Capítulo 17

337 34 1
                                    

-¿Y qué hay de ti? ¿Qué pasa si te capturan de nuevo? - Apoyó su mano sobre la de él en su mejilla, cerrando sus dedos alrededor de su palma.

-¿No lo ves, Em? Mientras vosotros dos estéis bien no me importa que me pase. Volvería orgulloso junto a ellos si eso significa que no os harán daño.

-Bucky, no digas idioteces. No volveremos a dejar que te cojan, nunca lo permitiríamos.

-Sé que no dejaríais que pasase, pero no podéis protegerme siempre. Por eso llevo todo este tiempo solo, no pongo en peligro a nadie y, si me encuentran, nadie llorará por mí. Lo único que me mantuvo con vida todo este tiempo fue saber que tú y Steve me estabais buscando. Por eso, si me atrapan otra vez tienes que prometerme que convencerás a Steve, y...- Suspiró - Me dejaréis ir.

-¿Cómo que te dejemos ir, Buck? - Ella temía la respuesta, tanto como otros setenta años bajo el yugo de Hydra.

-No puedo volver a ser el puño de Hydra, no puedo vivir con ello. Si logran dar conmigo, acabaré con todo, como debí haber hecho hace ya muchos años. No viviré sin conciencia, no si puedo acabar con mi vida antes. No seré su soldado sin memoria.

Él cargaba con tanto peso, con tanta culpa...

-¿Estás diciendo...? - Ella no podía ni pensarlo.

-Me suicidaré, antes de que puedan usarme de nuevo. - Lo dijo de forma tan vehemente, tan ensayada, como si fuera algo que llevaba tiempo pensando. La estaba destrozando.

-No - Susurró la chica, horrorizada. Su estómago se estaba revolviendo, y tenía la sensación de que podría vomitar en cualquier momento.

La palidez cubrió su cara de forma automática.

-¿Em?¿Estás bien? ¿Qué te ocurre, te duele algo? - Parecía tan preocupado que pensó en perdonarle, pero después de sentir el vómito agolpado en su garganta, negó - Está bien, lyubov', no pasa nada - Acurrucó el frágil cuerpo de la chica contra su cuerpo, cubriéndolo completamente con el suyo - Te tengo, Emma, no te soltaré.

Su voz era temblorosa, contemplando el estado en el que había dejado a su chica. Cerró sus brazos envolviendo la cintura femenina, apretándola contra él.

¿Su chica? ¿Desde cuándo Emma era su chica? La respuesta era simple; Inconscientemente, desde que la había visto por primera vez. Por eso, pensándolo en retrospectiva, siempre se había interesado por ella más que por nadie, y se sentía inseguro y celoso cuando la veía hablar con otros chicos. Si la hacían reír conseguían que su furia se desatase, pensando que ellos no deberían conseguir esa reacción por su parte. Ella había logrado lo que ninguna otra mujer antes, y era que el soldado tuviese una dependencia de ella. No se divertía igual si la joven no estaba con él. La echaba de menos constantemente.

Conscientemente, su cerebro había aceptado su dependecia tras su confesión, donde él se había dado cuenta de que, cuando ella estaba con él, todas las piezas encajaban, mientras que su ausencia hacía que los pedazos sueltos se resquebrajasen un poco más.

-No, no me toques. - Le empujó lejos a él, y se inclinó sobre sus rodillas, intentando ahogar las arcadas que estaban surgiendo de su garganta - No me toques James, no puedo más. No quiero escuchar nada más.

-Emma - Rogó él, intentando volver a tocarla. Ella no se lo permitió, apartándose de su alcance unos cuantos pasos.

Apartó las manos masculinas de su cuerpo y cerró los ojos, aspirando y expirando lentamente, dejando que su malestar se desvaneciese. Cuando volvió a sentirse lo suficientemente fuerte, abrió los ojos, elevándose sobre sus piernas temblorosas.

Quiero estar sola, James. ¿Puedes dejarme ir, por favor? - Las intenciones del soldado eran claras, por cómo su brazo seguía estirado hacia ella - Por favor... - Pidió por última vez, al ver su expresión. Le conocía muy bien, sabía que no le dejaría ir tan fácilmente, no una segunda vez.

Caminó hacia la puerta, despacio, procurando que no la detuviera.

Ni siquiera llegó a sujetar el pomo, se encontraba volando por la estancia, en brazos del hombre que acababa de hacerla sentir un gran malestar.

-Basta, Barnes, no quiero esto, no ahora. Quiero estar sola. - Se revolvió en su agarre, que la conducía hasta el sofá más cercano.

-Cuidado, te harás daño, Em - La chica le golpeaba, con las pocas fuerzas que le quedaban después de la pelea verbal - No pienso soltarte, da igual lo que me hagas.

Su actitud la estaba cabreando, él estaba ignorando sus deseos completamente.

-¡No! James, déjame ir - Gritó - No quiero estar contigo ahora mismo.

-Pero yo no quiero dejarte, Emma, no quiero que estés sola - El soldado la abrazó contra su pecho, tumbándose sobre el sofá, ella apoyada sobre él.

La furia de ella iba creciendo, hasta que explotó.

-Eres tan egoísta. - Gruñó, golpeando su pecho levemente con sus puños.

-Lo sé, te lo acabo de decir - Respondió él, sujetando sus muñecas entre sus manos, apartándolas de él para que dejase de golpearle. Entrelazó sus dedos, aceptando el tacto con gusto.

Ella se relajó sobre el torso del soldado, acurrucándose en su calidez.

-Sigo furiosa contigo, Barnes - Murmuró ella, el calor del cuerpo de él aumentaba su somnolencia.

-Lo sé, lyubov' - Susurró, dejando un delicado beso en su pelo - Duérmete Em, ahora estamos a salvo.

Haciéndole caso por una vez, ella se dejó caer en un reparador sueño con la reconfortante presencia del Soldado de Invierno debajo de ella. Nunca había dormido tan bien.


(lyubov' .- Significa; Amor, en Ruso)


------------------------------------------------------------------------------------------

El mérito de este capítulo he de dárselo a mi amiga y colaboradora BStarkEnd, ya que el capítulo está escrito enteramente por ella. Muchas gracias señorita Stark por su aportación, ha sido realmente un honor jeje 

Espero que disfrutéis leyéndolo tanto como lo he hecho yo!

Un beso muy grande, y de nuevo gracias por leer esta historia.


Wintry ShadowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora