entender que quizá su libertad estaba en sus manos pero él había decidido huir.
-Me imagino que te costó mucho aceptar mi invitación.
-No voy a negarte. -seguía comiendo mientras platicaban-
-Fui un cobarde que podría haberte evitado mucho sufrimiento... pero tuve miedo.
-Creme que no fue fácil para mí aceptar esta invitación y aceptar tus decisiones tampoco... me costó trabajo pero estoy aquí.
-Puedo consolarme diciendo que me obligaron a hacerlo, me corrieron del hotel dándome más dinero del que deberían porque querían que salga del país pero sé que lo que hice estuvo mal.
-¿María? -una voz los interrumpía-
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Lazos de Mentiras. #MyE
FanfictionMaría vuelve a su vida pasada después de 10 años de soledad. No quiere nada más de lo que fue suyo, y aunque quiere evitarlo a toda costa eso también incluye a su ex marido que no ha dejado de lastimarla desde que la abandonó.