Fiesta con Dave Lowe

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—Lo lamento, venía muy distraído y no te vi.— Me ayuda a ponerme de pie. Oh santos Dioses Griegos, que hombre tan apuesto, tiene unos tremendos ojos verdes, cabello castaño y rizado, aproximadamente mide uno ochenta y tanto, buenos músculos y una preciosa sonrisa. Lleva una camisa roja de cuadros y un short color crema, se ve tan bien, tan fresco.— ¿Estás bien? Pareces molesta.

—Eh... no creo qué mis problemas sean importantes, seguro tienes cosas qué hacer.— Mi teléfono comienza a sonar, es Morgan pero ahora no quiero saber nada de él así que lo ignoró.

—¿Ese chico es quién te tiene así de molesta? — Lo miro confusa.— Lo he notado en tú mirada cuando recibiste la llamada, ¿quieres ir a tomar un trago? — ¿Me está invitando? ¿Ese chico tan hermoso me está invitando un trago?

—No quiero molestarte, se ve que vas muy ocupado.— Sonrío y él lo hace también, tiene una sonrisa tan linda. Rectifico.

—¿Tienes algo mejor qué hacer qué ir a tomar un trago conmigo? — Me ha descubierto.

—Ah... — Río.— No...

—Entonces vamos.— Me toma de la mano y caminamos hacía la salida del hotel.— Me llamo Dave, por cierto.., tú eres Grace Foster, ¿no? — Okey, eso me da miedo.

—¿Como lo sabes? — Dudo en preguntar.

—Te vi en las noticias.— ¿Qué acaba de decir? — Eres una modelo en Victoria Secret, acabas de llegar, ¿no? — Agradezco su explicación porque comenzaba a asustarme.

—Sí, hoy es mi último día aquí ya qué tengo que estar en Paris pasado mañana.— Entramos al bar del hotel, aún no hay muchas personas ya qué es temprano todavía, nos sentamos en la barra y Dave pide dos whiskys.

—Debe ser broma qué tienes que estar ahí pasado mañana.— De nuevo esa sonrisa tan linda.

—No, me llamaron en la mañana, ¿por qué? — Le preguntó confundida.

—Yo tengo que estar ahí pasado mañana también, tengo.., una reunión importante.

—Mira vaya, qué suerte, espero encontrarte ahí de nuevo.— Sonrío.

—Te vez muy linda cuando sonríes, deberías hacerlo más seguido.— Me sonrojo y me cubro el rostro con una mano, el silencio se vuelve incómodo hasta qué el mesero llega con nuestras bebidas.— Quiero proponer un brindis, porqué todo salga bien en la pasarela y no te rompas una pierna.

—Gracias por el apoyo.— Le pego en el brazo y se ríe.— Salud, porque no te olvides de mí una vez que subas al avión y mantengamos el contacto.

—Créeme, no lo haré.— Sonrió y chocamos los vasos, bebo un poco y dejo el vaso en la barra.— Y bien, cuéntame un poco de ti, Grace.

—No hay mucho qué saber de mí, soy una chica lo bastante normal qué vino aquí con su ex novio qué sólo me hace molestar.— De nuevo vuelve a sonreír, su sonrisa tan linda está matándome.

—¿Entonces por eso estabas molesta cuando chocamos? — Asiento.— Hoy es nuestro último día, hay qué divertirnos ¿te parece? — Me río y miró hacia abajo.— Esa sonrisa me indica que sí, ven vámonos.— Le paga al mesero, de nuevo me toma de la mano y salimos del hotel, estamos apunto de tomar un taxi cuando siento una mano en mi brazo y después un tirón, como vengo de la mano con Dave el se viene conmigo en el tirón. Reaccionó y veo quién me tiene agarrada del brazo es nada más y nada menos que el grandísimo idiota de Morgan.

—¿Qué mierda te pasa, Morgan? — Le digo molesta.

—¿Entonces es él? ¿Estás hablando de verdad, Grace? ¿Crees que no te olvidará en el momento que subas al avión? — Me mira a los ojos con rabia, está molesto muy molesto.

—¿Y eso a ti qué mierda te importa, Morgan? Deja de meterte en mi vida cómo si fueras dueño de ella.

—Mira... ¿Morgan verdad? — Comienza a hablar Dave.— Yo no la olvidaré al momento que suba al avión, porque subiré con ella, yo tengo que estar el mismo día en Paris e iremos juntos.

—¿De qué mierda está hablando, Grace? ¿Puedes explicarme? — Grita Morgan aún más molesto qué nunca.

—¿Morgan? Amor, ya estoy lista ¿podemos irnos? — Una chica aparece atrás de él y su expresión cambia, la observo bien; ella es muy linda, lleva un pantalón blanco y una camisa... lleva puesta la camisa qué yo le regalé cuando estuvimos juntos, no puedo creerlo.

La rabia invade todo mi cuerpo, estoy apunto de explotar.

—No creo qué tengas tiempo de explicaciones que de todas formas no pensaba darte porque no tiene ningún derecho de meterte en mi vida, y no me esperes qué no llegaré a dormir.— Aún estoy tomada de la mano con Dave, así que nos alejamos lo suficiente.

—¿Estás bien? Ese chico sí qué te hace enojar, Grace.— Lo suelto de la mano y amarro mi cabello en una coleta.

—Estoy bien, solamente quiero olvidar todo esto por un momento.— Lo necesito en verdad, no puedo seguir haciendo esté tipo de corajes.

—Yo te ayudaré, pero tendrás qué confiar en mí.— Lo miro sospechosamente.— Tranquila, no te raptare.— Suelto una sonrisa después de tanto enojo.— Vamos, iremos a una fiesta privada a la qué tenía planeado ir sólo pero ahora que estás tú, iré acompañado.— Me toma de la mano y subimos a un pequeño auto, le indica a su chofer que lo lleve a una dirección qué no conozco y en minutos llegamos, bajamos y entramos a un enorme hotel llamado Brisas, vamos directo al ascensor y en vez de subir bajamos, Dave aprieta el botón de planta baja y duramos unos dos minutos en llegar hasta ahí, al ir bajando se puede escuchar la música de la fiesta qué ha mencionado Dave, el ascensor se detiene y las puertas se abren dejando ver a unas doscientas personas bailando en toda la pista, pintados con pintura fosforescente, pasamos y vamos directo con una mujer que está repartiendo la pintura.— ¿Quieres que te pinte yo y después tú lo haces? — Me susurra en el oído, y dudosa asiento, me quito la crop top y comienza a pintarme se detiene un poco al llegar a mis pechos, puede estar oscuro aquí pero noto como se sonroja y comienza a pintar en otro lugar.— Estás lista.— Me grita. De pronto se quita la camisa dejando ver su cuerpo bien trabajado, santo cielo voy a derretirme, está muy bueno, tomo un poco de pintura en mis manos y comienzo a pintarlo, nunca he sido buena pintando y ahora menos que pintaré a un hombre... hago lo qué puedo y al terminar me gusta lo que he hecho, le indico qué está listo y rápido toma una foto y veo que la sube a Instagram con el pie de foto una nueva amiga, sonrió, me toma de la mano llevándome hacía la pista y comenzamos a bailar.

•••

Debo aceptar qué ir de fiesta con Dave es una experiencia inigualable, ya estoy demasiado ebria al igual que él y sus amigos qué por cierto son muy buenas personas o no lo sé, no soy muy consciente ahora mismo. Los amigos de Dave y yo nos ponemos en rueda, ya qué jugaremos botella y los retos serán extremos.

—Yo empiezo.— Un tal Yulian gira la botella y apunta hacía Whiny.— Esto se pone bueno, te reto a... qué beses a Grace por veinte segundos.— ¡Bien! Besaré a una chica de nuevo. Ella se acerca y me besa, comenzamos a mover nuestros labios, está chica besa muy bien, escuchamos qué se acaban los veinte segundos y ella vuelve a su lugar.— Díganme qué eso no los ha prendido, miren esté bulto.— Todos nos reímos por su tontería, entonces Whiny la gira y apunta hacía mí.

—Te reto a... — Se ríe malvadamente y me asusta.— Qué tengas sexo con Dave.— Todos le aplauden mientras que yo estoy roja cómo tomate.— Y tienen qué traer el condón como prueba o no será valido y tendrás que hacer algo peor.— Demonios, pero bueno, ¿qué puedo perder? — ¡Vamos el tiempo es oro! — Dave y yo nos ponemos de pie, y vamos hacía la habitación más cercana, entro primero y el cierra la puerta con seguro.

—Grace, si no quieres... — No dejó que termine y lo beso, no reacciona al instante pero después me sigue la corriente, me carga y me coloca sobre la cama, debo aceptar que besa malditamente exquisito, comenzamos a quitarnos la ropa mientras nos besamos.

Mañana me arrepentiré, hoy no.

Si él puede, porque yo no.

Hoy hay que disfrutar...

Viviendo con mi ex | ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora