Ya han pasado 4 meses, 4 meses largos de entrenamiento, de no saber que es salir a la calle, 4 meses de cambios, no cualquier tipo de cambios, cambios grandes, que no solo te cambian tu físico, si no tu vida, tus caminos y destinos, pero lo que parecía ser algo malo se ha convertido en algo maravilloso, una gran oportunidad para mi, esa gran oportunidad que me ha dado Aleksander Balmaceda, aunque sea una persona fría, que no siempre te anda sonriendo, sé que en el fondo tiene un gran corazón. Mañana ya es navidad miro por la ventana de la habitación, ver como cae la nieve es una de las cosas mas lindas que existe, me hace sentir tranquila, serena, en pocas palabras, me da paz, miro observando todo muy atenta hasta poner mis ojos sobre aquel reloj, aquel reloj que se ha convertido en estos 4 meses en una esperanza de avanzar, cada mes, cada día, cada hora, cada minuto y segundo ha sido el quien me lo a contado, es algo así como un mini testigo de mi gran avance, este marca una vez mas, la hora, son las 7:22 am, esta temprano por lo que supongo que Grey estará aquí en unos 8 mn aproximadamente, me recuesto en la cama, ya estoy totalmente lista con el uniforme de todos los días, me levantó y me miro al espejo, sonrió al ver que parezco una chica militar o algo así parecido, en ese momento tocan la puerta sin dar mas espera digo
- Adelante
- Buenos días señorita -le sonrió en asentimiento
- Vamonos -dicho esto salgo y el viene detrás de mi, él cierra la puerta de la habitación y me mira
- Hoy es un día diferente, el señor quiere que lo acompañes -parpadeo sorprendida de que habla
- ¿Como? ¿a donde?
- Vamos, la esta esperando en su despacho -caminamos hasta su despacho, Grey se adelanta y me abre, entro sigilosamente el cierra detrás de mi, Aleksander esta de espaldas viendo por la ventana, esta tan sumido en sus pensamientos que no se ha dado cuenta de mi presencia, así que carraspeo, él da la vuela y me mira de pies a cabeza.
- Hola señor, Grey me comento que vamos a algún lugar, ¿a donde?
- Si, siéntate y te explico -hago lo que el dice - mañana va haber una fiesta de la empresa, van a ver personas muy importantes que vienen de todo el mundo, como ya sabes, yo soy el empresario mayor, en lo de los negocios.
- ¿Y que tengo que ver?
- Si, tienes que ver, aquí es donde entra tu papel necesito que te hagas pasar como mi acompañante al lugar, van a ver muchos empresarios y todos van a acompañados de una dama, quiero que tu seas mi dama de mañana. ¿aceptas? -lo pienso por unos segundos, el me ha ayudado mucho no me puedo negar a esto.
- Esta bien, lo haré, pero quiero saber si Virginia estará ahí -sus labios dibujaron una pequeña sonrisa.
- No lo sé, llevo mucho sin acercarme a ella, sé que tienes ganas de que te vea como estas ahora, pero el destino se encargara si quiere que sea mañana ¿Vale?
- Vale.
- Y hoy pues me vas a acompañar al centro comercial, hay que comprarte algo para mañana
- ¿Tú, en un centro comercial? -lo digo y no lo creo.
- Si, yo, vamos a desayunar y apenas terminemos nos vamos.
- Primero dame unos minutos yo me cambio, no quiero asustar a las personas con esto
- Claro, es cierto, bueno te espero en el comedor. -llamo a Grey quien aparece en segundos me lleva a la habitación me espera 10 mn y salgo totalmente lista. Unos vaqueros, una camisa normal, unos zapatos normales y ya.
- Se ve muy bien, mas juvenil -dice Grey analizándome
- muchas gracias -volvemos a donde el Señor como lo llama Grey, él se marcha y yo me siento como siempre al frente de Aleksander, sin decir una palabra, comemos en silencio, al terminar el se levanta y me guía, llegamos a un lugar donde hay unas 6 camionetas, una se parquea en frente y Aleksander me hace una señal para que Subamos, subimos al asiento trasero, esto es un lujo total, miro por la ventana emocionada hace mucho tiempo no salgo de este lugar, corremos un buen rato, mientras yo solo me concentró y miro por la ventana, hace un rato no había visto estas calles, estan iguales que siempre solo que tienen el toque del "espíritu navideño" todas mis navidades al lado de Virginia era lo más aburrido, no hacíamos nada, y los 31 era acostar nos a las 9 o 10 de la noche, ni un regalo del tal Santa Claus, nunca llego, y mañana ojala no fuera una navidad mas, sin emoción, espero que esa fiesta con esa gente sea algo divertido.
- ¡Oye! - Aleksander llamaba mi atención mientras se bajaba del carro, no me había dado cuenta que habíamos llegado, me baje y estaba al frente de un centro comercial, con una fachada muy interesante, los colores eran algo divertido pero sin perder su glamour, él camino, y lo seguí, entramos y había una hilera de almacenes.
- Y entonces, ¿por donde empezamos? -él me observo unos segundos, y luego asintió y camino hacia adelante, sin esperar camine a su lado hasta llegar a una Boutique llamada Sara Sweel
- Entremos, está ropa de aquí es muy hermosa y elegante, no se tal vez te guste algo, vamos mira un poco -Me acerque y habían muchos vestidos unos largos, otros cortos, todos con un toque sensual y a la vez decente, pero un vestido llamo mi atención, así que sin dudarlo lo cogí y me dirigí a los probadores, es muy hermoso con colores pasteles, me lo coloque y me mire se me veía muy bien, salí para mostrárselo a Aleksander, llame su atención con un carraspeo el poso sus ojos en mi. Me observo sin decir ninguna palabra, levanto su dedo y lo giro, pidiendo que me diera una vuelta, así lo hice pero me sentí incomoda así que hable para cortar el silencio
- ¿Que te parece?
- Perfecta -alce una ceja confundida así que el tomó otra vez el control. -que si, es perfecto ¿y a ti te gusta?
- Me encanta -dije con una sonrisa. El asintió así que me lo quite y el lo llevo a la caja, lo cancelo. Así no la pasamos todo el día buscando un atuendo perfecto para mi, el cual ya habíamos hallado, ahora estaba sentada esperando que Aleksander se probara un traje, ya se había puesto como 15 y ninguno le había llamado la atención, era peor que una mujer normal, sonreí al ver como salia del probador
- ¿Y este que tal? -dijo con una forzada sonrisa, se notaba que esto lo hartaba, de verdad le quedaba como los 15 anteriores perfecto, claro que este estaba un poco mejor.
- Si no te lo llevas, yo me lo compro y me lo llevo -primera vez que soltaba una pequeña carcajada y esto me hizo reír a mi
- ¿Que vas hacer con un traje de hombre?
- No se, tal vez lo use de pijama
- ¿Pijama? Que gran imaginación tienes, pero tranquila que yo me lo llevare. -inconsciente me levante y aplaudí de felicidad, luego de un día de compras, pasamos por una cafetería y luego llegamos a la casa, ya estaba en mi habitación lista para lo que me esperaba mañana
En multimedia vemos el vestido de nuestra hermosa Megan y como le queda por atrás ;)
ESTÁS LEYENDO
Maldita Inocencia -Valentina Quintero-
RomansaMegan Smitt una joven de 17 años, cursando 4 año de bachillerato. Una chica callada, Con muchos problemas familiares, para ella la vida es una rutina sin sentido Pero todo va a cambiar cuando llegue a su vida Aleksander Balmaceda Un hombre trauma...