Capítulo 13

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Rogelio

Me llamaron para darme información a cerca del tal Tommy, el que le había robado a don Antonio. Antes de venirnos a Mazatlan había llamado a uno de mis contactos, para que investigará y por lo que veo, no perdió tiempo.

Por otro lado, había algo en la tal Ximena que no me inspiraba confianza, por esa misma razón no le quise dar el bolso a Rodrigo, en ese bolso siempre trae dinero, una arma de repuesto y cartuchos, por cuestiones de emergencia. Y si ya traro de abrirlo una vez, puede hacerlo otra.

Llegué al lugar pactado con mi informante, era un lugar vacío, casi un desierto. No me baje del auto, hasta esperar a ver al Vato. Cuando se bajó de su carro, yo también lo hice.

-¿Cómo estás, Rogelio? - preguntó cuando me acerqué a él.

-Muy bien, ¿y tú? - nos dimos la mano.

El Vato, es bastante joven, incluso más que yo, pero cuando se trata de buscar información, es el mejor. No hay nada que no pueda encontrar.

-Bien, bien - asintió varias veces.

-Entonces, ¿qué encontrataste, acerca del tal Tommy?

-El tipo es nuevo en el negocio.

-Eso ya lo sé - me encogí de hombros.

-Si, pero el asunto está en que para ser nuevo, tiene mucho poder - fruncí el ceño.

-¿Y exactamente dónde está?

-Aquí en Mazatlan - abrí la boca.

-Con un demonio - bufé -. ¿Entonces cómo llegó hasta las bodega de Culiacan? - fue una pregunta más para mí que para él.

-Tiene gente en Culiacan, demasiada para ser exacto.

-Esto es raro, si fuera nuevo en el negocio no tendría tanta gente ni tanto poder. Cuando empiezas en éste negocio, o estás solo o tienes a un pequeño grupo de gente, pero no tanta como dices que la tiene.

-Lo sé, trataré de averiguar más y cuándo tenga algo te aviso - asentí.

-Está bien - nos dimos la mano y se fue.

De inmediato llamé a don Antonio para informarle, lo poco que sabía y a esperar que diera alguna orden.

-Don Antonio, ¿cómo está? -pregunte en cuanto respondió la llamada.

-Muy bien ¿y tú?

-Bien, bueno ni tanto, ya tengo información del Tommy.

-A ver dime lo que sabes.

-Lo que nos dijeron antes es cierto, el tipo es nuevo, pero lo raro es que tiene demasiada gente para serlo.

-Sí, tienes razón, eso es muy raro ¿Y dónde está ese perro?

-Aquí en Mazatlan.

-Entonces ¿cómo supo lo de la merca que teníamos en la bodega?

-Ratas infiltradas, aparte dicen que el cabrón tiene mucha gente allá.

-Debes exterminar a esas ratas lo más pronto posible.

-Mañana que lleguemos, nos ponemos de acuerdo.

-Está bien, nos vemos mañana - terminamos la llamada.

Justamente antes de guardar mi celular, Sebastián me envió un mensaje diciendo que ya habían llegado a casa, así que subí al auto y empecé a conducir rumbo a la misma. Cuándo llegué a la casa con lo primero que me encontré, fue con Rodrigo y la tal Ximena besándose, muy románticos. Al parecer ellos también acababan de llegar.

Esto ya se está poniendo muy raro, después de aquella mujer de la que a Rodrigo no le gusta que mencioné, se fue, lo máximo que él pasaba con una mujer, era una noche. Y ahora con ésta pasó todo un día. ¿Qué le está haciendo? Es hermosa, realmente lo es, pero esto ya es demasiado.


-¿Dónde andabas, compa?- me pregunto Rodrigo cuando se dio cuenta de mi presencia.

Solamente lo volví a ver y seguí con mi camino, no tenia ni la más mínima intención de contarle algo frente a esa tipa. A pesar de haber sido yo quién le insistía con que se buscará una mujer, esa no me cae bien y preferiría que siguiera solo. Desde que la vi en el cuarto, no me cayó bien y no solo porque estaba tratando de abrir el bolso, si no porque me parece muy falsa.

Anoche que Rodrigo me la presentó no me di cuenta de eso, ya que esta borracho, pero ahora si pude darme cuenta.

-¿Qué pasó, parse? - era Sebastián -. Te veo muy pensativo.

-No pasa nada - negué.

-Ya que no pasa nada, vamos a comer - me dio un golpe en ma espalda.

-Está bien, vamos que ya hace hambre - cuando llegamos al comedor, todos estaban sentados incluyendo a Ximena.

Para mi desgracia.

Todos empezamos a comer, estábamos en silencio hasta que Ximena habló.

-La comida está deliciosa - dijo dirigiéndose a Sebastián.

-Que bueno que te gustó, es comida tradicional de mi país - Sebastián sonrió.

-La preparo nuestro chef - agregó Manuel -. Es el dueño de uno de los mejores restaurantes de acá.

-Con razón está tan rica- dijo Ximena.

-Oye inge ¿fueron a la pista? - le preguntó Manuel a Rodrigo

-Sí, fui solo con Ximena - respondió con una sonrisa idiota.

-¿Y te gustó Ximena? - preguntó está vez Sebastián.

-Me encanto.

Todos seguían conversando mientras yo seguía en silencio, no tenía ni quería aportar nada a la conversación. Cuando terminamos de comer me fui al patio, para pensar en como encontrar al Tommy.

El Sicario. Where stories live. Discover now