Cinco años después.
Le sonreí a la chica mientras le pasaba la bolsa con sus compras dentro junto con la factura.
—Gracias por su compra, vuelva pronto.
Después de tres años ahorrando, al fin pude poner mi propia tienda de ropa. Era un poco pequeña, pero estaba en un buen lugar. Venían muchas personas, creo que pronto tendré que contratar a otra chica para que nos ayude a mi y a Nadia. Ella había sido mi compañera de piso por dos años, luego decidí independizarme, alquilé un departamento en Queens y aquí me tienen, viviendo encima de mi tienda. Aún siento que me falta algo, pero no sé qué. Tengo mi tienda, amigos, he tenido citas con varios chicos. Pero al parecer soy demasiado para ellos, ya que nunca me llaman o solo no vuelvo a saber más de ellos; es como si dejaran de existir.
—Amo tu nuevo color de cabello. —dijo Nadia interrumpiendo mis pensamientos.
—Gracias. A veces es bueno cambiar de look.
—Ahora solo hay que esperar a que te lo cortes. —bromeó y dirigió su mirada hacia dos chicas que acababan de entrar a la tienda—. Yo me encargo de estas.
—Está bien. Yo me iré a organizar la sección de hombres, siempre dejan todo por todos lados.Cerré con llave la caja registradora y guardé la llave en mi bolsillo. Fui hacia la sección de hombres y comencé a organizar las camisetas por orden de tamaño, las pequeñas adelante y las más grandes atrás. Lo mismo hice con los pantalones, sudaderas y todo lo demás. Alinee bien los zapatos que estaban torcidos, cogí las prendas a las que se le habían caído el precio para ponerlas junto con la otra pila. Cuando la tienda cerrara me quedaría para ponerle los precios otra vez. Caminé fuera de la sección de hombres con una gran pila de ropa en mis manos. No podía ver a quién tenía en frente así que debía tener mucho cuidado.
—¡Cuidado! —me gritó Nadia antes de que chocara con un chico y se me cayera todo lo que tenía al suelo.
—Por Dios, lo lamento tanto. —dijo aquella voz tan familiar.
—No te preocupes, fue mi culpa. No debí cargar tanta ropa.
—Déjame ayudarte. —cogió una de las bolsas que estaban en el pasillo para entrar las compras y me ayudó a meterlo todo—. Ese hombre es muy afortunado.
—¿Disculpa? —fruncí el ceño y al fin lo miré a la cara—. ¿Te conozco de algún lado?
—No, no creo. —dijo levantándose con mi bolsa en sus manos. Yo lo seguí hacia el mostrador, donde puso la bolsa.
—Tu cara me es tan familiar. —seguí mirándolo y cogí la bolsa para ponerla detrás del mostrador—. ¿De dónde eres?
—Oh, trabajas aquí. Lo siento, pensé que estabas comprando todo eso para tu novio. —se rascó la nuca, una muestra de nerviosismo—. Soy de Orlando, acabo de mudarme hace dos días.
—De hecho, soy la dueña. Y no tengo novio. —reí, luego me di cuenta de lo estúpido que fue decirle eso. Por suerte llevaba maquillaje así que no se notó cuando me puse roja—. Oh, entonces bienvenido. ¿Ya encontraste lo que estabas buscando? Ayer nos llegó una nueva colección de abrigos, estoy segura de que te encantará.
—Gracias. Y no, vine con mis hermanas, ellas sólo me quieren para que les cargue las bolsas.Reí.
—Es normal cuando tienes hombres en la casa. Yo nunca tuve así que siempre he tenido que cargarlas sola.
Estás hablando demás, estás hablando demás.
—Oh, eso es bueno... Quiero decir, no tienes a ningún hombre que te cargue las bolsas... —se enredó en sus palabras y solté una pequeña carcajada—. Dios, eso no fue lo que quise decir. —se pasó las manos por la cara, un poco frustrado.
—No te preocupes, te entiendo.
—Lo que quise decir es que no dependes de ningún hombre y eso es bueno. Sabes cuidarte y cargas tus bolsas. Me gusta.
—¿Necesitas a alguien que cargue las tuyas? —intenté bromear, y para mi suerte, él rió. Tenía la sonrisa más familiar y hermosa de todas
—No, yo puedo cargarlas. También puedo cargar las tuyas algún día que lo necesites.
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WONDER WOMAN
FanfictionBasado en la mujer maravilla de esta época. [EDITANDO] Dos temporadas. Atualizaciones lentas.