Capítulo 21

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-Steve nos busca - Cambió de tema, caminando de forma casi apresurada hasta la puerta, con los pasos del soldado de invierno detrás de ella.

-Espera, Em - Buck atrapó su brazo entre sus dedos.- No pretendo que esto cambie nada, pero sólo quiero que sepas que no pensaba dejarte.- La chica se giró, centrando su mirada en él, con la confusión brillando en sus ojos oscuros.- Estuve ese día allí, ¿sabes?

-¿De qué hablas Buck? - No podía entenderle, no si seguía siendo tan críptico.

-El día en el que me dijiste lo que sentías, ese jodido día. Fui hasta tu casa.

-¿Qué? - Escupió ella, alzando su mano para apoyarla en el marco de la puerta, intentando estabilizarse. Parecía que el suelo se movía bajo sus pies.

-Hasta había comprado unas flores, pero no tuve el valor de llamar. - Susurró el soldado, avergonzado, atrapando una lágrima caliente que se deslizaba por la mejilla de la morena. La sostuvo en su pulgar durante unos segundos, hasta que se deshizo, resbalando por su dedo hasta chocar contra el suelo

-¿Por qué? - Parecía una idiota haciendo preguntas sin cesar, pero él sólo alzó sus hombros en derrota, con el ceño fruncido, observando el minúsculo charco que la gota había dejado en el suelo.

-Creí que me odiarías, y no podría soportar que lo hicieses. Todavía no puedo, me asusta creer que puedas odiarme. - Confesó el soldado, llevando su mano de carne y hueso hasta los labios de la joven, repasándolos con delicadeza.

-No podría odiarte, Buck. No sería capaz. - Admitió la chica, apoyándose contra él, disfrutando de la suave caricia - Yo... No lo sabía.

-Lo sé, nunca se lo dije a nadie, ni siquiera a Steve. Creo que nunca me había arrepentido tanto de no hacer algo, fui un cobarde. Y, por ello, te perdí.- Suspiró, elevando su mirada hasta anclarla con la de Emma, cuyos ojos volvieron a poblarse de lágrimas - Pero está bien, no te merecía, todavía no lo hago. No soy bueno para ti. Si no lo era antes, imagínate ahora. - El hombre balbuceaba, con la vista centrada en los pozos marrones que tenía frente a él - Nunca podría ser suficiente para ti, y menos ahora con todo lo que...

Emma se inclinó sobre él, interrumpiendo los absurdos chapurreos del hombre, y dejó un delicado y casi imperceptible beso en la comisura de sus labios, silenciándolo.

Él observó a la joven sonrojada con asombro, yendo a palpar la comisura de su propia boca, donde los suaves labios de Emma se habían posado.

-Yo... Emm...- Tartamudeó, haciendo reír a su acompañante.

-Vamos Buck, Steve nos espera.

Dándose cuenta de la situación, ella dio marcha atrás y salió de la habitación, yendo hacia dónde pensó que estaría su amigo.

El todavía perplejo soldado la siguió en una carrera, posicionándose tras ella antes de que pudiese llegar al acogedor salón.

El rubio les esperaba allí, mirando la televisión con el ceño fruncido. Acompañado por su fiel compañero Sam, quien se reía en silencio de su amigo.

-¿Nos llamaste para que viésemos juntos la programación de la televisión, Steve? - Inquirió ella de forma graciosa, acercándose hacia el susodicho.

-No - Sonrió, levantándose del sofá en el que estaba sentado, con una mueca divertida ahora cubriendo sus labios.

Ésa era una mala señal, Emma lo sabía bien.

-No, en realidad quería saber qué tal dormiste, Em. - Con esas inofensivas palabras, el color estalló, cubriendo las mejillas de la morena  de rojo, recordando lo bien que había descansado sobre el torso de su amigo - ¿Y tú, Buck?

Wintry ShadowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora