Mi respiración estaba volviendo a su ritmo normal poco a poco, Regina estaba trazando líneas imaginarias en mi barriga. Lo que había acabado de pasar fue...mágico. Una sonrisa boba nació en mis labios, cerré mis ojos apreciando el silencio de la habitación, pero llamaron a la puerta, ya habíamos perdido la cuenta de las veces en que habían venido a tocar.
«Emma...» la voz de Regina estaba ronca «Creo que tenemos que hablar con ellos»
«¿Para qué?» pregunté mirando las pupilas castañas con una sonrisa divertida «Se está tan bien aquí»
«Lo sé, pero llevamos mucho tiempo encerradas en este cuarto» dijo Regina deslizando una mano por mi abdomen «También tengo hambre, me has hecho gastar muchas energías»
«Oh, si hasta parece que no te gustó» la provoqué arañando levemente su muslo
«Emma...no empieces» reí «Ahora vamos a tomar un baño»
«¿Por qué estás tan mandona?» pregunté observando cómo Regina se movía por cuarto completamente desnuda, su cuerpo era perfecto y el sexo era lo mejor.
«¿Quién es mandona, Swan?» rebatió acercándose a mí
«Tú» respondí sonriendo, Regina se sentó en mi regazo «¿Podemos salir del cuarto más tarde?»
«¿Más tarde, cuándo?» preguntó Regina distribuyendo besos por mi cuello
«Mañana o pasado mañana» respondí clavando mi mirada en la de ella
«Me había olvidado lo desvergonzada que eras, Emma» dijo mordiéndose el labio inferior, lo que la dejaba aún más sexy, pero una vez más tocaron a la puerta y esta vez era Belle «Tenemos que salir de aquí»
«¿Ahora?» pregunté robándole algunos besos más
«Sí, Emma» respondió ella bajándose de mi regazo «¿Vamos al baño?»
«Está bien» respondí dejando la cama
Después de unos largos minutos dejamos el cuarto riendo. Cuando llegamos a la sala, nos encontramos a todos conversando sobre algo que en ese momento no me importó. Pasé mi brazo por el cuello de Regina y besé su mejilla haciéndola sonreír.
«Por fin han salido de ese cuarto» comentó Belle mirándonos
«¿Qué? Estaba ayudando a mi mujer con su resaca» dije sonriendo
«¿En serio?» preguntó Ruby con una sonrisa pícara «Necesito esa receta»
«¿Estás mejor, Regina?» preguntó Mary
«Mucho» Regina me miró y me guiñó un ojo «¿Vais a salir?»
«Hay una fiesta en mi empresa hoy, te lo iba a comentar, pero estabas muy ocupada» dijo Belle riendo
«Belle nos ha invitado, ¿vendrán con nosotros?» preguntó David
«Nos vamos a quedar aquí» respondió Regina agarrando mi mano «Tenemos cosas que hablar»
«¿Tenemos?» pregunté confusa
«Tenemos, Emma» noté que estaba seria
Todos salieron para la fiesta, y solo nos quedamos Regina y yo. Puse la tele y mi atención fue captada por un canal donde estaban poniendo algo sobre lucha.
«¿Qué quieres que pidamos para cenar?» preguntó Regina rompiendo el silencio
«Podemos salir a cenar fuera, ¿qué te parece?» pregunté acercando su cuerpo al mío.
«O podemos quedarnos aquí» propuso Regina
«Me gusta esa idea» sonreí
«¡Perfecto!» exclamó ella levantándose del sofá «Yo hago la cena y tú te responsabilizas del postre»
«¿Puedo comprarlo? Es más fácil» comenté cambiando de canal
«No tardes, Swan» dijo Regina dándome un piquito
«No te preocupes, baby»
Llevaba veinte minutos buscando un postre que agradara a Regina. Giré el llavero en mi dedo cuando sentí una puntada en mi cabeza, seguramente me daría dolor de cabeza.
«Estoy buscando un postre» le dije al muchacho que estaba detrás del mostrador.
«¿Alguno en particular?» preguntó educadamente
«No, ¿por qué no me dice lo que tiene?» pregunté apoyando mis brazos en el mostrador
«Claro, señorita»
Ninguno de los postres que me enseñó me agradó, miré el reloj y me di cuenta de que a esa hora Regina ya habría acabado de hacer la cena.
«También tenemos tarta de manzana» comentó el muchacho
«¿Qué?» pregunté sintiendo otra puntada en la cabeza
«He dicho que tenemos tarta de manzanas» respondió con calma «¿Se encuentra bien, señorita?»
«Sí, ¿por qué?»
«Es que he notado que está muy pálida y está un poco nerviosa» respondió avergonzado
«Es que mi esposa no soporta el retraso a la hora de la cena» comenté dándole una débil sonrisa
«Ah, sé cómo eso» dijo riendo «A mi novio tampoco le gusta»
«Me voy a lleva la tarta» dije finalmente
«Optima elección»
De camino a la casa fue escuchando música a volumen bajo, realmente me estaba dando dolor de cabeza. Me paré en un semáforo rojo, y en ese momento recibí un mensaje de Regina preguntándome dónde estaba. Apoyé mi cabeza en el volante cerrando os ojos, fue en ese momento en que flashes, fragmentos de sucesos pasados bombardearon mi mente. Todo era muy confuso, era como una película pasando en mi cabeza.
Abrí mis ojos cuando escuché el sonido de una pita, todo estaba borroso, respiré profundamente intentando entender lo que estaba pasando. El recorrido fue más largo de lo que imaginaba. ¿Estaba finalmente comenzando a recordar? Esa era una pregunta que no dejaba de hacerme.
«Emma, ¿dónde estabas?» preguntó Regina en cuanto entré en la casa «Estaba preocupada»
«Estaba buscando el postre» respondí pasando por su lado, mi cabeza estaba a punto de estallar
«¿Pasó algo?» preguntó tocando mi hombro «Estás pálida»
«Solo es dolor de cabeza»
«No me mientas, Emma» dijo Regina tocándome el rostro «Te conozco muy bien»
«Regina, creo que...» mis ojos se nublaron
«¿Qué, mi amor?»
«Creo que mi memoria está volviendo»
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Losing your memory
FanfictionTRADUCCIÓN. Se trata de la traducción del fic portugués Losing yor memory de Camila Q. Regina y Emma llevan cinco años casadas. Al principio todo fue un camino de rosas, pero el trabajo y la rutina ha hecho que la pareja se haya distanciado. Pero un...