Fuimos lo más rápido posible a la comisaria, al llegar pequeños flashes llegaron a mi memoria, que me marearon un poco. Ese lugar me era familiar, una sensación de ya haber estado ahí tomó cuenta de mí.
«Emma, ¿estás bien?»
«Creo que no conozco este sitio» respondí acercándose a la entrada de la comisaria.
«¿En serio? ¿Has estado presa?» preguntó Belle mirándome curiosa
«No lo sé...»
Al entrar, vimos que el sitio estaba lleno, denuncias, personas heridas, otras ya encarceladas. Nos acercamos a un mostrador a pedir información cuando un hombre alto, de cabellos algo grises se acercó rápidamente y me abrazó fuerte.
«¡Swan! ¡Qué sorpresa!» me dijo dejando de abrazarme «¡Qué honor, tú por aquí!»
«¿Se conocen?» me preguntó Belle a mi lado
«Claro, trabajó en mi departamento durante años» dijo el hombre orgulloso «Supe que te has hecho sheriff, ¿es verdad?»
«Disculpe, señor, perdí mi memoria entonces no me acuerdo de nada» él me miró incrédulo
«¿Qué pasó?» preguntó asustado
«Un accidente de coche, estuve en coma tres años y cuando desperté, no me acordaba de nada»
«¡Qué tragedia!» exclamó triste «Quiero que sepas que fuiste la mejor policía que hemos tenido, Emma. Los homicidios te echan de menos, espero que recuperes la memoria pronto»
«Gracias, hum, no sé su nombre»
«Teniente Dante Fitz» dijo extendiendo la mano en forma de saludo
«Encantada, señor» sonreí
«No quiero interrumpir este momento de regreso al pasado, pero necesitamos una información» comentó Belle
«¿Qué información?»
«Mi esposa está presa por chocar con el coche, y además estaba borracha»
«Ah sí, se encuentra en la sala que está al final del pasillo, pero hay un problema»
«¿Cuál?» preguntó Belle impaciente
«El coche no está a su nombre» respondió Dante
«Es mío» dijo Belle pasándose la mano por el cabello
«Venga conmigo, hay algunos papeles que necesita firmar» Belle asintió «Y Emma, ha sido bueno verte»
«¡Igualmente, señor!»
Me sentía mareada, las ganas de vomitar solo aumentaban. ¿Cómo he llegado aquí? Ah sí, he estrellado el coche de mi mejor amiga porque estaba borracha, esto nunca me había pasado.
Cerré mis ojos ignorando la charla de las personas que estaban conmigo en la sala, dos prostitutas, una drogadicta pidiendo más droga y yo, la alcaldesa de una ciudad.
«¿Regina?» abrí mis ojos tan pronto como escuché la voz de Emma
«Emma, ¿qué haces aquí?»
«Llevarte para casa, ven» respondió acercándose
«Llévame a mí también a casa, baby» una de las prostitutas habló guiñándole un ojo a Emma
«Belle está rellenando los papeles del coche, ya pagué la fianza antes de venir»
«¿Cómo supiste que estaba aquí?» pregunté medio mareada
«Estaba en casa de Belle esperándote cuando recibimos la llamada» respondió agarrando mi cintura «Ahora vámonos de aquí»
Caminamos hasta el coche de Belle, me senté en el asiento de atrás, sintiéndome somnolienta por segundos. Emma intentaba ponerme cómoda, pero todo lo que yo quería era echarme en su regazo.
«¡Emma!» ella me miró «Tengo frío»
«Ponte mi chaqueta» dijo quitándose la chaqueta roja y dándomela enseguida
«¡Emma!» la llamé de nuevo
«¿Qué pasa, amor?» preguntó sentándose a mi lado
«Quiero dormir» respondí reposando mi cabeza en su hombro y sentí cómo mis ojos se iban poco a poco cerrando.
«¿Regina?» la llamé, pero no obtuve respuesta «¡Regina!» la puerta del coche se abrió y una Belle bien irritada se sentó en el asiento del conductor «¿Qué tal fue?»
«Voy a tener que pagar una multa gigantesca a causa del choque» respondió arrancando
«¿De cuánto?»
«No quieras saberlo, Emma» respondió encendiendo la radio a volumen bajo
El trayecto se hizo en silencio, solo el ruido de la música llenaba el espacio del coche. Regina dormía tranquilamente en mis brazos, me quedé mirándola dormir y una sonrisa boba nació en mis labios.
«No sabía que habías sido policía de homicidios» dijo Belle rompiendo el silencio
«¿Regina no te contó?»
«Solo me dijo que eras agente de policía» respondió encogiéndose de hombros «Me va a escuchar Regina más tarde»
«Hey, no vas a pelear con ella» dije en un tono serio.
Cuando llegamos a la mansión, cargué con cuidado a Regina hasta su cuarto y la eché en la cama. Cuando miré el reloj, eran las 03:00 en punto. Belle me ofreció un cuarto, entonces fui a descansar un poco, tenía mucho sueño.
Cuando me desperté, lo primero que sentí fue un tremendo dolor de cabeza, subí las sábanas para taparme un poco más cuando llamaron a la puerta. Ruby entró y me dio un vaso de agua y un comprimido para el dolor de cabeza.
«Regina Mills, ¿quién lo diría, eh?» comentó sentándose a mi lado «¿Qué se te pasó por la cabeza?»
«¡Emma!» respondí cerrando los ojos con fuerza «Tuvimos una pelea y bebí más de lo que debería, y el final ya lo sabes»
«Se pasó la noche aquí» abrí los ojos y vi la sonrisa de la morena
«Ahora me acuerdo de que fue a buscarme a la comisaria» suspiré cansada
«Belle está enfadada contigo» Ruby rio alto, lo que hizo que mi cabeza palpitara
«Preveo sermón» comenté cuando la puerta se abrió de nuevo y apareció Emma
«Bueno, me voy a disfrutar de Nueva York» Ruby se levantó «¡Cuídense, chicas!»
«¿Cómo te sientes?» preguntó Emma mientras cerraba la puerta
«Resaca» respondí sin mirarla «Venga, dame el sermón»
«¿Por qué haría eso? Gracias a ti me he acordado de una cosa» la miré sorprendida, no esperaba oír aquello «Aquella comisaria, yo trabajaba allí»
«¿Era ahí donde trabajabas?» Emma señaló que sí «¿De qué más te has acordado?»
«De momento solo de eso» respondió dándome una pequeña sonrisa «He hablado con Mary y con David, no quiero volver a las sesiones con el Dr. Hopper»
«Bien, pero, ¿por qué me estás diciendo esto?»
«Eres mi esposa, Regina» respondió sentándose a mi lado «¿Cierto?»
«Cierto, pero...» fui cogida desprevenida por un beso rápido y calmó que duró solo unos minutos, pero fue suficiente para hacer que mi corazón se acelerara.
«Te amo, Regina» susurró Emma.
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Losing your memory
FanfictionTRADUCCIÓN. Se trata de la traducción del fic portugués Losing yor memory de Camila Q. Regina y Emma llevan cinco años casadas. Al principio todo fue un camino de rosas, pero el trabajo y la rutina ha hecho que la pareja se haya distanciado. Pero un...