CAP. 7 BRINDIS

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Solo diré una cosa, ámenme.

Fuera del baño, ambos hombres se dirigían hacia la salida. Yuuri cargaba al inconsciente Viktor a modo de doncella de cuento. Antes de llegar a la puerta fueron interceptados por un furioso pelirrubio que no podía creer lo que veía.

-¿A dónde llevan a mi amigo?-

-Tranquilo- hablo Pichit - estaba prácticamente inconsciente en el baño, así que decidimos llevarlo a su casa, nosotros nos dirigimos hacia allá ¿vienes? -

Lo que había comenzado como un "tomar y correr" había sido cambiado por un sólo objetivo "llevar al alcoholizado Omega a descansar".

- Yo lo llevaré - dijo el Omega acercándose a Yuuri quien gruño antes los primeros pasos del ojiverde. Acurruco más al joven en sus brazos evitando que este lo tocará -dámelo- ordeno Chris sin obtener respuesta.

-Será mejor que lo dejes- explicó Pichit- es su Omega y aunque fueras un alfa de alto rango dudo que permita que lo toques-

Chris suspiro, tenía razón era obvio que el ruso era el Omega de aquel sexy chico pero no entendía nada de lo que pasaba. ¿No era acaso ese chico Moreno el Omega del castaño?

-¿Lo llevaras a su casa?- dirigió la pregunta al japonés.

-Sí, no está en condiciones de nada más- afirmó el alfa con una tierna mirada puesta sobre el chico en sus brazos- además no soy tan canalla como para intentar algo en el estado en que se encuentra- se veía tan lindo durmiendo. Chris casi gritaba de la emoción; su amigo no podía tener mejor suerte, tenía al alfa más tierno del universo rendido ante él.

-Pichit- la aguda vos del coreano tenso a todos los presentes; bueno casi todos, ya que el dulce Omega durmiente ni se inmutó ante el grito.- tenemos... que... hablar...- estaba tan fatigado por haber corrido en cuanto salió del shock en el que el moreno lo había dejado tras su partida.

-No hay nada de qué hablar- Pichit volteó su cara haciendo una mueca de molestia.

-Pichit creo que si deben hablar- sugirió el castaño mientras el valet le entregaba las llaves de su coche. Pichi lo miró, después miró al azabache y soltó un suspiro.

-Está bien, pero agradécele a Yuuri que sí aceptó es por él- el contrario asintió

-Gracias Yuuri- extendió su mano hacia el tailandés con la palma hacia arriba pero este la rechazó y sólo camino a su lado. Estaba en verdad molesto y no le sería nada fácil remediar su falta. Ambos chicos se adentraron al bar dejando al suizo, el japonés y el ruso solos.

-¿Y bien? ¿Vienes con nosotros?- pregunto el castaño sacándolo de su embebecimiento.

-Eh!? No, yo me iré con mi novio- respondió- el vendría por nosotros. Pero como dudo poder separarte de él, lo dejaré a tu cuidado. ¿Está bien?-

-Yo me encargaré de cuidarlo- aseguró el joven Alfa recostando al Omega en el asiento del copiloto mientras abrochaba su cinturón de seguridad y baja el asiento.

En eso, un acelerado auto negro de estaciono justo enfrente de ellos, Yuuri podría jurar que se estrellaría contra su auto al ver la velocidad con la que se detuvo.

-Mi vida- grito un alto hombre castaño de test clara avanzando con los brazos abiertos hacia el rubio.

-Llegó mi novio- guiño discretamente el suizo para luego correr a los brazos de su amado- mi cielo te extrañe- hizo un puchero enterrando su rostro en el pecho del castaño.

-Yo te extrañe el doble amor, ¿ya no estas molestó conmigo?- lo apretó suavemente depositando un tierno beso en sus cabellos. Este negó con la cabeza y alzó su mirada hasta clavarla en los ojos cafés del contrario.

No todo es lo que parece (yoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora