Same love

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Cuatro años después

El sol ya estaba empezando a desaparecer del horizonte cuando estacioné el coche frente a la mansión. El día había sido largo y cansado, pero aun así estaba ansiosa por jugar con mis pequeños. Al entrar me encontré con todo en silencio, cosa extraña, siempre que llegaba, la casa estaba en plena algarabía y griterío. Fui hasta el salón y fui sorprendida por una de las más bellas escenas, una gran sonrisa nació en mis labios al ver a Emma dormida en el suelo, y encima de ella Anna y Helena dormían como ángeles, y en el sofá Henry compartía el mismo cojín con Adam.

La puerta se abrió y cuando miré encontré a mi madre cargada con bolsas de compras, miró la escena y sonrió. Me fui al cuarto, tomé un largo baño y cuando regresé a la sala, Adam y Henry se habían despertado y estaban viendo dibujos animados, les di un beso a los dos y fui a despertar a Emma. Cogí a Anna en brazos, mientras ella se encargaba de Helena.

«¿Cuándo llegaste?» preguntó con voz somnolienta, mientras las niñas iban despertándose.

«Hace algunos minutos» respondí besando a Anna y después a Helena «¿Cómo están mis amores?» pregunté sonriéndoles

«Bien, mamá» respondió Adam

«¿Vamos a bañarnos?» preguntó Emma poniendo a Helena en el suelo, ellos protestaron poniendo cara fea, lo que me hizo reír «Venga, pandilla, hemos jugado toda la tarde, necesitamos un baño» el baño como siempre fue una batalla, el cuarto de baño quedó completamente mojado y había jabón por todos lados. Emma parecía una niña cuando jugaba con ellos, algunos minutos después nos pusimos a recoger mientras ellos iban al salón «Estoy exhausta» confesó Emma echándose en el suelo del baño.

«Venga, Swan» empujé a Emma por el brazo haciendo que se levantara «Yo recojo este desastre, mientras tú tomas un baño»

«Gracias, mi amor»

Después de cenar, hicimos una maratón de Harry Potter. Se hizo algo tarde, y Adam dijo que tenía sueño. Fui con él hasta el cuarto, mientras Emma se quedaba con los tres pequeños viendo la película.

«Buenas noches, mamá» besó mi mejilla

«Buenas noches, mi pequeño» susurré besando su cabeza. Apagué la luz y salí del cuarto. Al llegar a la sala, me encontré a Emma prácticamente durmiendo mientras Anna le hacía un peinado, Henry mantenía los ojos fijos en la pantalla y Helena dormía teniendo como almohada la pierna de Emma «Hora de ir a la cama»

«Pero...» Henry señaló para la tele, lo que me hizo reír, todavía estaban aprendiendo a hablar.

«Sin peros, chico» dijo Emma revolviendo el pelo de Anna que se echó a reír «¿Vamos?» pusimos a cada uno en su cama y nos quedamos un rato viendo cómo dormían «Quien necesita ir a la cama ahora soy yo» murmuró Emma

«Emma, gracias por haber dejado tu trabajo para cuidarlo» dije llevando a mi esposa al dormitorio

«No tienes que agradecer nada, mi amor» sonrió tirándose en la cama «Sé que tu trabajo te exige mucho, mi alcaldesa» me eché a su lado, entonces me abrazó descansando su cabeza en mi pecho «Buenas noches, mi amor»

«Buenas noches, baby» En mitad de la noche, fuimos despertadas por Helena que pidió dormir con nosotras, entonces se colocó entre Emma y yo, y segundos después acabó durmiéndose, pero cuando nosotras estábamos volviendo a quedarnos dormidas, Henry y Anna entraron en el cuarto y se subieron en la cama, haciendo el mayor de los ruidos «Pequeños, ¿vamos a dormir?» ellos asintieron y cada uno se acomodó por fin y nos dormimos.

Era domingo y toda la familia estaba reunida para el almuerzo en la mansión. Los niños jugaban en la sala con David y Neal mientras Mary, mi madre y Ruby preparaban la comida. Yo fui a mi despacho a guardar algunos papeles cuando sentí los brazos de Emma envolverme, y varios besos recorrer mi cuello, y sus manos deslizarse por mi cuerpo.

«Aquí no, Swan» sonreí girándome hacia ella «Alguien puede vernos»

«Venga, uno rápido» pidió desabotonando los primeros botones de mi blusa «Hace tiempo que no estamos así...» Emma me colocó rápidamente encima de la mesa y quedó entre mis piernas «Sé que lo quieres, Mills»

«¿Uno rápido?» dijo que sí con la cabeza «Está bien» sonreí entrelazando mis piernas en su cintura, pegue mis labios a los suyos en un beso urgente y apasionado, y fuimos librándonos de cada pieza de ropa, de la mesa nos dirigimos el sofá y cuando las cosas se estaban calentando bastante mi madre abrió la puerta, primero nos miró sorprendida, pero después comenzó a reír «¡MAMÁ!»

«Finjan que no he estado» dijo cerrando la puerta

«Vamos a tener que ir a un hotel para tener algo de intimidad» bromeó Emma que me abrazó por detrás, me di la vuelta, enfrentando sus pupilas verdes y unas imágenes pasaron por mi cabeza. No me podía quejar, mi vida era más que perfecta y ver cada uno de mis sueños realizados me hacía feliz «¿En qué estás pensando?» preguntó Emma mientras dibujaba trazos aleatorios en mi brazo

«En lo afortunada que soy por tenerte en mi vida» ella sonrió «Me has dado todo lo que siempre soñé, Emma. Te amo mucho. Amo cada detalle tuyo, cada defecto tuyo, hasta tus bromas sin gracia»

«Hey, son muy divertidas, ¿ok?» rebatió poniendo una mueca y acabamos riendo «Tú eres mi sueño que se volvió realidad, Regina. Agradezco tanto que no desistieras de mí» entrelazó su mano con la mía «Por no haber desistido de nosotras» volvimos a besarnos, pero esta vez fue un beso dulce, calmo y lleno de amor.

«Vamos, nos están esperando para almorzar» dije robándole un rápido piquito, que provocó una pequeña protesta. Al llegar a la sala nos unimos a los demás que estaban charlando sobre esto y aquello, observé a Emma correr para coger en brazos a Adam y no pude dejar de sonreír, esta es la familia que tanto deseé.

FIN


Losing your memoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora