Yuuri es un joven Alfa de 23 años, por cosas del destino resultó ser un Alfa de bajo nivel, no es muy respetado por otros omegas y siempre es rechazado.
Viktor es un hermoso Omega de 27 años, pese a su edad nunca se ha comprometido con nadie. Parec...
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(Imagínense algo así, pero en Yuuri)
-Yuuri- el emocionado tailandés no pudo evitar saltar sobre su apuesto amigo al verlo tan elegante y sobre todo guapo. Usaba unos jeans oscuros con una camisa azul y sobre esta un saco azul marino con una bufanda para contrarrestar el clima frió. Su cabello estaba peinado hacia atrás, (como en modo eros) sin duda el Omega no podía evitar sentirse atraído por el Alfa que además portaba un exquisito perfume; sin duda, tenía que saber que perfume era pues lo estaba embriagado con su aroma y eso que aun no tenía ni un sólo trago encima.
Por su parte, Yuuri risueño lo atrapo en sus brazos haciendo que este sintiera mas profundo el suave pero a la vez fuerte aroma de su perfume.
- Yo también estoy feliz de verte- río levemente el castaño ante la actitud de su amigo.
- Yuuri te vez genial- una enorme sonrisa se dibujó en su rostro haciendo sonrojar al japonés.
- Tu no te quedas atrás amigo-
Por su parte el moreno usaba unos pantalones negros con una camisa azul marino con estampados y un saco marrón.
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(Así chicas, pero con Pichit claro :D y sin el portafolio. Ya salió del trabajo XD)
-¿Ya estas listo?- pregunto el Omega adentrándose en la habitación.- Hola Vicchan- saludo al caniche que devoraba su plato de comida.
-Si- respondió Yuuri mientras acomodaba un último cabello frente al espejo.
-Bien entonces...- saco su móvil- selfie- ambos sonrieron a la cámara antes de salir de aquel lugar.
El joven japonés se despidió de su mascota antes de cerrar la puerta y dirigirse junto a su amigo al elevador.
Este por su parte no podía apartar la mirada de él; estaba tan cambiado, su porte y su presencia eran diferentes, además que se veía que tenía mayor seguridad. Su cuerpo era diferente; si bien, es verdad que antes estaba gordito ahora se podía apreciar lo bien trabajado que estaba su cuerpo. Pero si algo nunca cambiaría, eso sin duda sería la escénica de Yuuri, tan bobo y despistado que no se daba cuenta que tenía a un Omega babeando por él.
