Capítulo trece: Todo es tu culpa

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Yuuri veía como los dos rusos caían al suelo mientras el rubio abrazaba a Viktor por la cintura y lo apretaba con fuerza hacia sí. El brazo derecho del mayor intentaba mantener equilibrio apoyado en el suelo mientras la mano izquierda sostenía la cabeza de Yuri en su pecho.

Finalmente la sorpresa pasó y ambos empezaron a movilizarse, Viktor intentaba levantar a Yuri mientras el japonés se levantaba y caminaba a pasos acelerados hacia ellos.

-¿Qué hace él aquí?- el rubio levantó el rostro hacia Yuuri y lo miró con desprecio. Arrastraba las palabras hasta ser casi incomprensible. Yuuri se aceró e intentó agarrar el brazo del rubio para ayudar a Viktor a levantarlo, pero Yuri se alejó bruscamente, haciendo que de nuevo los rusos terminaran en el suelo.- ¡Aléjate de mi!

-Yuri...- Viktor hablaba con voz calmada.- Tenemos que quitarnos de la entrada.- Tomó Yuri por las axilas y lo arrastró hasta uno de los cojines, logrando que su cabeza terminara descansando en la mesita. Cogió una liga que estaba en la muñeca de Yuri y amarró su cabello en un chongo; mientras tanto, Yuuri tomó el bote de basura que estaba en el cuarto de baño y lo puso a un lado del rubio. Ambos cuidaron el estado del chico; Viktor sostenía los cabellos que se habían quedado sueltos y palmeaba con cariño su espalda mientras éste vomitaba en el bote de basura y al mismo tiempo Yuuri humedecía toallas y se las daba al mayor para refrescar al rubio y limpiar su rostro de sudor.- Pareces adolescente irresponsable.- Dijo en un intento de sacar algo mínimamente cómico de la situación. Al ver que no había respuesta, se volteó hacia Yuuri con rostro preocupado.- Nunca se había puesto así, en realidad Yuri casi no bebe.- "Y conmigo de ejemplo es comprensible", pensó.

Pasó una hora en que Yuri no parecía más que empeorar, preocupando a los dos hombres.

-Iré por un café para Yuri.- Viktor se levantó, pasó su mano por su cabello y soltó un suspiro, exhausto.- Cuídalo.- Tomó la llave de la habitación, su cartera y salió del cuarto, dejando a Yuuri sin poder rechistar, con un rubio diciendo incoherencias el cual no estaba totalmente lúcido.

Poco a poco Yuuri se relajó en su lugar, pensando que el ruso por fin se había quedado dormido. Soltó un leve suspiro y se recargó sobre la mesa. Observó a rubio frente a él; por más que lo había visto varias veces en la televisión, le sorprendía lo mucho que había cambiado desde la última vez que lo había visto en persona. Aparte de su altura, su rostro había pasado del de un niño al de un adulto hecho y derecho, manteniendo aún así sus facciones finas y hermosas. Roncaba por lo bajo y su cuerpo temblaba ligeramente.

Fue entonces que Yuuri notó que el chico llevaba tan sólo una delgada sudadera, así que probablemente estaba temblando de frío. Se levantó y tomó una de las cobijas de la cama para ponerla sobre el ruso, colocándola delicadamente sobre sus hombros. Buscó en la habitación el aparato del termostato y, cuando se iba a dirigir a él, pateó accidentalmente la pata de la mesita, despertando a Yuri.

-¡Yurio, lo siento!- El japonés soltó las palabras sin pensarlo y él mismo se sorprendió al escuchar el apodo del ruso salir de sus labios. Al escuchar esto, el ruso inmediatamente se irguió y dirigió a Yuuri una mirada asesina.

-No me llames así, nunca.- Dijo con un tono serio, aunque el arrastre de sus palabras debido al alcohol encubrían un poco el nivel de enojo del ruso. Aún así, dejó mudo al japonés.

-¿Por qué?- La curiosidad ganó al sentido común y el mayor no pudo evitar hacer la pregunta. Una pequeña risa sarcástica salió de los labios del ruso.

-Porque... me conecta contigo.- Yuri bajó la mirada mientras el japonés no podía despegarla de él. No se había esperado esa respuesta... Y honestamente le enojaba; también le había rechazado de forma muy agresiva cuando había llegado hace unas horas y continuamente había soltado palabras despectivas en el transcurso del tiempo. Apretó los puños en la mesa cansado de la actitud del rubio; sabía que se estaba comportando como un niño, pero su rechazo realmente le dolía, ya que él de verdad lo quería y lo apreciaba, a pesar del paso del tiempo.

-¿Por qué...? ¿Por qué me odias tanto, Yuri?- La voz del japonés hizo que Yuri levantara la mirada, desafiante.- ¿Qué hice para que me odiaras tanto? ¿Es porque no estuve con Viktor cuando se enfermó? Yo no sabía que...

-¡TODO ES TU CULPA!- Yuri lo interrumpió a gritos. Al soltar las primeras palabras sus ojos se enrojecieron, reacias a soltar una sola lágrima frente al japonés.- ¿No estar cuando Viktor se enfermó?- Una rápida risa histérica brotó de los labios de Yuri- ¡¡ÉL NO SE HABRÍA ENFERMADO EN PRIMER LUGAR SI NO FUERA POR TI!!- Yuuri había quedado petrificado; todo el enojo que había surgido se había desvanecido junto con el color de su rostro.

-No... Yo no...- Yuuri empezó a balbucear incoherencias intentando entender lo que decía el ruso.

-¿Es que no sabes por qué su corazón enfermó?- Yuri azotó fuertemente las palmas sobre la mesa.- ¡¡ARRUINASTE SU VIDA!! ¡ÉL ESTÁ MURIENDO POR TU CULPA!

-Basta.- La voz de Viktor atrajo la atención de los dos hombres. Se hallaba en el umbral de la habitación con dos latas de café en su mano; su rostro mostraba su claro enfado y mal humor.- Cállate, Yuri.- El menor cerró la boca, había aprendido a reconocer cuando era mejor no provocar a Viktor y éste era uno de esos momentos. Caminó hacia la mesita donde se encontraban los dos hombres y dejó una de las latas de café en ella; abrió la otra y se la entregó al rubio.- Cuidado, está caliente.

-Gracias- Dijo Yuri casi inaudible, haciendo un puchero mientras soplaba torpemente al líquido; parecía ser que la pelea con Yuuri había hecho que bajara un poco su nivel de ebriedad, pero aún así seguía bastante borracho.

Como si apenas notara de su existencia, Viktor dirigió su mirada a Yuuri, quien seguía estupefacto, resistiéndose a entender las palabras que había dicho el rubio.

-Viktor... Lo que dijo Yuri...

-Creo que deberías irte por ahora.- Interrumpió el ruso de forma cortante.

-¿Es verdad lo que dijo Yuri?- El japonés se intentó acercar levemente al ruso, mostrando súplica y confusión en su rostro. Se levantó de su lugar y lo tomó de la muñeca.- Por favor...

-Ahora no es el momento.- Miró al rubio primero y luego dirigió sus ojos a Yuuri.- Yuri es mi prioridad ahora.- Se soltó tranquilamente del agarre del japonés y se dirigió a la puerta, abriéndola y haciendo una seña a Yuuri de que se fuera.- Hablaremos luego, lo prometo. Pero ahora...

-Viktor, por favor...- el japonés se volvió a acercar, ahora sin tocarlo.- Explícame por fav...- La frase quedó en el aire cuando su atención se desvió hacia Yuri, que se dirigía hacia el baño en un intento de correr mermado por el alcohol. Entró y entrecerró la puerta tras él.

-Vete.- Viktor lo empujó suavemente en insistencia, logrando que Yuuri cediera y saliera finalmente de la habitación. Cerró la puerta inmediatamente y se dirigió hacia donde se encontraba Yuri.

Mientras tanto, Yuuri seguía viendo la puerta, triste. No podía dejar de repetir las palabras que el rubio le había dicho. ¿A qué se refería? Viktor se estaba muriendo... ¿Por su culpa? No. No podía ser real... Pero entonces, ¿por qué Viktor había reaccionado de esa forma al escuchar las palabras de Yuri?

Resignado, terminó caminando a paso cansado alejándose del lugar. Las palabras de Viktor resonaron en su cabeza "Yuri es mi prioridad ahora". Sabía que se refería al estado etílico en que se encontraba el rubio, pero no pudo evitar sentirse celoso.

Creía que todo sentimiento había desaparecido pero... si alguna duda tenía, hoy se había aclarado todo.

Extrañaba a Viktor.

Él... Todavía lo amaba.





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¡Aún no muero! Siento mucho la tardanza, pero me operaron y se me dificultó escribir...

En invierno en Japón las maquinas expendedoras tienen café caliente (en lata y en botecitos de plástico), además de que hay una maquinita expendedora cada dos pasos. ;)

Yuuri no es malo, sólo es pendejo, no lo odien...

Si tienen teorías locas de lo que va a pasar, ¡me encantaría escucharlas!

Últimamente wattpad me ha fallado (luego no me avisa o no me notifica cosas), no sé si a ustedes también... si gustan agréguenme a Facebook, siempre aviso cuando hay actualización y también, si quieren, para hablar.

Facebook borró mi cuenta, así que ahora estoy como "Ferid Nikiforov".

Otra oportunidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora