No todo es lo que parece (yoi)

CAP. 34 DESESPERO

Hola lector/a que entraste a esta parte inesperada por el morbo de que pasará en el cap. de hoy. Adelante lean, lean y mueran conmigo.

Durante 15 días Viktor Nikiforov permaneció en casa bajo los cuidados intensivos de Katsuki Yuuri y su primo Plisetsky Yuri, quien se había dado algunas horas para ir a visitar al platinado durante esos días. Tras su repentina incapacidad su jornada se había convertido en una monotonía bastante aburrida. Por las mañanas iba a la empresa a recibir los informes que tenían Yakov y Marcus quienes habían quedado al frente de esta. Ellos preparaban todo los documentos que el Omega debía firmar a primera hora del día. Sin importar su estado la empresa debía seguir funcionando, debido a que este era considerado grave se le permitía ir un par de horas a firmar papelería o esta era llevada al hotel por Marcus después del trabajo. Después de eso visitaba a Chris en su casa pues estar encerrado todo el día en el hotel lo aburría a morir. A veces iban a comer o veían películas, cuando el ruso no podía visitarlos el suizo acudía a este con un maratón de series o películas en Netflix. En alguna hora de la mañana Yurio se aparecía por el lugar para corroborar el estado del mayor, le ayudaba en algunas cosas o simplemente le hacía compañía por un rato.

Quince días de vacaciones podría ser el paraíso para cualquier persona. Más no para alguien quien toda su vida a estado llena de un sin fin de actividades. Los primeros tres días estuvieron bien como descanso, después del cuarto deseaba que el tiempo pasara volando. No podía hacer muchas cosas, por lo que sus actividades se resumían a la fábrica, visitar a Chris quien tampoco tenía trabajo debido a su embarazo, jugar un poco con los perros y ver películas. Además de las visitas esporádicas de su joven primo. Quien diría que Netflix no sería suficiente para el desocupado albino.

Pero así como el tiempo puede parecer eterno a veces pasa rápido. Después de tanta espera el día de la cita con el doctor Mackenzie llegó. Viktor había elaborado muy bien su itinerario del día. Yuuri se iba a las 8 de la mañana a su oficina, él debía estar a las 8:30 en el consultorio para su consulta a las 9 en punto. El procedimiento de fertilidad duraba una hora, mas tres que tendría que pasar en recuperación le aseguraba estar de regreso en el hotel a las 3 en punto. Listo para descansar un poco y prepararse para la cena que tendría con su esposo esa misma noche.

Aún que quizás todo podía ser evitado si el embrión se había desarrollado como se esperaba. Cosa que el mismo Viktor consideraba imposible, su suerte nunca había existido por lo que dudaba que justo ese día se presentará a su ayuda.

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Mackenzie reviso los estudios de Viktor, donde todo parecía normal. Hoja tras hoja leyó los resultados, por último la prueba de embarazo en la que estaba escrita en mayúsculas NEGATIVO. Soltó un suspiro justo en el instante en que este cruzaba la puerta de su consultorio. Dio un leve parpadeo para esbozar su mejor sonrisa. Su ética le obligaba a mostrar su mejor cara a cualquiera de sus pacientes, sobretodo en pacientes como Viktor. Quienes ven en él un salvador que les ayudará a traer a este mundo un ser más.

- Como se encuadra hoy señor Nikiforov?- pregunto en cuanto el mencionado tomó asiento.

- Dígame usted doctor, ya debería de tener mis resultados- rió nervioso el peligris.

- Tiene toda la razón- rio tomando una vez más el manojo de papeles en sus manos. Los hojeo por una última vez como si eso fuera a cambiar alguna letra de las que se habían escrito en ellos.

- Doctor dejémonos de rodeos- hablo el peligris antes de que el medico pudiera articular alguna palabra- ambos sabemos que todo está en orden a excepción de lo que yo más deseo- agacho la cabeza un poco melancólico.