Lazarus II

Baile

Título: LAZARUS II

Autora: Clumsykitty

Fandom: MCU con un pellizco de Marvel Cómics.

Parejas: sorpresa sorpresa.

Disclaimer: Nada me pertenece aunque muera por ellos, todo es de Marvel y Mr. Lee entre otros, lo único mío es esta idea mía convertida en historia. Dicho está.

Warnings: Viene la continuación de Lazarus I, por lo que os recomiendo primero leer esa parte antes de adentraros a esta desquiciada historia. Como su homóloga, está dividida en libros que van en secuencia numérica pero no en orden de trama. Historias muy agridulces, crudas como violentas. No apta para corazones sensibles o mentes tiernas. Sobre aviso no hay engaño.

Gracias por leerme.

Libro VI. El Libro de la Desesperación.

Baile.

I don't want them to know the secrets

I don't want them to know the way I loved you
I don't think they'd understand it, no
I don't think they would accept me, no

Hurst like hell, Fleurie.

Skyfall inundaba el taller con la música de trompetas, flautas y baterías tan características de los años 40 mientras Tony reía con Steve, el primero aprendiendo la forma correcta de bailar aquel estilo musical guiado de la mano paciente y cariñosa del capitán, que le atraía de cuando en cuando para robarle un beso, soltándole después para girarle con las quejas del castaño ante el súbito movimiento que seguía divertido aunque algunos pasos los tenían que volver a repetir al tropezar uno con otro o simplemente perdían el ritmo. El Frenesí de Artie Shaw sonaba con fuerza, la flauta dictaba ahora el compás de su baile con un brazo sujetando la cintura de Stark quien tenía una mano entrelazada con Rogers y otra en su hombro mirando sus pies para memorizar los pasos, alzando su rostro hacia el de su pareja una vez que al fin los hubiera comprendido.

-Es simple –sonrió, recibiendo un beso corto como recompensa.

-Te lo dije.

-No, yo te dije que lo sabía ya.

-Es muy diferente la teoría que la práctica.

-Pero la práctica sigue el principio de la teoría.

In the Mood de Glenn Miller sonó esta vez y regresaron a los giros lentos con cambios de brazos, Tony riendo al terminar con la espalda pegada al pecho de Steve quien besó la curva de su cuello descubierto por la camiseta negra que había visto días mejores, quedándose en esa posición, meciéndose al ritmo de las trompetas de la muy conocida orquesta.

-No creo que así fuese el baile –murmuró Stark mirándole de reojo.

-Me gusta así.

-Ah, esos caprichos no te traerán nada bueno, capitán.

-Estoy bien dispuesto a enfrentar las consecuencias –le replicó, esta vez mordiendo su nuca de forma juguetona.

-Steve, quiero seguir bailando, no puedes venir a interrumpir mis labores de ingeniería altamente especializada y dejarme con las ganas de completar una pieza de baile.