Capítulo 26 (La Verdad)

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Sus ojos con lujuria bajaron para ver la erección que ya sobresalía por el bóxer, la mire ansioso, ella tocó el borde, pero no con las manos, con la boca y empezó a bajarlo lentamente ayudándose con las manos, tomo mi miembro con sus manos y lo llevo a su boca, llevándome a la locura extrema, lo saco y metió de su boca muchas veces, cada vez más rápido y eso bastó para que me viniera en ella, y está vez no como muchas, adentro, si no en su boca, Verla tragárselo era lo más sexy que había visto en mi vida.

MEGAN AMITT
Alek me había ayudado días atrás con las chicas del bar, según sabía ya las habían rescatado de algo sirvió aprenderme los nombres de sus compradores el era tan bueno y perfecto

¡¡Ahh!! Hacer el amor con el me parecía tan lindo, porque para mí si era hacer el amor, no sabía si para él significaba lo mismo y temía preguntárselo, no quería ser intensa, ni crearme altas expectativas, para mi lo poco que él me daba era perfecto, aunque nunca me hubiera dicho Te Amo, aunque yo moría por decírselo, no lo quería presionar, prefería que todo fluyera sin apuros. Supongo que Alek se fue a trabajar temprano porque me levanté y no estaba, hoy me iría, pero antes descubriría la verdad. Me levanté comí, y sigilosamente, mire que no estuviera nadie cerca, y me Apure a entrar a la oficina del Señor, ¡Dios! si Alek me descubre me mata, fue lo primero que dijo, aun lo recuerdo con su cara sería diciendo -¡¡Nunca entres a mi oficina sin mi presencia!- y aquí estoy, no sé ni por dónde empezar está tan grande está oficina, tiene una biblioteca enorme, y una mesa en el centro con un portátil, me acerco y me siento justo como lo hace él, sonrió al recordar la primera vez que lo vi aquí sentado, tan sexy y a la vez tan malote, empiezo a buscar en los cajones del escritorio, pero todo es trabajo, contratos con empresas Etc... Me canso de buscar en este lugar mejor enciendo el portátil, para mi mala suerte me pide una contraseña, pero no tengo idea que podría poner Alek, hago unos cuantos intentos pero nada, me fijo en lo grande que está la biblioteca, me acerco y empiezo a coger los libros, los abro en busca de algún papel que dé con la clave pero nada, me montó en una silla simulando su altura, así sabré donde pudo guardar algo, veo el borde de un libro que dice... El Valor De Olvidar

Me acerco para agarrarlo cuando en la parte de abajo se empiezan a mover los libros, me asusto y caigo de la silla, espero que para mi suerte está oficina este bien blindada contra el ruido, acomodo la silla y cierro el portátil que tenía abierto en la mesa, si llegase a entrar alguien me escondería ahí adentro, es una pequeña puerta que al parecer estaba oculta con libros, me acerco y está oscuro, saco mi móvil y enciendo la linterna, lo primero que veo es ¿Un portátil pequeño? y pasado de moda ¿por qué Aleksander guardaría un portátil aquí en vez de usarlo, tenerlo por fuera o votarlo por lo viejo? sólo pido al cielo que no tenga clave, saco el portátil y me fijo que adentro hay una pequeña cajita blanca, me da mucha curiosidad, la tomo y la abro ¿Cartas? y de... de ¿amor? sé que no es momento para esto pero siento muchos celos. Me atrevo a leer una

20 de abril del 2007.

De: Tu Encantador Aleksander

Para: La Chica Más Linda Del Bar.

Hermosa disculpa por lo de la chica más linda del bar, eres la más linda pero del mundo. ¿Sabes? la primera vez que te vi -Me detengo un momento para limpiar las lágrimas que ya están brotando de mis ojos, siento muchos celos. - Me enamoré de ti, esos ojos celestes cautivado mi cielo y el mar de mi alma, eran tan hermosos que me dejaron totalmente hipnotizado, Helen quiero probar una vez más esos labios. - Me detuve no quería seguir leyendo más eso, entiendo que fue hace 11 años pero me duele mucho saber que alguna vez fue tan tierno con alguien, guardo la carta aunque hay muchas más, cojo el mini laptop y lo enciendo, ¡Oh! cielos, benditas contraseñas, acabando de leer esa carta se me pasa una idea por la mente si está aquí con esto, la contraseña debe ser Helen. La desbloquee, debería estar un poco emocionada pero lo único que siento es mucha rabia, aún la tiene presente, quien sabe que pasaría entre ellos, empiezo a mirar sus archivos y me fijo en una carpeta que dice Fotos del verano 2008 La abro para curiosear y ahí está ella junto a él, en lo que parece ser una finca, tiene una cerveza en la mano y al final de la foto se alcanza a ver a otro chico de la edad de Alek sonriendo. Paso y paso y son fotos de ese día, reviso otra carpeta que dice, Sus tres meses Me asusto cuando la primera fotografía que veo es a la mujer de la foto anterior la tal Helen, con una pequeña barriga que él sostiene en sus manos...

Maldita Inocencia -Valentina Quintero-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora