-Yuuri yo... Tengo los días contados.- La voz de Viktor se cortó en el último segundo.-¿Qué? No.- Yuuri soltó una pequeña risa nerviosa. Si Viktor estaba jugando con él, no era una broma divertida.- ¿Qué significa esto, Viktor? Vienes a Japón después de tanto tiempo a gastar bromas de tan mal gusto...- No pudo continuar, veía los ojos de Viktor en busca de un atisbo de luz cómica; pero sólo veía el mismo mar muerto que tenía desde que se reencontraron.
-Yuuri...- El ruso miró a Yuuri con expresión dolida.- Lo siento yo... Si no creyera... Yuri... y Yakov...- Viktor empezó a balbucear cosas sin sentido hasta finalmente quedar callado. Respiró hondo dos veces antes de continuar.- Yuuri, no habría venido a ti si no sintiera que eres el único que podría. Yuri no quiere aceptar a ningún entrenador. Dice que se retirará después... después de...- La voz de Viktor se cortó en el último momento, impidiéndole continuar.
-Después de que mueras.- La frase de Yuuri penetró en los oídos del ruso, haciendo que éste lo volteara a ver, sorprendido. Pero el japonés no veía a Viktor, sino que tenía la mirada perdida en un punto fijo lejos del mundo real.
-Exacto...- Viktor regresó a mostrar un rostro serio mientras miraba de frente su destino. Él lo sabía. Y lo había aceptado.
El mundo empezó a volverse borroso para Yuuri, sintiendo como su corazón latía fuertemente en su pecho, detrás de sus orejas, su frente y en sus labios. No creía nada de lo que escuchaba. No quería creerlo. Sus ojos ardían mientras intentaba entender la situación en la que estaba. ¿Muerte? Así como... ¿el final de la vida? No. No, no, no, NO. No era posible... No podía... Él no podía...
La voz de Viktor seguía sonando a lo lejos, explicando cosas de infartos, insuficiencia cardiaca, marcapasos, transplantes... Pero Yuuri no escuchaba nada... No podía. Su cuerpo no reaccionaba. No sabía que hacer.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Yuuri, quién finalmente volteó a ver al ruso a los ojos; haciendo que éste se callara inmediatamente. Ambos hombres se mantuvieron en silencio por lo que se sintió una eternidad. Yuuri movía los ojos de un lado al otro sutilmente, enfocando cada ojo del ruso por separado, buscando respuestas en su mirada. Mientras tanto Viktor lo miraba fijamente sin siquiera parpadear, expectante. Pasado cierto tiempo, finalmente Viktor habló.
-Yuuri yo...-
-¡NO ES CIERTO!- El grito de Yuuri interrumpió a Viktor y resonó por todo el lugar, azotando las manos en la mesa y levantándose de su silla de golpe. Las miradas de todos en el café se habían posado sobre él, interrumpiendo cualquier acción para mirar sorprendidos a Yuuri, quién se empezaba a hiperventilar mientras las lágrimas afloraban sin parar, resbalando por sus mejillas.- ¿Por qué? ¿Cuándo?- Yuuri sorbía los mocos por la nariz mientras intentaba que sus palabras sonaran coherentes.- Cuando me fui tu... Yo... no sabía... ¡Tú estabas bien! Tu salud... ¡Tu salud era perfecta! Tu.. Tu...
-Yuuri...- La expresión de Viktor era de un dolor enorme. Veía al hombre frente a él con expresión preocupada.- Yuuri, por favor.- Se levantó lentamente de su silla, con las manos al frente intentando tranquilizar al japonés. Su pose hacía parecer como si frente a él tuviera a una criatura frágil que se podría asustar y correr con cualquier movimiento brusco.- ¡Yuuri escúchame!- La voz de Viktor se volvió repentinamente grave. Endureciendo su rostro mientras posaba sus manos sobre los hombros del japonés, quedando en una posición muy incómoda con la mesa atravesada entre los dos.
El labio de Yuuri temblaba mientras sus ojos se cerraban con fuerza y su cuerpo se encorvaba hacia el frente. Era un sueño. Sí. Todo tenía que ser un sueño. Claro, eso era... Al día siguiente despertaría como todos los días y se daría cuenta que todo había sido tan sólo un muy amargo sueño.
Tenía que ser, ¿Cierto? ¿Qué otra razón había para que Viktor le hablara después de tanto tiempo, diciendo que estaba muriendo y que quería que fuera el entrenador de Yuri?
Eso era.
Un sueño.
Sólo eso.
Escuchó algunos gritos a los lejos, acompañados de la voz de Viktor llamando su nombre; pero a él no le importó. Solo alcanzó a sentir el frío piso sobre su mejilla. Después todo se tornó negro.
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¿Me odian? :)
Ojalá les haya gustado el capítulo; lo tenía listo desde hace varios días pero no había podido transcribirlo en digital para subirlo hasta hoy.
#PrayForViktor ... Prometí que no era cáncer, ¿cierto? ^.^ Luego se irán atando cabos sueltos, como el porqué de la enfermedad de Viktor...
¡Los quiero! <3
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Otra oportunidad.
FanficHan pasado diez años desde que Yuuri Ganó la Gran Prix Final, así como diez años desde la última vez que vio a Viktor. Yuuri se retiró del patinaje para vivir una vida estable con sus hijos (sí, sus hijos); pero todo cambia cuando recibe un mensaje...