Construyendo una familia. Segunda parte

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Un mes después

Me desperté en medio de la noche con fuertes nauseas, me levanté de la cama y corría al baño donde vomité toda mi cena. Emma apareció enseguida preocupada. Minutos después regresamos a la cama, pero yo no me sentía bien desde hacía días. Sentí los brazos de mi esposa rodearme y entonces me relajé un poco.

A la mañana siguiente estábamos desayunando cuando mi estómago se revolvió, y de nuevo esa sensación se nauseas. Me levanté de la mesa y subí corriendo las escaleras y me metí en el baño donde saqué para afuera todo el desayuno. Me sentía débil, pero lo que más me preocupaba, aparte del cansancio repentino que venía sintiendo últimamente, era los cinco días de retraso.

«Mi amor, ¿estás bien?» escuché que Emma preguntaba con tono preocupado.

«Sí, estoy bien, baby» respondí saliendo del baño «Solo es un malestar»

«¿Estás segura?» me preguntó mientras me abrazaba «¿No quieres ir al médico?»

«Emma, últimamente he ido mucho al médico» respondí riendo «No es nada»

«Cierto» nos besamos «Te amo»

«Yo te amo más»

El día había pasado lentamente, apenas había comido, porque nada más dar una mordida el sándwich, vomité. Después de salir de una reunión, me dirigí a Granny's, que para mi alivio no tenía mucho movimiento. Hice mi pedido y Ruby apareció animada.

«Estás horrible» comentó sentándose «¿Qué pasa?»

«Tengo nauseas a todo momento» respondí con una débil sonrisa «No consigo que nada se quede en el estómago, y...» Ruby me miró con ansiedad «Tengo un retraso de cinco días»

«¿Acaso no lo ves?» Ruby preguntó alegre «¡Estás embarazada!»

«Pero, Ruby, no hace ni dos semanas que nos sometimos al tratamiento»

«Da igual» dijo agarrando mis manos «Vamos a comprar un test en la farmacia»

«Ruby...»

«¡Sin peros, Regina!»

«¿Qué está pasando aquí?» preguntó Mary acercándose «Regina, estás pálida»

«Mary, vas a ser tía» Ruby prácticamente gritaba

«¡Oh, Dios mío! ¿De verdad?» Mary tenía los ojos llenos de lágrimas «¿Emma ya lo sabe?»

«Todavía no estoy segura yo» dije un poco nerviosa

«Solo hay una manera de saberlo» Ruby se quitó el delantal que llevaba «Vamos a la farmacia a comprar el test»

«Tres para estar seguras» pidió Mary animada

«¡Estáis locas!» reímos

Había acabado de llegar a la escuela para recoger a Adam, me senté en el banco a esperar cuando una mujer se sentó a mi lado. Nos sonreímos, y en ese momento tocó el timbre y los niños comenzaros a salir.

«¡Mamá!» Adam corrió en mi dirección «Hoy ha sido un día genial»

«¿Qué pasó?» pregunté despeinándolo

«Vamos a hacer una obra de teatro sobre Peter Pan» respondió él animado «¿Y adivina quién va a ser Pan?»

«¿Tú?»

«¡Sí!» respondió orgulloso «Ava va a ser Campanilla»

«¿Ava tu noviecita?» pregunté riendo de la carita que ponía

«No es mi novia» respondió enrojeciendo

«Ya, ya, ya» sonreí mientras entrábamos en el coche «Vamos, que tu abuela nos está esperando»

«Vale» dijo abrochándose el cinturón «Pero, ¿podemos ir antes a tomar un helado?»

«Pero, ¿no te lo prohibió tu madre?»

«No se lo contemos» sonrió travieso «¡Por favor!»

«Está bien, pequeño» pasé por el puesto de helados y compré dos, fuimos todo el camino charlando sobre dibujo. Al llegar a casa, vimos que estaba llena, Ruby conversaba con Cora y Mary mientras David veía la repetición de un partido «¿Qué está pasando aquí?»

«¡Emma!» Mary corrió y me abrazó fuerte «Hola, Adam»

«Hola tía Mary, tío David» dijo Adam sonriendo «Tía Ruby, abuela Cora»

«¿Dónde está Regina?» pregunté extrañada por todo aquello «¿Qué estáis tramando?»

«Calma, Emma» dijo Ruby animada «Tu esposa está en el cuarto, creo que es mejor que vayas porque ella no se sentía muy bien cuando llegó»

«Y ahora me lo dicen» dije corriendo hacia las escaleras. Cuando llegué al cuarto, Regina estaba enrollada en una toalla, los cabellos mojados, y en cuanto me vio se dibujó la más linda de las sonrisas «¿Estás bien?»

«Mejor imposible, mi amor» respondió acercándose a mí «Tengo que contarte una cosa»

«¿Qué?»

«Emma...» ella agarró mis manos «Vamos a tener que agrandar la casa»

«Pero esta casa es enorme» ella sonrió, cosa que me dejó algo confuso «¿Para qué quieres agrandar la mansión?»

«Porque dentro de unos meses habrá un miembro más en nuestra familia» miré a la morena que tenía delante, sus ojos brillantes debido a las lágrimas «Emma, estoy embarazada»

«Eso...Yo...» intentaba formular una frase, pero nada salía. Llevé mi mano hasta la barriga de mi esposa, una sonrisa boba se formó en sus labios «No tengo palabras para describir lo que siento en este momento» Las lágrimas caían libremente por mi rostro «¡Vamos a ser madres! Estás embarazada, mi amor»

«¡Lo estoy!» nos abrazamos, nos quedamos así unos minutos «Mañana tengo consulta con el Dr. Whale» dijo ella separándose un poco, pero todavía sonriente «Estamos realizando nuestro sueño»

«Te amo, Regina» entonces nos besamos.


Losing your memoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora