Un amor, un lugar

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Abrí los ojos lentamente, acostumbrándome a la claridad del cuarto, moví un poco mi cuerpo y miré a un lado encontrándome a Emma completamente dormida. Salí de la cama sin hacer ruido y me fui a tomar un baño, esa noche había sido movidita. Hoy sería el día específico para empezar con los preparativos de la boda, quería una fiesta para invitar a todos en la ciudad, pero sabía que Emma no iba a estar de acuerdo, como la primera vez.

Salí del baño, me cambié de ropa y vi que Emma aún dormía. Me sonreí a mí misma y dejé el cuarto sin hacer ruido. Al llegar a la planta de abajo, encontré a Adam viendo dibujos en la tele y parecía contento. Me acerqué y me senté a su lado, él me sonrió dulcemente, lo que hizo henchirse a mi corazón.

«Buenos días, querido» dije besándolo en lo alto de su cabeza «¿Dormiste bien?»

«Buenos días, sí, dormí» respondió educadamente «¿La señora durmió bien?»

«Adam, puedes tratarme de tú» él rio «Y sí, dormí bien»

«Entonces, ¿cómo queda mi situación?» preguntó ansioso «¿Voy a regresar a aquel orfanato?»

«Si dependiese de mí, no regresarías a aquel lugar» respondí abrazándolo, él se acurrucó en mi regazo «¿No tienes a nadie?»

«No, mis padres murieron en un accidente de coche cuando yo tenía dos años»

«Lo siento mucho, cariño» susurré acariciando sus cabellos «¿Alguien ha intentado adoptarte?»

«Sí, dos parejas realmente» él se separó un poco para mirarme «Pero dijeron que era muy mayor»

«¿Cuántos años tienes?»

«Tengo siete» sonreí tocando la punta de su nariz

«Ya eres un muchachito» dije bromeando con él «¿Qué te parece si después del desayuno vamos de compras?»

«¿Cómo en las películas?» Adam preguntó animándose

«¡Exactamente!»

«Me apunto, mamá» me abrazó y solo entonces me di cuenta de que me había llamado mamá «Perdona, es que...»

«Todo bien, cariño» sonreí acariciando su rostro «¿Vamos a preparar el desayuno?»

«Vamos»

Para ser sincera, me había encantado que me hubiera llamado mamá, eso me dejó todavía más motivada, preparamos el desayuno, y mi madre apareció acompañada de Emma en la cocina. Adam las abrazó a las dos y volvió a hacer lo que estaba haciendo.

«Buenos días, amor» me dijo Emma besando mi mejilla

«Buenos días, bella durmiente» sonreí

«Tiene un buen olor» dijo mi madre bromeando con Adam

«Pues sí» comenté cogiendo los vasos «Emma, ¿me ayudas?»

«Claro» respondió dándome un rápido piquito

El desayuno fue animado, hablamos, reímos y Adam nos contó un poco más sobre cómo era su vida en el orfanato. Miré rápidamente para la rubia a mi lado que mantenía su mirada fija en el plato.

«Después del desayuno vamos de compras» dije cambiando de tema

«¿Puedo ir también?» preguntó mi madre mientras daba un sorbo a su zumo

«Claro, porque voy a necesitar tu ayuda» respondí contenta

«¿Vienes con nosotros, Emma?» pregunto Adam

Losing your memoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora