No le importó que insistiera en la negativa de llevarla a la casa porque no estaba dispuesto a dejarla sola, verla así lo había asustado lo suficiente.
-Insisto en que no era necesario...
Faltaba poco para que llegaran a la casa de María y en todo el viaje esta era la primera vez que relajaba el ceño fruncido, solo porque tenía que hablar.
-No quiero escuchar que te quejes más, quedan 5 cuadras.
-No quería que me trajeras.
-No te hubieras terminado subiendo a mi coche...
-Si me hubieras soltado la mano lo hubiera podido hacer. Aparte eso, que pasa contigo todo el edificio te vio que me llevabas de la mano Esteban, el chisme debe estar rodando por todos los pisos. –no le contestaba- ¿Qué va decir tu esposa? –seguía conduciendo en silencio- ¿Ahora no me vas a hablar?
-Cuando dejes de hablar tonterías.Suspiró y su cabeza mínimamente le daba la razón, ¿qué le importan Ana Rosa?
Estacionó y ella se bajó sin si quiera despedirse ni nada, lo que provocó que él también bajara.
-¿Vas a estar bien? ¿Necesitas que me quede?
-Sí y no. Si necesito algo tengo a quién llamar... -hablaban en la puerta de la casa-
-Mira que no se nota, –ella frunce el ceño otra vez- no vi que ni Luciano ni Andrés te contestaran para acompañarte a casa. ¿A quién vas a llamar?
-Puedo sola igual. Solo quise llamarlos para que tu no insistieras en traerme pero eres un terco obstinado, te dije que estaba bien... de igual manera te agradezco.Había relajado su voz en lo último y le sonrió incipiente y quiso entrar a su casa pero él al detuvo por el brazo.
-No me va importar la hora si tú me llamas y me dices que necesitas algo. Llámame, ¿sí?
-Voy a estar bien.
-Confío en ti.Se dio vuelta y terminó de entrar, solo que no pudo evitar que su conciencia la boicotee recordándole que ojalá hubiera confiado antes en ella de la misma forma.
Se tiró en el sofá y su teléfono sonó, era Luciano que le devolvía la llamada.
-¿Qué paso Mari?
-Qué te necesitaba y no estabas. Tuve otro ataque de pánico y no quería que Esteban me acompañara a casa entonces pensé que me podías buscar de las empresas... igual ya no importa, estoy en casa.
-¿Cómo? ¿Por qué? ¿Estás bien? –se alertó-
-Sí, estoy... no sé si bien, pero estoy.
-Voy a tu casa ahorita.No se movió más del sofá hasta que el timbre sonó tiempo después. Se había quedado relajando su cabeza...
-Luego de que te llamé pensé si estabas en México ya.
-Sí, llegué esta mañana. –entraba y la saludaba con un beso- Estaba con... ya sabes.
-¿Pero no me dijiste que te la llevaste a Aruba? ¿Tanto tiempo se ven? Creo que la ves más a ella que a mí...
-¿Estás celosa? –pasaban al sofá-
-Por supuesto. ¿Quieres que te haga café?
-No, mejor te lo hago yo.Le sonrió agradeciéndole y cuando volvió con dos tazas se sentaron frente a frente para platicar.
-¿Me vas a contar que pasó?
-Tuve una crisis frente a Demetrio, Alba y... Esteban. Me odié por eso...Le contó en detalle cómo había sido la cosa.
-¿Por qué de repente Esteban tiene atenciones contigo? me quedé en la parte de la historia donde él no te dirigía la palabra.
-Supongo porque... nos acostamos.Luciano escupió un poco de su café en el sillón.
-¡Vas a lavarlo tú!
-¡María! dime que es broma, por favor dime que es broma.
-No... -se sonrojó- y me encantaría decirte que fue culpa del alcohol, que... bueno si tuvo algo que ver pero... pero soy lo suficientemente madura como para saber que no, no fue el alcohol, fueron mis ganas que me traicionaron.
-No puedo creer que seas tan...
-Idiota, dilo...
-Y quedas corta. María es Esteban, ¿acaso no te estabas conociendo con Andrés?
-Sí pero... no sé igual no me importa Andrés. No me importa lo suficiente por lo menos, recién nos conocemos. Me acosté con Esteban porque soy una idiota.
-Mínimo... ¿la pasaste bien?
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Lazos de Mentiras. #MyE
أدب الهواةMaría vuelve a su vida pasada después de 10 años de soledad. No quiere nada más de lo que fue suyo, y aunque quiere evitarlo a toda costa eso también incluye a su ex marido que no ha dejado de lastimarla desde que la abandonó.