CAP. 2 RUSIA

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Viernes 25 de noviembre. 10:00 de la mañana. Moscú, Rusia. 

-Vitya- el estruendoso grito rompió la tranquilidad de aquella enorme habitación -despierta Vitya, no puedes olvidarte de tus responsabilidades- el hombre mayor de unos 70 años trataba torpemente hacer que aquel cuerpo casi inerte se levantará. El joven platinado yacía en una suave cama tamaño King envuelto aún mas en sus afelpadas cobijas; el sólo quería descansar, su cuerpo se lo demandaba.

-QUE TE LEVANTES DE UNA BUENA VEZ, ¡¡¡NO ESCUCHAS!!!- un joven rubio irrumpió estrepitosamente en aquella oscura habitación. Yuri Plisetsky de unos 18 años de edad es un joven alfa y futuro heredero de la fortuna de la familia Plisetsky, familia a la que la madre de Viktor pertenencia convirtiendo a este hiperactivo joven en su único primo.

Llegando de un salto desde la entra hasta la cama, haciendo gritar de dolor al hombre que se ocultaba entre tantas cobijas- iuk - se quejó el chico al percatarse de un aroma no tan agradable que este desprendía - déjalo dormir Yakov, apesta a celo- volvió a asquearse por aquel aroma tan empalagoso que emanaba perfumando toda la habitación- TOMA TUS MALDITOS SUPRESORES O APESTARAS TODA LA CASA- grito desde fuera de la habitación antes de desaparecer por el pasillo lo más lejos que pudiera de ahí.

-No le hagas caso Víktor, el no comprende por lo que estás pasando- canturrio risueña una pelirroja al entrar a la habitación -aún es muy joven para comprender lo que es ser un Omega- coloco la charola que traía en sus manos sobre una de las mesitas de noche al lado de la cama. En ella traía té y medicina para el adolorido hombre que descubría su rostro para verla mejor- toma - le tendió unos supresores y un poco de agua para controlar el aroma que emanaba.

Víktor Nikiforov, joven caucásico de plateados cabellos y mirada celeste parecía a punto de quebrarse del dolor; ya no sólo de su espalda producto del golpe que el joven adulto le había propiciado, sino más bien por su creciente celo. Tenía 27 años de edad, además de ello era un Omega soltero y virgen. Por alguna extraña razón y a pesar de ser un apuesto omega masculino, el aroma que el emana  no resultaba para nada atrayente al olfato de otros Alfas que intentan conquistarlo; todo lo contrario, los asqueaba y optaban por alejarse lo más lejos posible.

-En días así preferiría ser un Beta- se quejó el hombre tomando las pastillas - gracias Mila, es grato tener a alguien que me comprenda aunque sea un poco - sonrió levemente dejando el vaso con agua para tomar el té que la dulce chica le traía. Mila era una joven omega de la misma edad que Yuri. Ella junto a los demás integrantes de su pequeña familia vivían en una modesta casa en Moscú.

-Víktor, se que sabes esto pero- bacilo antes de continuar- deberías de buscar pareja lo más pronto posible- comentó la pelirroja haciendo suspirar al peliplateado- estas próximo a cumplir 28 y tus celos parecen empeorar con cada año que pasa, un día de estos vas a morir a causa del dolor que sufres- su suave mirada se volvió bastante seria haciendo temblar al hombre que trataba de beber su té.

- Lo sé, lo sé, no tienes que recordármelo - respondió decaído- te aseguró que si no fuera porque mi aroma ahuyenta a todos los Alfas que intentan acercárseme ya tendría una enoooooorme familia con 15 cachorros por lo mínimo - rio exagerando su propio comentario, obviamente odiaba tanto ser un Omega, pero no culpaba su etiqueta en sí sino más bien el hecho de que su aroma fuera repulsivo para cualquier Alfa.

Él a pesar de ser un Omega en verdad deseado, apuesto, alto y realmente exitoso para su clase. Sobresalía en cualquier cosa donde otros omegas fracasaron, eso era algo que lo hacía sentir orgulloso de sí mismo pero sólo había un pequeñísimo problema, al parecer su aroma no era del todo aceptado por los Alfas que lo cortejaban. Cuando se supone que el aroma de un Omega atrae a cualquier alfa a su alrededor el suyo hacia todo lo contrario. Muchos lo habían intentado ignorar pero terminaron en el retrete arrojando todo lo que su estómago pudiera tener.

No todo es lo que parece (yoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora