Emma solo quería tener una vida normal, dónde Hydra no la persiguiera, dónde no tuviera que huir y ocultarse, dónde su pasado no la martirizara tal y como lo hacía.
Una noche recibió la visita de alguien inesperado que cambiaría el rumbo de su vida...
Emma entró en el baño apresurada, enfrentándose al espejo que tenía delante. Su imagen era deplorable. Sus ojos estaban enrojecidos debido al reciente llanto, mientras que gotas de sangre salpicaban su rostro y ropa.
Abrió el grifo de la ducha; metiéndose debajo del agua, todavía vestida; quería borrar todo rastro de lo sucedido esa noche. Con desesperación trató de limpiar la sangre de sus manos, sollozando ante la angustia de que se quedara ahí de forma permanente.
Con pasos firmes y apresurados Bucky se situó delante de la puerta que daba al baño. El agua llevaba corriendo desde hacía casi dos horas, y no pudo evitar preocuparse.
Temía que algo le hubiera ocurrido.
-No puedes simplemente entrar, Buck. ¿Y si...? - Steve lo había sujetado del brazo impidiendo que avanzase - Podemos esperar a que venga Natasha y entre ella.
-Steve, ¿y si le ha pasado algo? Lleva ahí dentro horas. Y después de lo ocurrido...
Volvió su vista de nuevo hacia la manilla de la puerta.
-Natasha estará al caer. Además, no tienes derecho alguno a entrar ahí.
Algo en el interior de Bucky se revolvió de forma negativa, dirigiendo su vista hasta el moreno, que lo miraba de forma desafiante.
-¿A caso tú lo tienes?
-Créeme cuando te digo que sí. Por ahora yo no le hecho daño - la tensión en el ambiente era palpable, y la tensión en las afiladas mandíbulas de los dos enfrentados no hacía más que corroborar la tan peliaguda situación.
Steve observaba la escena con preocupación, sabía que sus dos amigos no se llevaban bien, pero no hasta este punto.
-Sam.
-Por supuesto, siempre va a ser él, ¿cierto? - rió con ironía - Pero te recuerdo que no hace mucho intentó matarte. - se alejó unos pasos - Y a Emma también. Su mente es inestable, yo tendría cuidado.
Finalmente se dio media vuelta y salió caminado a pasos agigantados.
Las duras palabras habían hecho temblar a Bucky. No le faltaba razón, el lo sabía, pero ya era suficiente con atormentarse a él mismo.
-Buck... No... - tartamudeó el rubio.
-No te preocupes... - suspiró con pesadez - será mejor que vayas con él...
Cogió el picaporte entre sus dedos, abriendo la puerta lentamente. La triste imagen que tenía enfrente provocó que se le encogiera el corazón. Provocando que dejara de lado todo lo ocurrido con anterioridad, como si nunca hubiera pasado. Para el soldado ella tenía prioridad ante todo.
Emma estaba acurrucada bajo la lluvia artificial, sus brazos rodeaban sus piernas, mientras que su rostro estaba escondido. Observó las cicatrices que salpicaban la desnuda espalda de la morena. Una en particular se la había hecho él.
Al lado de la ducha había un pequeño montículo de ropa empapada, con difuminados rastros de sangre.
Caminó hasta ella de forma lenta y cuidadosa, cerrando el grifo de la ducha; el agua estaba helada, y no pudo evitar fijarse en la erizada piel de la chica.
-Em... - la llamó en un susurro. Ella lentamente alzó sus oscuros y atormentados ojos, observándolo de forma detenida. Estaba destrozada.
Bucky cogió un albornoz que había colgado en el pequeño perchero, para después cubrirla con él.
-Por favor, ponte esto. Dios mío, estás congelada - sintió la húmeda y helada piel de Emma bajo su tacto, sintiéndose incómodo ante la desnudez de la joven, sonrojándose levemente. Apartó la vista cuando la morena se movió para ponerse el albornoz.
Sintió la mano de su acompañante enroscarse en su brazo, sintiendo el leve tembleque de esta. Dirigió su vista de nuevo hacia ella, para después envolverla entre sus brazos, dejando un largo y tierno beso en su coronilla.
Sollozó refugiada en su pecho, descargando todo lo que sentía en esos instantes.
-Tranquila... Ya está...
Verla así le destrozaba; trataba de reconfortarla acariciando su espalda suavemente, pero era consciente de que eso, en esos momentos, de poco serviría.
La cogió en brazos, llevándola a su cuarto, donde la dejó sobre la cama de forma cuidadosa.
Sus rostros se encontraron, conectando sus miradas. El soldado elevó su mano derecha, dejando una suave y casi imperceptible caricia en el rostro de la chica.
-Iré a buscar algo a la cocina para que entres en calor - se alejó de forma lenta - Cámbiate y métete en la cama - dejó un pequeño beso en su frente antes de salir de la habitación.
Siento haber tardado tanto en subir el capítulo, y que haya sido tan corto. Prometo tratar compensaros en el próximo que suba.
Y una vez más quiero agradecer a toda esa gente que sigue la historia, y a la que comenta, gracias de todo corazón, sin vosotros no sería nada!
Un beso muy grande a todos, y espero que disfrutéis este pequeño capítulo.
Nos leemos muy pronto!
Ah! Y antes de que se me olvide... También quiero dejar por aquí este maravilloso dibujo que ha hecho @Anita_fs15, no se como darle las gracias por tan maravillosa obra de arte! Imagino que sabéis de que escena se trata jaja
No me digáis que no es maravilloso! Yo estoy enamorada!!
Muchísimas gracias Ana, sin duda eres la mejor!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
