WONDER WOMAN

Capítulo dieciséis

¿Por qué estoy haciendo esto?

Primero, Alek, y ahora Matthew, su hermano. Debería sentirme mal por haberme cogido a ambos, pero no. No siento el mas mínimo remordimiento. Al contrario, me gusta como lo hacen ambos. Alek es más rudo, más intenso; mientras que Matthew es más gentil y se toma su tiempo al hacer las cosas. 

Sin embargo, Elliot lo hacía de una forma que no se puede explicar con palabras. Era increíble. El movimiento que hacía con sus caderas podría volver loco a cualquiera. Y sus embestidas al ritmo de la música, hacían que fuera más fácil llegar al clímax. Como sus dedos jugueteaban con mi clítoris y luego se aventuraban por mi entrada para darme pequeñas pero intensas embestidas, las cuales me volvían loca. Y por último, su lengua, sus besos. Cuando esta jugaba con la mía, como recorría mi cuello y mis senos, para al final bajar a mi intimidad y devorármela como si fuera comida en bandejas hechas de oro y plata. Él disfrutaba comérmelo y yo disfrutaba que me lo comiera.

Ahora estamos todos en la habitación de un hotel, es de noche, y todos recopilamos información que puede ayudarnos con la investigación. La tensión qué hay entre los tres hombres de esta habitación se puede sentir, Alek y Elliot saben lo que hicimos Matthew y yo en su oficina. El micrófono estaba allí, encendido.

—Bien —habló Elliot— ya revisamos todo, es hora de que procedamos con el plan principal de nuestra misión.

—Alejandro y Matthew Petrov, quedan arrestados. Cualquier cosa que digan puede ser usada en su contra.

Luego, todo pasó en cámara lenta. Hombres con trajes iguales a los del ejército de Ares entraron por la ventana. Uno de estos le clavó una espada por la espalda a Elliot y yo grité. Rápidamente me puse mi armadura y comencé a pelear con ellos, al igual que Amara, que se sorprendió cuando Alek comenzó a lanzar llamas hacia los hombres. Matthew se arrojó al suelo, donde yacía el cuerpo inconsciente de Elliot y lo arrastró hacia el baño, donde se encerró.

Saqué mi espada y comencé a pelear con el que parecía el más fuerte. En un ágil movimiento, logré clavarle la espada justo donde él se la había clavado a Elliot. Vi en sus ojos el dolor que estaba sintiendo, y luego vi como caía al suelo, muerto.

Al final, estaban todos muertos, las lágrimas corrían por mis mejillas, solo podía pensar en Elliot. Su cuerpo había desaparecido, y Matthew se encontraba inconsciente en el baño.

Ahora teníamos que encontrarlo, y luego encerrar a Matthew y Alek.

—¿Por qué crees que se lo hayan llevado? —me preguntó Amara mientras veía el cuerpo de Matthew
—No sé —le contesté— esto se salió de nuestras manos.
—Debemos encontrarlo.
—Yo misma me encargaré de matar a Ares. —hablé mientras sujetaba mi espada con fuerza.
—¿Ares... el dios? —preguntó Alek, asombrado

Ambas asentimos.

—Me pondré en contacto con Zeus, recojan todo y larguémonos de aquí.

Dicho eso, Amara salió de la habitación. Todo el mundo corría hacia la salida. Habían presenciado la pelea, y ahora la policía venía en camino.

—Tenemos que salir de aquí. —mi voz sonaba entrecortada. Quería golpear algo con fuerza, quería matar a Ares por llevarse a Elliot. Se supone que teníamos un acuerdo, que todo estaba solucionado. Pero al parecer, no le quedó claro.

Me dirigí hacia el baño, donde aún yacía el cuerpo inconsciente de Matthew, y Alek estaba con él, tratando de despertarlo. Alcé mi espada hacia el cielo e inmediatamente nos teletransportamos a Themyscira, donde estaríamos más seguros.

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Al llegar a termyscira, ya nos estaban esperando para recibirnos. Una sonrisa invadió el rostro de la que solía ser mi mejor amiga cuando vivía allí, Cora, quien inmediatamente corrió a abrazarme.