capitulo 14 (descontrol)

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Otra semana mas que pasaba, definitivamente todo había cambiado, Alek esta muy raro después de esas ultimas palabras aquella noche en mi habitación, no hemos tocado el tema, aun vagan recuerdos en mi mente de sus labios sobre los mios, recuerdos que borro al instante, creo que él ya lo olvido, tal vez fue solo un beso mas, no se que me pasa últimamente, siento que no soy yo, por que siempre salgo pensando en lo mismo, me estoy refiriendo a este hombre que hace unos meses odiaba como si ahora de la nada estuviera sintiendo ¿algo por él? No, espera, eso es imposible.

- ¡Ey! Megan te estoy hablando -Aleksander llamaba mi atención, ya había llegado y no había notado su presencia, yo me encontraba en la sala de ejercicios.

- Eh, ¿Si? -lo miro dándole a entender que toda mi atención esta en él-

- ¿Como has estado hoy? -pensando idioteces todo el día, pienso para mi misma.

- Muy bien. -digo con una pequeña sonrisa -Y ¿Que tal tu día?

- Bien. Bueno chao ya son las 7:35 pm, deberías ir a tu habitación, mañana sera un largo día, es mejor que te prepares.

- ¿Por que lo dices? -digo mientras mi ceja se arquea en forma de pregunta.

- Tal vez, vengan unos señores para una junta en mi oficina y no quiero malos tratos, quiero que actúes natural delante de ellos, es mejor que te quedes en tu habitación si quieres.

- Claro me voy por la B, prefiero que nadie me vea.

- Esta bien como quieras, Chao -Me levanto camino a mi habitación, descanso un momento en la cama, luego agarro la toalla y me meto a la ducha, siento el agua tibia rosar mi piel haciéndome estremecer al instante, luego de una deliciosa ducha me vestí con unos short de piyama y una camiseta, me levanto y salgo a dar un paseo al patio. Al llegar todo esta solo y las luces están apagadas me recuesto en el césped y miro las estrellas por un largo rato.

- Aun estas despierta -Me sobresalto al ver a Alek parado a mi lado, le sonrió y asiento levemente.

- ¿Que haces aquí? -pregunto mientras me siento en el césped, el sacude y extiende una sabana en éste.

- Es mi lugar preferido para pensar, ven recuestate aquí.
- me recuesto a su lado y tenemos una hermosa vista al cielo estrellado, por lo visto estamos en un lugar despejado, lejos de la ciudad, buena vista, pero ya no sirve de mucho.

- Es hermoso -miro al cielo contemplando el firmamento estrellado.

- Si, Esa que esta ahí es la osa mayor -el me señala una unión de estrellas que en realidad no entiendo muy bien.

- Eso que esta ahí es un ¿perro? -digo mientras señalo una unión de estrellas que se asemejan a tal, Alek suelta una carcajada, espera una ¿carcajada? Primera vez que se ríe de algo de esta manera, lo miro y me encanta su sonrisa se ve tan bien. Así relajado como si nada importara

- ¿Enserio un perro? Se nota que no sabes nada de estrellas, que imaginación, no serias buena astronauta llendo a la luna a ver los perros, haber no vez ¿gatos? De casualidad -sonrió y lo golpeó en el hombro suavemente.
El se acerca peligrosamente hasta que por fin se apodera de mis labios, me subo encima de él y controlo el beso, luego el toma él control otra vez, así duramos unos largos minutos hasta que sentimos que nos falta el aire, al parar el se levanta y por mi mente pasa, que se va a ir, así que cierro los ojos instintivamente, pero no, esto no sucede, el me levanta lentamente y me carga entre sus brazos, mientras une sus labios con los mios, camina por el pasillo oscuro, cuando el unico sonido son nuestros labios de choque en choque, abre una puerta, camina un poco y me empieza a recostar en una cama mientras él desciende conmigo, hay recostados sintiendo nuestros corazones latir a 1.000 pasea su manos por mi espalda hasta llegar a la final de la tela fina de mi camiseta, la cual el empieza a levantar lentamente...

Oh! Sera que esto es posible que dicen ustedes ?

Maldita Inocencia -Valentina Quintero-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora