Maldita Inocencia -Valentina Quintero-

Capítulo 29 (Fin)

- ¿Su hermano? ¿Estás loco? él no tiene hermanos o eso creo.

- Yo sabía que Sander jamás tendría las pelotas de contarte la verdad.

- ¿Entonces tú si las tienes? me imagino. -Mi mente era un lío total, no entendía nada.

- Claro que sí, mira. Mi hermano y yo crecimos juntos, cuando ya éramos jóvenes teníamos un negocio muy grande de Tráfico de blancas, y todo gracias a nuestro gran trabajo juntos, hasta que llegó ella, Helen, esa chica que a los dos nos volvió locos, era muy linda y bien astuta, mi relación con mi hermano se volvió más una competencia que cualquier otra cosa

ALEKSANDER BALMACEDA.

- Grey, vamos, todos listos, espero que todos estén como les ordene.

- Sí, señor todos estamos armados. -Después de una búsqueda interminable de pistas nos dimos cuenta que habían dejado muchas, como si quisieran que supiéramos dónde estaban, sé que esto puede ser muy peligroso pero no me importa yo solo quiero llegar donde ella y abrazarla, cuidarla, me siento muy culpable, pude evitar tantas cosas.

- Señor, estamos a 10 mn, algún cambio o algo que quiera manifestar.

- Tengan en cuenta que pueden acabar con todo pero menos con Megan, ella es la prioridad ¿Entendido? -Todos asintieron al mismo tiempo, estaba ansioso.

- Llegamos señor, 2 y 4 rodeen la puerta, 1 y 3 ustedes se posicionan atrás, los demás espero que tengan claro todo. -Me baje mirando la bodega, parecía vacía, con cautela el 2 y 4, pusieron los explosivos en la puerta, todos nos alejamos lentamente, lo menos que queremos es alertar a los escoltas que estén ahí adentro, Grey me mira y yo asiento, hace un sonido escandaloso y la puerta cae, entramos cubriendo la zona subo con grey al segundo piso, veo una puerta entre abierta y corro hacia ella, siento como me toman de los brazos y me pegan hacia atrás chocando con un cuerpo más alto que yo, su mano lleva una arma que apunta a mi cabeza, él empuja y abre la puerta me encuentro al instante con sus ojos.

MEGAN SMITT

Él está frente a mí, un hombre le apunta en la cabeza, mas él no se inmuta por sentir miedo, sigue con su aura de seguridad y seriedad, me sorprende que al ver a Marcos su cara cambia a rabias y mucho ¿dolor?.

- Mátame imbécil, no sé por qué no lo has hecho, ¡Oh! recuerdo que siempre has sido un cobarde -Aleksander escupe las palabras de su boca con ira y frustración.

- ponle las esposas y siéntalo al lado de su amor, ya te encargaste de los otros. -El señor que está ahora esposando a Alek asiente -Muy bien. Sander no estoy en son de guerra, mejor cállate y escucha la hermosa historia que le estoy contando a tu novia.

- No quiero escuchar ni mierda, déjame en paz. -Marcos tomó su pistola y caminó hacia mí, al acercarse me apunto con el arma en la cabeza.

- Si no te callas y escuchas la mató.

- Esta bien, todo será como tú digas pero no le hagas daño -Marcos se carcajeo.

- Pero mira que loquito te tiene, esto me hace acordar a algo, bueno sigamos, como te iba contando mi querida Megan y bueno nuestro recién llegado, mi hermano y yo solo pasábamos el tiempo mirando cómo conquistar a Helen, ella parecía también estarse enamorando de él, hasta el punto de estar juntos, no saben cuánto sufrí por esto, y Sander solo se veía dispuesto a hacer todo por ella, y bueno lo demás lo sabe Sander, lo que él no sabe es lo que yo le voy a contar. -La cara de Alek era de confusión, Marcos tomó el teléfono, hizo una llamada y solo dijo, entra. Unos 2 mn después entró una mujer muy bella, pelo rojizo, no puede ser es la mujer de la foto ¿Helen? esta un poco cambiada, pero...

- ¿Helen? ¿Eres tú? -Alek le preguntaba mientras iba a  acercarse a ella con lágrimas en sus ojos, y ella solo lo miraba con burla.

- Sí, soy yo, Hola Ali, que bueno verte.

- Pero tú estás muerta, he sufrido mucho por ti ¿Dónde está la niña? dime, no entiendo nada.

- Ya, Sander no molestes a mi mujer.

- ¡¡NO!! Desgraciado, Es mi mujer, que le has hecho.

- Cállate y escucha. Cuando todo parecía ser perdido para mí, Helen se acercó a mí y me confesó que estaba enamorada de mí, que sus sentimientos habían cambiado y quería dejar a Sander pero le daba pesar.

- Helen ¿Es verdad eso? dime que no por favor. -Me partió el alma ver que ella asentía con una sonrisa y él solo se derrumbaba en lágrimas. Marcos no paró.

- Entonces ahí empezamos una hermosa aventura a escondidas del idiota de Sander, ella me contó que Sander tenía planes de retirarse de todo, pero antes vender y quedarse con la mitad de lo que los dos habíamos construido, no pude estar más indignado que a pesar de todo, él solo me hubiera desechado de su vida así que planee algo con Helen para destruirlo, y nos metimos con lo que a él más le dolía, Helen estaba embarazada esperando una niña que por cierto es mi hija. En ese instante al Marco pronunciar hija, Alek se levantó y con su cabeza le golpeó la cara.

- Eres un desgraciado, te metiste con mi vida, mi niña, te odio, y tú una perra, yo sufriendo por ti, y tú con él, no tienes idea de cuánto te he llorado -Un hombre lo lanzó otra vez a mi lado, y esta se quedó a su lado para asegurarse que no intentara hacer algo de nuevo, Marcos solo se limpió la sangre que provenía de su nariz y siguió hablando como si nada había ocurrido.

- Y bueno, nació la niña y sucedió la supuesta tragedia, que yo las había matado, pero no, solo estábamos, Helen, nuestra hija Leticia y yo empezando nuestra nueva y mejor vida. Y así fui como te destruí hermanito.

- Los dos fueron unos cobardes, te amaba mucho Helen y a Leticia, no entiendo cómo pudiste hacerme algo así. -Alek solo lloraba y lloraba y a mí me partía el alma.

- Megan no creas que tú te salvarás -Me dijo mientras le besaba la mano a Helen y le hacía una seña para que se marchara, yo solo lo miraba expectante esperando que me dijera de qué se trataba. - Virginia ven a contarle la historia a tu hija -La piel se me erizo al escuchar ese nombre, y al verla entrar contoneándose con sus tacones se me revolvió el estómago.

- Hola Pequeño Mugre, me imagino que debes saber la verdad antes de... -Soltó una risita que me dio escalofríos- bueno el caso es que, No eres mi hija -Sentí una sensación de felicidad al saberlo, me llene de esperanza al saber de qué alguien más podría ser- pero no pongas esa cara de felicidad que yo misma los maté, y a los dos. -Su cara desprendía felicidad y satisfacción y yo solo deje que aquellas lágrimas que había sostenido por querer ser valiente, salieran.- Si, tu mamá era mi hermana, igual soy tu tía, odie a tu mamá desde pequeña ella siempre obtenía lo que quería con su cara bonita, así como tú, por eso a ti te odio más, siempre era tan sonriente y amable, y a mí me veían como la mala o la peor de las dos, crecimos y todo siguió igual, hasta que se casó con tu padre un hombre de dinero, ella teniéndolo todo y yo solo mirando desde lejos, hasta que decidieron irse lejos porque estaban en problemas, que nunca se enteraron que yo misma los metí, y tu madre muy confiada te dejo a ti conmigo, lo que ellos no se esperaban es que iban a arrancar pero nunca poder frenar. - Yo solo quería levantarme y golpearla pero estaba tan asombrada y la verdad solo podía llorar.

¿Cómo habían podido marcar la vida de dos personas al mismo tiempo de aquella manera?

El hombre que yo tenía al lado solo estaba derrumbado.