Capítulo 27

144 10 2
                                    

Estaba muy sorprendida, él nunca me había hablado de un hijo o hija, pero a la vez muy dolida, sólo podía llorar y llorar, me salí de esa carpeta y entre a otra sólo tenía 001 de título, eran imágenes de lo que parecía un bar, había una imagen de un periódico con una noticia que llamo mi atención. Decía

10 de abril del 2009

Periódico: El Mana

Cierran Fachada De Bar, Las Morenas. Por Tráfico De Blancas, Él O Los Responsables No Han Sido Capturados

El Día 8 De Abril En horas de la noche, alguien nota algo extraño en el lugar.

- ¿Qué haces con eso Megan? - Me Quedo paralizada al oír su voz tan fría.

- Yo debería ser la de las preguntas, mentiroso, así que tienes una hija o hijo, y una mujer, desgraciado -Sus ojos desprendían irá, jamás pensé verlo así, y que es eso de bar quie...

- Cállate Megan tú no eres nadie para decirme nada -Eso se sintió como un balde de agua fría, el dolor que sentía era peor que una puñalada, y ya lo conocía muy bien.

- Ya entiendo, sólo soy una más con las que te revuelcas, olvídate de mí.

- Sería lo mejor. Ahora lárgate a tu habitación y olvida lo que viste. - Me sentí como una estúpida a la que él sólo mandaba y ya, salí corriendo con la furia que me abrumaba, entre a la habitación dando un portazo, y lo primero que vino a mi mente fue llamar Andrés. Primer tono, segundo tono, tercer tono...

- ¿Hola?

- Andrés por favor ayúdame, te necesito - Mi llanto lo asusto mucho.

- Megan ¿Dónde estás? ¿Qué pasa? voy por ti.

- Si, por favor, te espero en Pizzas Olivia, no tardes -Lo siguiente a pensar era como me escaparía de aquí, luego recordé la cocina y la salida de emergencia, pase rápido pero cuidadosamente, en la oficina de Aleksander se escuchaban ruidos, estaba tirando todo, vi venir corriendo a Grey, estaba tan preocupado por él, que no me dio importancia, llegue a la cocina y cogí una manzana para disimular.

- Hola señorita con su permiso, voy a sacar la basura -Le sonreí, cuando ya no la vi más, me adentre y corrí hacia la puerta, obviamente estaba abierta, luego de pasar por un lugar un poco angosto, di con la salida a la calle, corrí, y para mi suerte vi un taxi.

- Señor, pizzas Olivia por favor. –El señor solo asintió. Cuando por fin llegue, le pague al chofer y camine hacia la pizzería había una cuadra para llegar, mi mente solo pensaba que le diría a Andrés, sería bueno desahogarme con él. Aun no cesaba mi llanto, de repente siento alguien atrás y... y. 

Maldita Inocencia -Valentina Quintero-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora